Bloomberg — Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, iniciará este martes con un mitin en la ciudad de Atlanta una campaña para enfrentarse al candidato republicano Donald Trump en una franja más extensa de los estados indecisos (swing states).
Harris recibió del presidente Joe Biden un panorama electoral sombrío. Poco antes de abandonar la carrera electoral, las encuestas mostraron que el presidente estadounidense iba rezagado en casi todos los estados en disputa y que su falta de popularidad lo limitaba en gran modo a un escueto sendero hacia un triunfo que dependía de la conquista de un trío de estados clave de los Grandes Lagos.
Sin embargo, la tendencia ha cambiado con Harris en lo alto de la candidatura.
Aprovechando el entusiasmo de los votantes y el dinero de la campaña, la vicepresidenta está luchando por los estados del Cinturón del Sol (Sun Belt) que los demócratas habían prácticamente descartado, Georgia, Arizona y Nevada, así como por el llamado “Muro Azul” (Blue Wall) demócrata de Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
El evento de Harris en la ciudad más grande del estado de Georgia constituye su primer gran esfuerzo por conseguir que un grupo más amplio de estados vuelva a estar en juego desde que lanzó su campaña el 21 de julio.
Megan Thee Stallion, la rapera, tiene prevista una aparición en el mitin, como ella misma anunció este lunes en su cuenta de Instagram.
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La campaña de Harris confía en que su relativa popularidad entre los grupos de votantes clave, incluidas las mujeres, los votantes más jóvenes y la gente de color, haya contribuido a ampliar el mapa electoral, según personas familiarizadas con su pensamiento.
Esos grupos se habían alejado de Biden pero han gravitado hacia la nueva presunta candidata demócrata, que se convertiría en la primera mujer negra y en la primera presidenta asiático-americana si gana en noviembre.
“Los datos son claros: tenemos múltiples caminos hacia los 270 votos electorales”, dijo el lunes a la prensa Dan Kanninen, director de zonas de batalla de la campaña de Harris. “La vicepresidenta es fuerte tanto en el Muro Azul como en el Cinturón del Sol, y estamos corriendo duro en ambos”.
Campo de batalla en Georgia
Incluso antes de la dramática salida de Biden de la carrera, Harris había pasado más tiempo haciendo campaña en el Sur y el Oeste que el presidente. Georgia es un estado donde la campaña ve que esa inversión está a punto de dar sus frutos.
La visita de la vicepresidenta a Georgia este martes es la decimoquinta desde que asumió el cargo y su campaña ha presumido de su presencia allí, que incluye 24 oficinas. La serie de gastos de Trump y sus partidarios indica que ellos también ven a Georgia como un estado competitivo.
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El expresidente y su compañero de fórmula, JD Vance, anunciaron planes para un mitin el sábado en Atlanta. Trump y su súper comité de acción política aliado han reservado US$14,7 millones en publicidad en Georgia hasta finales de agosto, según AdImpact, casi el triple de los US$4,9 millones que Future Forward PAC, que respalda a Harris, tiene previsto gastar.
La campaña de Harris lanzó el martes una campaña publicitaria de US$50 millones en los estados más disputados, promocionando su experiencia como fiscal.
La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios.
Trump ganó Georgia por más de 5 puntos porcentuales en 2016, pero lo perdió frente a Biden cuatro años después por menos de un cuarto de punto, la primera vez que un candidato demócrata llevaba las riendas del Estado del Melocotón en casi tres décadas. Las elecciones de 2020 dejaron una marca indeleble: Trump fue acusado el año pasado de cargos estatales con los que pretendía anular su derrota.
Conseguir el apoyo de los votantes negros en Atlanta será crucial para las posibilidades de Harris.
La ciudad ha sido considerada durante mucho tiempo una meca negra, un imán para la gente de color con un grupo de colegios y universidades históricamente negros que han sido un conducto para los jóvenes profesionales y una fuente de activismo político.
Es un punto de aterrizaje popular para los miembros de las Nueve Divinas (Divine Nine), las fraternidades y hermandades negras más prominentes, cuya red ha aprovechado Harris como miembro de Alpha Kappa Alpha. Ofrecen a su campaña un juego de tierra orgánico en el estado.
La representante Nikema Williams, que también preside el Partido Demócrata de Georgia y asistirá al acto de Harris, dijo que su estado natal sigue siendo un “verdadero campo de batalla”.
"Estamos viendo el entusiasmo sobre el terreno, estamos viendo a gente apuntarse como voluntaria que no lo había hecho antes", dijo Williams en una entrevista.
Una encuesta del Emerson College a principios de julio, cuando Biden aún estaba en la carrera, le mostraba por detrás de Trump en Georgia, 47% a 41%. Un sondeo realizado después de la entrada de Harris le mostró estrechando la brecha a 48% a 46%.
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Muro azul
Biden puso fin a su candidatura tras la presión de sus compañeros demócratas alarmados por su calamitoso debate contra Trump.
Las encuestas mostraban que la carrera se movía en dirección a Trump. El republicano ganó ventaja en muchos estados indecisos y puso en juego lugares que Biden ganó fácilmente en 2020, como Minnesota y Virginia.
“Estaba expandiendo el mapa hacia estados en los que los demócratas realmente no tenían nada que perder”, dijo Amy Walter, editora del informe no partidista Cook Political Report. Harris “tomó lo que era un mapa en rápida expansión, que estaba beneficiando a Trump, y lo ha reducido de nuevo a los estados disputados”.
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Con Biden al frente de la candidatura, los demócratas veían los estados del Muro Azul como su mejor camino hacia la reelección. El presidente a menudo pregonaba su postura a favor de los sindicatos en un esfuerzo por ganarse a los votantes blancos de clase trabajadora.
Sin embargo, la elevada inflación ha ensombrecido las inversiones de Biden en fabricación nacional e infraestructuras. El amplio escepticismo de los votantes sobre la gestión de la economía por parte de la administración también amenaza con socavar la campaña de Harris.
Kanninen, el director de los campos de batalla, dijo en una entrevista que no hay indicios de que Harris esté obteniendo peores resultados en todo el Muro Azul.”No hemos visto ningún dato que sugiera un retroceso en absoluto”, dijo. “La teoría del caso ha sido ganar carreras reñidas a través de varias geografías y tener los recursos para hacerlo”.
Repunte demócrata
La campaña de Harris ha inscrito al menos a 170.000 nuevos voluntarios desde que Biden la respaldó, incluidos más de 50.000 en los estados disputados, dijo Kanninen.
Los demócratas también tienen renovadas esperanzas de competir en Nevada, un estado con un electorado relativamente joven con una gran población negra, latina y asiática y de las islas del Pacífico.
“Cuando se trata de captar electores imprescindibles, de dinamizar a los votantes jóvenes y de conectar con las familias de Nevada en los temas que les importan, la vicepresidenta Harris ya ha empezado a trabajar para ganar y ganarse su voto”, dijo Molly Forgey, una operativa de la campaña demócrata en el estado.
El partido vio un aumento del interés allí cuando Biden respaldó a Harris, dijo un funcionario de la campaña demócrata, que habló bajo condición de anonimato.
Cerca de 600 nuevos voluntarios se apuntaron ese día. Harris también ha cultivado lazos con grupos sindicales de Nevada, incluido el poderoso Sindicato de Trabajadores Culinarios, más recientemente durante una visita a Las Vegas en enero.
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