Bloomberg Línea — El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró que para Estados Unidos es claro, “dada la abrumadora evidencia”, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio.
Blinken destacó en un comunicado que para el pueblo venezolano también es claro ese resultado: “es el momento de que los partidos venezolanos inicien conversaciones sobre una transición respetuosa y pacífica de acuerdo con la ley electoral venezolana y los deseos del pueblo venezolano”.
Al igual que Brian Nichols, subsecretario de Estado de EE.UU., el pasado miércoles 31 de julio, Blinken se refirió al hecho de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara a Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones presidenciales sin ninguna prueba; en contraste, dijo, las actas publicadas por la oposición “indican que Edmundo González Urrutia obtuvo el mayor número de votos en estas elecciones por un margen insuperable”.
“Lamentablemente, el procesamiento de esos votos y el anuncio de los resultados por parte del CNE, controlado por Maduro, fueron profundamente defectuosos, lo que dio lugar a un resultado anunciado que no representa la voluntad del pueblo venezolano”, subrayó Blinken.
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También cuestionó la falta de transparencia en el proceso hasta la fecha: “el CNE aún no ha publicado los datos desglosados ni ninguna de las actas de escrutinio, a pesar de los reiterados llamamientos de los venezolanos y de la comunidad internacional para que lo haga (…). Esto sumado a las irregularidades cometidas durante todo el proceso, han restado toda credibilidad al resultado”, sentenció.
Por último, calificó las amenazas de Maduro a los líderes de la oposición como “un intento antidemocrático de reprimir la participación política y retener el poder” y dijo que los venezolanos detenidos mientras ejercían su derecho a participar o cuando exigían transparencia en la tabulación “deben ser puestos en libertad de inmediato”.
El vocero manifestó que Estados Unidos apoya plenamente “el proceso de restablecimiento de las normas democráticas en Venezuela” e indicó que el gobierno está dispuesto a estudiar “formas de impulsarlo conjuntamente con nuestros socios internacionales”, concluyó.
