Bloomberg — Elon Musk busca un cargo para vigilar el gasto federal en caso de que Donald Trump logre un segundo mandato, en una señal de cómo el hombre más rico del mundo se está insertando cada vez más en la política estadounidense.
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Musk mantuvo el lunes una conversación con el candidato republicano en la plataforma X. Pero la esperada discusión se retrasó más de 40 minutos porque los usuarios recibieron mensajes de error, un golpe embarazoso para el sitio de Musk en las redes sociales.
El multimillonario achacó el retraso a un ciberataque, sin aportar pruebas, y cuando comenzó el evento, sugirió que los responsables eran los opositores al mensaje político de Trump.
Aún así, ofreció a Trump una audiencia de más de un millón de personas, según X, durante un momento crítico de las elecciones en el que el candidato republicano trata de estabilizar una candidatura presidencial desviada de su curso ante la llegada de su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris.
También dio a Musk una apertura para aumentar su influencia con Trump si el expresidente vuelve al poder. Pidió una comisión gubernamental para garantizar que el dinero de los contribuyentes se gasta de forma eficaz y se postuló para desempeñar un papel en ese esfuerzo.
"Estaría encantado de ayudar en una comisión así, me encantaría que se formara", dijo Musk.
Trump elogió la idea, llamando a Musk "el mayor cortador".
Nueva alianza
Musk apoyó a Trump para presidente el mes pasado, parte de un cambio que ha visto al director ejecutivo de Tesla Inc. (TSLA) y SpaceX abrazar públicamente causas y candidatos de derechas para dejar su huella en la escena política.
Musk, que ya es una presencia formidable en Washington, con empresas que ostentan importantes contratos gubernamentales, está preparado para ser un actor aún mayor si Trump vuelve al poder. En los últimos meses se ha acercado cada vez más al candidato del Partido Republicano, asesorándole en materia de vehículos eléctricos y política de criptomonedas, lo que supone un cambio de rumbo respecto a una relación que en su día fue rocambolesca y en la que ambos intercambiaron insultos.
Destacando la creciente influencia de Musk con Trump, el ex presidente, durante mucho tiempo un crítico de los vehículos eléctricos, elogió al fabricante de vehículos eléctricos, diciendo que los coches de Tesla son "increíbles".
La conversación de Trump y Musk se produce en un momento crítico de la carrera hacia 2024, a menos de tres meses del día de las elecciones. El ascenso de Harris a lo más alto de la candidatura demócrata ha sacudido la carrera con encuestas que muestran que ella ha borrado la ventaja que Trump mantuvo durante gran parte del verano y se ha puesto por delante en recaudación de fondos.
Musk, que encabeza el Índice de Multimillonarios de Bloomberg con un patrimonio neto de US$227.300 millones, aspira a utilizar su vasta fortuna para decantar la carrera a favor de Trump. Creó un súper comité de acción política que respalda al candidato republicano.
Musk formó parte de consejos asesores de la Casa Blanca cuando Trump era presidente, pero se marchó después de que el republicano decidiera retirarse del histórico acuerdo climático de París. El paso de Musk por los consejos estuvo envuelto en polémica, ya que sus partidarios le instaron a dimitir.
El acto incluyó muchas de las frases habituales de Trump en sus mítines, como insultar la inteligencia de Harris, pedir una deportación masiva de inmigrantes y presumir de su relación con el presidente ruso Vladimir Putin.
Pero a pesar de un entorno amistoso organizado por uno de sus apoyos más prominentes, Trump abrió pocos caminos nuevos, y la atención se centró tanto en Musk como en el ex presidente. Los dos tienen mucho en común, ambas presencias francas en los medios sociales y en aparente alineación en muchos temas.
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Musk, al igual que Trump, ha criticado la inmigración ilegal a través de la frontera entre EE.UU. y México y ha promovido teorías conspirativas según las cuales los demócratas están fomentando la inmigración para traer gente que vote de forma fraudulenta en las elecciones de 2024.
Fallo técnico
El percance técnico de la X, que retrasó el inicio del evento, suscitó comparaciones con los fallos que frustraron el lanzamiento de la malograda campaña presidencial del gobernador de Florida, Ron DeSantis, el año pasado, cuando los servidores se esforzaron por gestionar la creciente demanda.
El retraso en el inicio fue un golpe para la X de Musk y el multimillonario magnate de la tecnología, cuyo sitio se ha enfrentado a problemas técnicos y al escrutinio desde que compró la plataforma, entonces conocida como Twitter, en 2022.
"Este ataque masivo ilustra que hay mucha oposición a que la gente escuche lo que el presidente Trump tiene que decir", dijo Musk cuando finalmente comenzó el acto. "Esto está realmente dirigido a una especie de votantes independientes de mente abierta que están tratando de decidirse".
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El alto cargo de la campaña de Trump, Chris LaCivita, respondió a un usuario de X que instaba a Trump a "romper Internet", diciendo que Trump "lo hizo".
Trump fue expulsado de la plataforma tras el atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense, pero se le restauró la cuenta después de que Musk comprara la empresa.
Trump regresó a X en agosto de 2023, publicando su foto de ficha policial tras ser procesado en el condado de Fulton, Georgia, por cargos relacionados con sus esfuerzos para anular el resultado de las elecciones de 2020, pero ha preferido utilizar su propio sitio de medios sociales, Truth Social. El lunes, sin embargo, Trump publicó varias veces en X, incluido un vídeo de campaña.
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