Bloomberg Línea — ¿La presión del trabajo puede afectar también a los robots? La respuesta puede ser sí. Un caso curioso se registró hace unas semanas en Corea del Sur, cuando un funcionario robot fue encontrado en la parte inferior de una escalera de dos metros de altura (seis pies y medio) en el Ayuntamiento de Gumi.
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El Daily Mail informó que el llamado “Robot Supervisor” fue descubierto inconsciente el 27 de junio, después de lo que los testigos informaron comportamientos inusuales: se movía en círculos y mostraba signos visibles de confusión.
La conducta del robot antes de la caída por la escalera había llevado a informes locales e internacionales a especular sobre una serie de causas detrás de este repentino incidente, y muchos reportes de medios locales afirmaron que el “colapso emocional” de la máquina era la causa raíz.
El Ayuntamiento de Gumi dijo que las partes del robot se encontraron esparcidas debajo de las escaleras entre el primer y el segundo piso del edificio del consejo.
Desde su contratación en agosto de 2023, el Robot Supervisor ha sido una parte integral del Ayuntamiento de Gumi, responsable de entregar documentos, promover eventos de la ciudad y proporcionar información pública, de acuerdo con un reporte de Business Standard.
El robot, diseñado por la empresa californiana Bear Robotics, era capaz de navegar de forma autónoma por diferentes plantas e incluso llevaba un carné de “funcionario de la administración pública”, que simbolizaba su integración en la fuerza laboral de la ciudad, trabajando en el ayuntamiento de 9 a 18 horas.
La ciudad de Gumi pagaba 2 millones de wones en tarifas de uso mensuales (US$1.499,32) a la empresa por el funcionamiento de la oficina del robot, según la agencia de noticias Yonhap.
Gumi City es conocida por su integración robótica avanzada, con una de las proporciones más altas de robots por empleado en todo el mundo.
Sin embargo, este incidente ha provocado una reevaluación de este uso extensivo de la automatización, particularmente en roles tradicionalmente ocupados por humanos.
El “suicidio de los robots” también ha llevado a muchos a preguntarse sobre las implicaciones éticas de asignar grandes cargas de trabajo a los robots.
En respuesta al incidente, la ciudad de Gumi ha decidido suspender los planes para poner en marcha a un segundo oficial robot.
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