Bloomberg — El republicano Donald Trump desestimó la presión para debatir con la vicepresidenta Kamala Harris, diciendo que iba en cabeza en las encuestas y que los votantes ya sabían cuál era su postura y la de su rival demócrata sobre los temas.
“Bueno, yo quiero”, dijo Trump este viernes en el programa de Fox Business Network . “Ahora mismo digo: ‘¿Por qué debería hacer un debate? Voy en cabeza en las encuestas, y todo el mundo la conoce, todo el mundo me conoce”.
Harris, que está a punto de convertirse en la candidata presidencial demócrata en los próximos días, ha estado presionando a Trump para que siga adelante con un debate que ha programado contra el presidente Joe Biden para el 10 de septiembre, presentado por ABC News. En el primer debate de Trump con Biden, el presidente ofreció una actuación desastrosa que finalmente le llevó a poner fin a su candidatura a la reelección y a respaldar a Harris.
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La campaña de Trump ha tenido que cambiar su estrategia ahora que se enfrenta a un nuevo oponente a solo tres meses del día de las elecciones. Harris ha dinamizado a los demócratas, incluidos bloques clave como los votantes negros y los jóvenes, para reducir la ventaja del republicano en las encuestas y superarle en la carrera por el dinero.
El expresidente y su campaña han declinado comprometerse a un debate, diciendo inicialmente que esos planes no podían formalizarse hasta que los demócratas designaran oficialmente a su sustituto de Biden. El lunes, Trump dijo que “probablemente acabaría debatiendo” con Harris aunque insistió en que había “razones para no hacerlo”.
La estrategia de Trump de citar las encuestas para eludir los debates es una que utilizó durante la contienda de las primarias republicanas, en las que se negó a subir al escenario con sus rivales, programando regularmente un acto a la misma hora.
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Incluso cuando la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, era la única contrincante seria que le quedaba, Trump se negó a debatir con ella aludiendo a su amplia ventaja en las encuestas.
Cuando la campaña de Trump pasó a las elecciones generales, el expresidente dijo regularmente que estaba dispuesto a debatir con Biden. Su primer debate, el 27 de junio, se produjo cuando Trump aventajaba al presidente en ejercicio en las encuestas.
Los sondeos muestran a Harris estrechando la brecha con Trump y si las encuestas muestran que ella toma la delantera eso podría aumentar la presión sobre Trump para un debate.
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Una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 24 y el 28 de julio reveló que Harris borraba la ventaja de Trump entre los votantes de siete estados disputados que probablemente determinarán las elecciones. Harris cuenta con el respaldo del 48% de los votantes frente al 47% de Trump, una ventaja dentro del margen de error.
En su entrevista del viernes, Trump reconoció que había "más entusiasmo" por Harris que por Biden, pero dijo que eso era inevitable debido a los bajos índices de favorabilidad de Biden.
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