Bloomberg — El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que su elegido para dirigir el banco central de Brasil no “deberá ningún favor” al gobierno y podrá subir las tasas de interés si es necesario, aunque indicó que espera que bajen.
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El líder izquierdista, que ha criticado repetidamente a la autoridad monetaria por mantener elevadas las tasas de interés desde que regresó al poder el año pasado, está meditando actualmente su candidato para dirigir el banco central, ya que el mandato del actual gobernador, Roberto Campos Neto, finaliza a finales de este año.
“Cuando llegue el momento de reducir la tasa de interés, debe tener el valor de hacerlo”, dijo Lula en una entrevista radiofónica el viernes por la mañana. “Y cuando llegue el momento de aumentarla, debe tener el mismo coraje. No hay magia en economía”.
El real brasileño se fortaleció un 0,5% el viernes por la mañana en la apertura de los mercados tras los comentarios de Lula.
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Los analistas acogieron con satisfacción los comentarios, dadas las anteriores críticas de Lula a la política monetaria.
"Los discursos del presidente Lula llevan unos días siendo positivos en relación con la política monetaria y el banco central", dijo Gustavo Okuyama, gestor de carteras de Porto Asset. "Esto ayuda al entorno de riesgo".
Rafael Ihara, economista jefe de Meraki Capital, dijo que los comentarios eran la última señal de que el fuerte debilitamiento del real en julio y principios de agosto había provocado un cambio de tono.
"El palacio presidencial estaba en pánico con un dólar fuerte, y ahora está hablando el lenguaje del mercado", dijo.
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Al mismo tiempo, Lula reiteró su opinión de que no hay explicación para la decisión del banco de mantener la Selic de referencia en su actual 10,5%. Dijo que “trabaja con la expectativa de que la tasa de interés empiece a bajar, para que podamos tener más tranquilidad”.
Los responsables políticos han mantenido las tasas estables desde junio, cuando interrumpieron un ciclo de flexibilización de casi un año ante el empeoramiento de las perspectivas de inflación. A principios de este mes indicaron que no dudarían en subir las tasas si fuera necesario, y los operadores están valorando plenamente una subida de tasas en septiembre.
El director de Política Monetaria, Gabriel Galipolo, ampliamente considerado el favorito para convertirse en el elegido de Lula para dirigir el banco, ha dicho que una subida de tipos está sobre la mesa, y que todos los miembros del consejo harán “lo que sea necesario” para reducir la inflación de nuevo al objetivo.
A medida que el gobierno de Lula impulsa el gasto público, los banqueros centrales se enfrentan a una fuerte demanda interna con una tasa de desempleo baja récord y unos costes de los servicios resistentes. La actividad económica se disparó por encima de todas las previsiones en junio, con un 1,4%, según un informe del banco central publicado el viernes por la mañana.
Lula dijo en la entrevista que hablará con el jefe del Senado, Rodrigo Pacheco, sobre el nombramiento antes de elegir al próximo líder del banco.
--Con la colaboración de Maria Eloisa Capurro y Josue Leonel.
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