Bloomberg — En Francia, la campeona olímpica de boxeo Imane Khelif ha interpuesto una denuncia en la que se menciona al multimillonario Elon Musk y a la escritora J.K. Rowling entre las personalidades que amplificaron los ataques en internet contra ella, según informa Variety.
Nabil Boudi, abogado de Khelif, dijo a Variety que Musk y Rowling fueron señalados en una denuncia penal que sostiene que ella ha sido víctima de ciberacoso vinculado a su identidad de género. Boudi afirmó en un comunicado publicado en X que se trataba de una “campaña misógina, racista y sexista”.
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Khelif, que consiguió una medalla de oro en París para Argelia en boxeo welter femenino, se enfrentó durante los Juegos Olímpicos a un fuerte escrutinio en torno a su sexo biológico y su identidad de género, que incluyó afirmaciones sin fundamento de que es transexual.
En el 2023 fue descalificada de los campeonatos mundiales de boxeo después de que una discutible asociación de boxeo dijera que no había superado la prueba de elegibilidad.
El debate se intensificó cuando una de las oponentes olímpicas de Khelif, la italiana Angela Carini, se rindió en el primer asalto de su combate, diciendo que “nunca había sentido un golpe así”.
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Eso desencadenó una avalancha de mensajes de odio en las redes sociales alegando que Khelif era un hombre que se hacía pasar por mujer para hacer trampas. Rowling y Musk fueron algunas de las personas de alto perfil que publicaron mensajes acerca de que Khelif era un hombre.
El propietario de X, Musk apoyó un post que decía “los hombres no pertenecen a los deportes femeninos”, acompañado de una imagen de Carini. Rowling publicó en X una foto de Khelif, describiendo su sonrisa como “la mueca de un varón que se sabe protegido por un establecimiento deportivo misógino”. El post había sido visto 122 millones de veces hasta el miércoles.
Un representante de Rowling declinó hacer comentarios. Boudi y un representante de Musk no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La denuncia, presentada en el Centro nacional de lucha contra los delitos de odio del tribunal correccional de París, se presentó contra “X”, el equivalente francés de “John Doe” (hombre usado para no identificados). Esto permite investigar a los autores de las publicaciones en los medios sociales en cuestión, incluidas las escritas bajo seudónimos.
El caso pone de relieve el creciente apetito de las fuerzas del orden de todo el mundo por tomar medidas enérgicas contra los daños en línea, incluida la incitación al odio y a la violencia.
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El Reino Unido ha acusado a cerca de una docena de personas de delitos relacionados con el discurso en línea tras los disturbios de extrema derecha que arrasaron el país después de que tres niñas murieran en un atentado el 29 de julio.
La fiscalía de París confirmó que había recibido el lunes una denuncia de Khelif y que el centro de delitos de odio había abierto una investigación por "ciberacoso e insultos públicos por razón de sexo, provocación pública a la discriminación e insultos públicos por razón de origen".
Según la legislación francesa, el ciberacoso puede acarrear penas de prisión de hasta tres años y multas. En los últimos años se han producido varios casos muy sonados, como cuando en marzo 28 individuos fueron multados y condenados a penas de cárcel de hasta un año por acosar en línea a la empresaria Magali Berdah con repetidas amenazas de muerte e insultos.
Por otra parte, varios artistas que participaron en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París presentaron denuncias por ciberacoso tras sufrir amenazas en Internet, entre ellos su director artístico Thomas Jolly, la drag queen Nicky Doll y la DJ Barbara Butsch.
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