Bloomberg — El CEO de Tesla Inc. (TSLA), Elon Musk, abogó por los vehículos eléctricos de su compañía ante Donald Trump y sus seguidores, quienes no están dispuestos a renunciar a los automóviles de gasolina.
Una vez que Trump minimizara la amenaza del calentamiento global e insistiera en su respaldo a las perforaciones petrolíferas y de gas a finales de este lunes durante una transmisión en directo en X, Musk hizo un planteamiento amistoso a los republicanos para que el mundo abandone la dependencia de los combustibles fósiles.
Desprestigiar el petróleo y el gas es una equivocación porque la economía se derrumbaría sin la industria, manifestó Musk en la antigua red social Twitter. No obstante, el suministro de combustibles fósiles es finito y el calentamiento global plantea ciertos riesgos. Es ahí donde interviene Tesla.
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“Cuando vemos nuestros automóviles, no pensamos que el ecologismo, que la preocupación por el medio ambiente, implique un sufrimiento”, dijo Musk en referencia a Tesla. “Por eso nos esforzamos en que nuestros automóviles sean bellos, que se conduzcan bien, que sean rápidos, que sean sexis, que sean cool”.
El discurso de Musk a Trump y a sus devotos se produce cuando las ventas de Tesla se han desplomado en los últimos trimestres y cuando algunos de los homólogos de la empresa estadounidense han denunciado la politización de los vehículos enchufables.
El copresidente ejecutivo de Ford Motor Co. (F), Bill Ford, por ejemplo, ha dicho que los estados en los que los votantes tienden a votar a los republicanos ven los VE de forma muy parecida a como ven las vacunas: como productos que el gobierno impone a la gente.
Trump ha criticado sistemáticamente los VE mientras hacía campaña para la presidencia, diciendo que son demasiado caros, que no pueden conducirse lo suficiente con una carga y que costarán el empleo a los trabajadores del sector automovilístico.
Sacó a colación los vehículos eléctricos minutos después de una entrevista con Bloomberg Businessweek a finales de junio, cuando se le hizo una pregunta general sobre si el presidente Joe Biden había hecho algo bien con respecto a la economía.
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La Ley de Reducción de la Inflación que Biden promulgó en agosto de 2022 hizo que Tesla y otras empresas automovilísticas pudieran optar a créditos fiscales por valor de miles de millones de dólares para la fabricación de baterías, y alineó miles de millones más en subvenciones a la compra de VE para los consumidores.
La administración Biden también endureció las normas de ahorro de combustible que se habían suavizado bajo el mandato de Trump.
Unos objetivos de eficiencia más estrictos son una bendición para Tesla, que ha generado más de US$10.000 millones en ingresos por la venta de créditos regulatorios a empresas automovilísticas que han necesitado ayuda para cumplir las normas sobre emisiones.
Aunque Trump ha seguido siendo un escéptico de los vehículos eléctricos, ha empezado a mezclar algunos elogios a Tesla y Musk junto con sus críticas a los coches eléctricos desde que el multimillonario le apoyó el mes pasado.
“Sabes, Elon, recuerda, me encantan los autos eléctricos, creo que tu coche es genial, me encanta, pero no es para todo el mundo”, dijo Trump el mes pasado en un acto en Florida. “A algunas personas les encantan y algunas personas los quieren. Pero creo que si vas a recorrer largas distancias, es un poco... un reto. Te sientes desafiado”.
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Aunque Musk parecía estar haciendo una jugada el lunes para que los republicanos apoyaran la misión de Tesla de acelerar la transición a la energía sostenible, también restó importancia a la urgencia de la empresa.
“Creo que queremos pasar página y si, no sé, dentro de 50 ó 100 años somos mayoritariamente sostenibles, creo que probablemente estará bien”, dijo. “No es como si la casa se fuera a incendiar inmediatamente”.
“La gente puede seguir comiendo un filete y puede seguir conduciendo automóviles de gasolina”, añadió Musk. “No pasa nada”.
--Con la colaboración de Craig Trudell.
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