Bloomberg — El endeudamiento de los consumidores estadounidenses aumentó en junio menos de lo previsto, como reflejo de los menores saldos de las tarjetas de crédito.
El crédito total pendiente aumentó en US$8.900 millones tras un avance revisado al alza de US$13.900 millones en mayo, según los datos de la Reserva Federal publicados este miércoles 7 de agosto de 2024. La mediana de las previsiones de una encuesta de Bloomberg entre economistas apuntaba a un aumento de 10.000 millones de dólares. Las cifras no están ajustadas a la inflación.
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El crédito renovable, que incluye las tarjetas de crédito, disminuyó en casi US$1.700 millones, la mayor cifra desde principios de 2021. El crédito no renovable, como los préstamos para la compra de vehículos y la matrícula escolar, aumentó en US$10.600 millones, la mayor cifra en un año.
A pesar de la disminución del crédito renovable, los estadounidenses han estado confiando cada vez más en las tarjetas de crédito y otras formas de financiamiento para apoyar el gasto a medida que el crecimiento salarial se ralentiza, los ahorros pandémicos se desvanecen y los precios más altos siguen picando. Con las tasas de interés todavía en máximos de dos décadas, a los economistas les preocupa que los consumidores que recurren al crédito -especialmente los de rentas más bajas- no puedan sostener el gasto durante mucho más tiempo.
Un informe reciente de la Fed de Filadelfia mostró que la proporción de saldos de tarjetas de crédito vencidas alcanzó un máximo histórico a principios de año en datos que se remontan a 2012. Datos separados del proveedor de puntuaciones crediticias VantageScore revelaron que las tasas de morosidad de los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito se situaron en junio por encima de los niveles prepandémicos.
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El gasto de los consumidores es el mayor motor del crecimiento económico estadounidense, por lo que los responsables de la Fed tendrán en cuenta la salud de las finanzas domésticas a la hora de decidir si comienzan a reducir los costos de los préstamos en su próxima reunión de política monetaria de septiembre. Después de que unos datos laborales peores de lo esperado provocaran la semana pasada una liquidación del mercado, los operadores y muchos economistas prevén ahora que los banqueros centrales bajen las tasas medio punto porcentual el mes que viene, en lugar de sus típicos movimientos de un cuarto de punto.
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