Bloomberg Línea — La economía de América Latina tendrá un menor crecimiento económico de lo esperado en 2024. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) actualizó sus proyecciones para este año y ubicó la tasa de crecimiento en el 1,8%.
La cifra representa un recorte de tres puntos porcentuales sobre las proyecciones entregadas en mayo, cuando el organismo esperaba un crecimiento del PIB regional de 2,1% al cierre de 2024.
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“Vemos a la región encerrada en tres trampas de desarrollo: baja capacidad para crecer, desigualdad social, y baja gobernanza”, fueron las palabras de José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, en una conferencia de prensa.
El lento crecimiento, como lo denomina la Cepal, se daría en todas las subregiones, puesto que América del Sur crecería un 1,5%; Centroamérica y México un 2,2%; y el Caribe (sin incluir Guyana) un 2,6%.
Sin embargo, para 2025 se espera un crecimiento de 2,3% en toda la región, un repunte que se explicaría, en particular, por el desempeño de América del Sur (que llegaría al 2,4%).
El recorte en las proyecciones económicas de la Cepal está en línea con las últimas cifras publicadas por otros organismos internacionales para América Latina este año: en junio, el Banco Mundial recortó su previsión a 1,8% desde el 2,3% de enero; y en julio, el Fondo Monetario Internacional recortó sus proyecciones del 2,0% al 1,9% para el cierre de 2024.
Las tasas de crecimiento del PIB presentadas por la Cepal para 2024 por países, dejan a Argentina con una cifra negativa del -3,6% y a Haití con un decrecimiento del -3,0%. En 2023, estas economías retrocedieron -1,6% y -1,9%, respectivamente.
En contraste con estas cifras, Guyana seguirá siendo clave para la expansión económica de la región. El país, que experimenta un boom petrolero, crecería este año un 29,2%.
Entre tanto, las principales economías de la región tendrían las siguientes tasas de crecimiento en 2024: Brasil (2,3%), Chile (2,6%), Colombia (1,3%), Costa Rica (4,0%), México (1,9%) y Uruguay (3,6%). Venezuela, por su parte, tendría un crecimiento del 5,0% este año, la tasa más alta en América del Sur.
Además, República Dominicana tendría un crecimiento del 5,2%, la tasa más alta del PIB para 2024, excluyendo a la República de Guyana.
“No se puede crear un mejor futuro del trabajo sin crear un mejor futuro de la producción. Hay una serie de pilares que son los que incluye la política de desarrollo productivo: ciencia, tecnología e innovación; transformación digital; emprendimiento; cierre de brechas de capital humano, entre otros”, añadió Salazar-Xirinachs.
¿Qué está pasando con la economía de América Latina en 2024?
La actividad económica de las economías de la región continuó en una baja tasa, llegando al 1,5% en el primer trimestre de 2024, frente al mismo período del año anterior. El informe precisa que este sería el tercer trimestre consecutivo en que la tasa de crecimiento de las economías de América Latina “es inferior al 2,0%”, y el sexto en que se registra una reducción de la tasa de crecimiento respecto del 4,5% observado en el tercer trimestre de 2022.
Estos indicadores económicos muestran que la desaceleración del primer trimestre de 2024 ha sido generalizada en todas las economías de la región. Así, “mientras que la tasa de crecimiento de América Latina se redujo en promedio 1,7% entre el primer trimestre de 2023 y el mismo período de 2024, en las economías de América del Sur y de Centroamérica y México, la desaceleración supuso reducciones de 1,8% y 1,5%, respectivamente”, de acuerdo con el informe.
Las nuevas estimaciones de este organismo de Naciones Unidas también muestran que al cierre de 2024 la economía mundial crecería un 3,2%, tan solo una décima menor de lo registrado en 2023, y por debajo del promedio histórico del 3,8% anual, observado entre 2000 y 2019. El comercio mundial tendría un crecimiento en volumen del 2,6%.
Pero además, advierte la Cepal que la elevada vulnerabilidad de América Latina frente al cambio climático, debido a su ubicación geográfica y dependencia de sectores vulnerables como la agricultura y el turismo, se destaca como un riesgo significativo. Sin políticas adecuadas de adaptación y mitigación, el cambio climático podría tener efectos adversos importantes en el crecimiento económico y el empleo en la región. Modelos estimados muestran que, en un escenario sin mitigación, el PIB y el empleo podrían sufrir reducciones significativas hacia 2050.
El empleo, piedra angular de la economía de Latinoamérica
Los resultados principales revelan una estrecha correlación entre el crecimiento económico y la creación de empleo, tanto a nivel agregado como sectorial. La desaceleración económica observada ha resultado en una disminución de la tasa de crecimiento del empleo en la última década.
Entre 2013 y 2022, el empleo total aumentó un 10%, con un crecimiento del 18,6% del empleo informal y de un 3,3% del empleo formal. Al desglosar por género, se observa que el empleo informal entre las mujeres creció un 22,8%, en comparación con el crecimiento del 15,7% entre los hombres, lo que muestra un sesgo de género en la informalidad laboral.
“La educación reduce significativamente la probabilidad de ser informal. No es solo que reduce la probabilidad, sino que también la educación técnica y universitaria van a tener un papel clave en cómo pavimentar el camino de los empleos de baja productividad que requieren mayor educación”, explicó en la conferencia Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal.
La informalidad se concentra en dos grupos etarios: los más jóvenes y los adultos mayores, lo que explica el ciclo de vida de la mayoría de los hogares, explicó el vocero del organismo.