Bloomberg — Un índice de monedas de mercados emergentes se debilitaba el jueves ante el avance del dólar y los rendimientos estadounidenses, mientras los operadores están a la espera del discurso que pronunciará el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el viernes en Jackson Hole.
El peso mexicano lideraba las pérdidas tras la publicación de datos locales de inflación y actividad económica inferiores al consenso. Era seguido por el real brasileño ante la disminución del apetito por las divisas más riesgosas en los mercados globales.
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Las acciones latinoamericanas caían por tercera sesión consecutiva, y se ubicaba una vez más por debajo de un índice amplio de acciones del mundo en desarrollo, que tiene una fuerte ponderación en Asia.
El índice general de divisas amplió sus pérdidas tras la publicación de datos que revelaron que las solicitudes de subsidios por desempleo en Estados Unidos apenas aumentaron la semana pasada, coincidiendo con las expectativas. Los operadores están a la espera de los comentarios de las autoridades monetarias de EE.UU. para obtener pistas sobre cuánto reducirán los costos de endeudamiento en su próxima reunión.
“Si Powell mantiene un discurso cauteloso, puede que no ayude mucho”, indicó Marco Oviedo, estratega de XP Investimentos en São Paulo. “Si reconoce que la economía no está tan mal como se cree” y que una recesión es menos probable, las monedas de las econmomías en desarrollo ganarán.
La presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins, dijo que espera que el banco central de EE.UU. comience pronto a bajar las tasas de interés y que probablemente sea adecuado “un ritmo gradual y metódico” de recortes.
Mientras tanto, la rupia indonesia —también rezagada— registró su peor día en dos meses luego que estallaran protestas tras la propuesta de los legisladores de revisar las leyes electorales generales. Los mercados locales estaban cerrados cuando se descartó el plan.
El peso mexicano prolongaba su caída, y volvió a descender tras la publicación de cifras que indican que las tasas de interés de dos dígitos están enfriando la economía. La inflación se desaceleró más de lo esperado en la primera quincena de agosto, mientras que los datos de actividad económica de junio fueron más débiles de lo previsto.
Es otro golpe para la moneda, que se ha convertido en la pesadilla de los inversionistas desde las elecciones de junio. Los riesgos derivados de las reformas constitucionales, la desaceleración de la economía estadounidense y la liquidación masiva de operaciones de carry trade han debilitado la divisa en torno a un 12% desde entonces, la peor del mundo después del birr etíope.
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El real brasileño, por su parte, se debilitaba ante la aversión al riesgo global y la preocupación por el próximo jefe del banco central que nombrará el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un político de tendencia izquierdista. Los pesos chileno y colombiano también estaban rezagados respecto de sus pares.
La deuda de Sri Lanka seguía cayendo el jueves por la preocupación de los inversionistas de que la conclusión de un acuerdo de reestructuración de deuda con los acreedores pueda verse retrasada por las elecciones presidenciales del mes que viene.
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