Bloomberg — Zheng Weirong, dueño de una fábrica, observó cómo se reducían los pedidos a la vez que se desmoronaba el mercado inmobiliario en China y optó por tomar medidas para preservar su negocio siderúrgico de la desaceleración.
Confiando en la reactivación del turismo, abandonó una línea de producción de barras de metal en 2021 y orientó su inversión a la producción de cabañas tamaño contenedor, usadas con frecuencia como casas de huéspedes. Este giro dio resultado, con una demanda que se elevó el año pasado a raíz del auge de los viajes chinos tras el fin de las restricciones impuestas por la pandemia.
Con una plantilla de cincuenta empleados a jornada completa, pretende subir sus ingresos un 30% este año, hasta unos 130 millones de yuanes (US$18 millones), una meta ambiciosa en un contexto de ralentización económica y vacilación en el gasto de los consumidores.
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“Cada vez son más las personas que se decantan por los viajes o las cosas bonitas y de mayor calidad”, explicó este empresario de 38 años de Guangdong, el centro manufacturero del sur del país. Y añadió que el consumo chino mejorará paulatinamente.
El éxito de Zheng pone de relieve un cambio en los patrones de consumo chinos, en los que la gente gasta más en servicios aunque siga siendo ahorradora y se abstenga de derrochar en bienes. Esto ha convertido a los servicios en un punto brillante en un consumo por lo demás aletargado, que ha lastrado a LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE y ha impulsado a Apple Inc. (AAPL) a recortar los precios.
Los datos lo corroboran.
Las ventas al por menor de servicios crecieron un 7,5% en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo de 2023, mientras que las ventas de bienes aumentaron sólo un 3,2%.
Esto supone tanto una oportunidad como una protección. Con los servicios en apenas un 50% del producto interior bruto, el sector tiene mucho margen para crecer antes de alcanzar el nivel del 75% que se ve en EE.UU. o en la Unión Europea.
Y con la industria manufacturera enfriándose y amenazada por los aranceles, un mayor consumo interno de servicios ayudaría a los propietarios de fábricas chinas como Zheng a resistir los choques externos.
"Desde el gobierno central hasta los gobiernos locales, todos intentan estimular la economía y mejorar los servicios", afirmó. "La búsqueda de una buena vida por parte de la gente también está creciendo. Sin duda, cada vez será mejor".
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Reconociendo el potencial del sector servicios y la necesidad de identificar los motores del crecimiento interno, el gabinete chino, el Consejo de Estado, anunció el sábado medidas radicales para mejorar la oferta de servicios. Las 20 acciones clave incluyen el impulso del gasto en restauración, turismo y alojamiento para los viajeros.
El impulso se produjo días después de que el presidente Xi Jinping dirigiera una reunión del Politburó el mes pasado en la que pidió hacer del consumo de servicios una “palanca clave” para impulsar el consumo.
“Sin duda hay más margen para desarrollar el sector servicios de China” en comparación con EE.UU. u otras economías avanzadas, afirmó Ernan Cui, analista de consumo en China de Gavekal Dragonomics. Sin embargo, señaló que las políticas de Pekín siguen inclinándose hacia la tecnología y la fabricación, y que se necesita más apoyo financiero para el sector servicios.
Economía de experiencias
Tianshui, un antiguo centro neurálgico de la Ruta de la Seda en la provincia de Gansu, es un excelente ejemplo de lo que los economistas llaman un auge de la “economía de experiencias”.
La ciudad, de unos 2,9 millones de habitantes, acogió a casi cuatro veces más turistas a principios de este año después de que se hiciera viral una reseña en vídeo de su comida callejera picante. En dos meses, la ciudad contabilizó 5.900 millones de yuanes (US$823,4 millones) en ingresos por turismo, el doble de los ingresos fiscales que obtuvo en 2023.
Una extensa red ferroviaria de alta velocidad y el aumento de la propiedad de automóviles han facilitado que la gente explore destinos menos conocidos como Tianshui o se aventure en la naturaleza.
Las ventas de artículos para actividades al aire libre, como tablas de paddle surf y equipos de buceo, se triplicaron con creces durante el festival anual de compras de junio con respecto al año anterior, según el gigante chino del comercio electrónico JD.com.
Las ventas de bicicletas de carretera, maillots de ciclismo y monopatines eléctricos también se duplicaron con creces, mostraron los datos.
“Los centros comerciales son muy tranquilos hoy en día. El aire libre ofrece experiencias más enriquecedoras y a la gente le gusta estar en la naturaleza ahora”, dijo Chen Xinyue, una vendedora de 24 años de una empresa que fabrica material de acampada en Xuzhou, provincia de Jiangsu.
"Desde la pandemia, mucha gente se ha dado cuenta de lo frágil que es la vida y prefiere vivir de forma más sana y divertirse", afirmó.
Este creciente apetito por la aventura también se refleja en la forma de viajar de la gente.
Las reservas de viajes personalizados, que permiten a pequeños grupos seleccionar sus propias rutas, destinos, vehículos y opciones de comida, se multiplicaron por más de diez en los primeros siete meses de 2024, según Tongcheng Travel Holdings. Eso superó el aumento de 1,9 veces de los viajes en grupo tradicionales, a pesar del mayor coste de los viajes personalizados.
“Eso demuestra que los viajeros valoran cada vez más la privacidad, la seguridad y la experiencia individual de sus viajes”, declaró la agencia de viajes en línea a Bloomberg.
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Aprovechar el momento
Desesperados por compensar la disminución de los ingresos procedentes de la venta de terrenos, los gobiernos regionales están aprovechando el auge de las experiencias patrocinando nuevas actividades culturales y deportivas para atraer a los turistas y estimular el crecimiento.
El condado de Rongjiang, en Guizhou, tuvo éxito con su “liga de fútbol de pueblo”, un carnaval con partidos de fútbol, música y bailes étnicos y fuegos artificiales. Más de 12 millones de personas lo han visitado desde mayo del año pasado, lo que ha reportado 13.000 millones de yuanes de ingresos turísticos (US$1814,3 millones).
Ahora está cortejando las inversiones de las cadenas hoteleras en parques de vehículos recreativos y áreas para acambar, a la vez que presiona para que haya más trenes de alta velocidad y campos de fútbol. Esta estrategia se alinea con el plan del Consejo de Estado de ampliar las instalaciones deportivas y acoger más eventos.
Los servicios representaron el 45% del gasto de los hogares el año pasado, según datos oficiales. Este porcentaje podría ascender a más del 50% en 2030, según una proyección del Instituto Chino para la Reforma y el Desarrollo, un grupo de reflexión con sede en la provincia de Hainan.
Pero el gasto de los consumidores sigue limitado por el modesto crecimiento de los ingresos y la caída de los precios de la vivienda, que hacen que los propietarios se sientan menos ricos.
Durante una importante festividad de cinco días en mayo, los viajeros realizaron un 28,2% más de viajes pero gastaron sólo un 13,5% más en comparación con el descanso de 2019. Esto indica un menor gasto por persona que antes de la pandemia y apunta a una tendencia a la baja del consumo.
“La clave para la recuperación del consumo es la estabilización del mercado inmobiliario”, escribieron los economistas de Macquarie Group Ltd., entre ellos Larry Hu, en una nota del 30 de julio.
Con esto en mente, los proveedores de servicios han mantenido los precios sin cambios a pesar del aumento de los costes de las materias primas, la mano de obra y el transporte, según mostró una encuesta de Caixin esta semana, ya que les preocupa perder cuota de mercado.
La presión competitiva mantiene a Zheng alerta. Para mantenerse en cabeza, dedica la mayor parte de su tiempo a desarrollar nuevos productos para satisfacer las necesidades de los clientes, y planea acabar subcontratando todo excepto la investigación y el desarrollo, el diseño y las ventas.
Él también forma parte de un cambio en el consumo, eligiendo ahora productos "prácticos y duraderos" en lugar de los artículos de gama alta que antes prefería.
"Todo el mundo solía desear Maybachs o Mercedes-Benz, pero ahora todos buscamos vehículos nacionales de nueva energía", dijo. "Lo que llamamos una mejora del consumo puede no ser necesariamente una mejora en términos de gastar más dinero".
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