Bloomberg Línea — Kamala Harris, que esta semana aceptó oficialmente la nominación del Partido Demócrata como candidata a la presidencia de los Estados Unidos, ha dejado entrever algunos puntos del que sería su plan fiscal si llega a la Casa Blanca.
La hoy vicepresidenta de los Estados Unidos no ha presentado un nuevo plan fiscal. Sin embargo, durante su campaña electoral ha manifestado su apoyo a algunas iniciativas consignadas en la última propuesta presupuestaria del presidente Joe Biden, aunque no recibieron el apoyo esperado en el Congreso.
El pasado 19 de agosto, por ejemplo, Harris propuso incrementar la tasa de impuestos corporativos del 21% al 28%, como lo había planteado Biden. El objetivo es “garantizar que los multimillonarios y las grandes corporaciones paguen su parte justa”, según su equipo de campaña.
La medida contrasta con la reducción en este gravamen realizada por Donald Trump durante su Gobierno, del 35% al 21%.
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Otra propuesta de Biden, que Harris retomaría si vence a Trump en los comicios presidenciales del 5 de noviembre, es aplicar un impuesto de mínimo el 25% a las ganancias de capital no realizadas a quienes ganan más de US$1 millón y tienen un patrimonio de al menos US$100 millones.
Las ganancias no realizadas, que el Gobierno de Harris pretende gravar, son aquellas producto de la valorización de acciones, bienes raíces, bonos, entre otros activos, que los estadounidenses más ricos tienen, pero no se reconocen en los flujos de efectivo.
En la propuesta presupuestaria de Biden otro artículo que llama la atención, y que Harris buscaría sacar adelante, de acuerdo con The New York Times, pretende reformar la manera en que las multinacionales estadounidenses tributan por sus ganancias en el extranjero.
“El impuesto se aplicaría a los ingresos en cada país individual en el que opera la empresa, en lugar de a sus ganancias globales en general. La tasa se duplicaría del 10,5% al 21%”, explica el diario en mención.
Otro cambio que propondría el Gobierno Harris sería aumentar de 1% a 4% los gravámenes a las empresas por las recompras de acciones.
Las propuestas en mención, de otras realizadas por Biden, apuntan a que quienes más ganen sean los que más tributen: en principio, solo impactarían a quienes perciban ingresos por más de US$400.000 al año. Ahora bien, para que sean viables, en caso de que Harris triunfe en los comicios, el Partido Demócrata debe obtener mayorías en el Congreso, donde deberán ser discutidas.
Impulso a la vivienda y alivios para los más pobres
Un plan en el que el equipo de campaña de Harris ahondó es el que tiene en mente para incentivar la adquisición de vivienda, ofreciendo una asistencia de US$25.000 para compradores primerizos y proponiendo la creación de un fondo con US$40.000 millones para la estimulación de en la construcción de viviendas en los gobiernos locales
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“A medida que el plan Harris-Walz comience a expandir la oferta de viviendas de nivel básico, durante su primer período, brindará a las familias trabajadoras que han pagado el alquiler a tiempo durante dos años y están comprando su primera vivienda hasta US$25.000 en asistencia para el pago inicial, con un apoyo más generoso para los propietarios de viviendas de primera generación”, explicó su equipo de campaña.
La iniciativa, que también había sido planteada por Biden, solo que con diferente cobertura, busca impactar al menos a cuatro millones de ciudadanos en los Estados Unidos.
Entre las propuestas de Harris para beneficiar a quienes tienen menos recursos sobresale otorgar un alivio fiscal de US$6.000 para las familias que tengan hijos, medida que aplicará durante el primer año de vida del menor, e incrementar de US$2.000 a US$3.600 el valor del crédito tributario anual que se le da a 40 millones de familias por hijo.
