Bloomberg — El futbolista argentino Enzo Fernández no será sancionado por el Chelsea Football Club tras grabarse a sí mismo cantando una canción ofensiva sobre los futbolistas franceses, después de pedir disculpas a sus compañeros de equipo, según los informes.
Fernández, de 23 años, también se ofreció a hacer una importante donación a una organización benéfica contra la discriminación, y el proceso disciplinario interno ya ha concluido, según informaron el martes varios periódicos, entre ellos The Guardian, sin precisar de dónde habían sacado la información.
El club de fútbol no respondió a la solicitud de comentarios.
Sin embargo, es posible que el asunto no haya terminado del todo. La investigación de la FIFA que comenzó después de que la Federación Francesa de Fútbol presentara una queja ante el organismo futbolístico internacional continúa. Según los informes, la Asociación de Fútbol podría prohibir a Fernández jugar partidos nacionales.
El himno nacional de Argentina fue abucheado antes de la derrota futbolística del equipo ante Marruecos en los Juegos Olímpicos de París.
En una retransmisión en directo después de que la selección argentina ganara la Copa América el 14 de julio, Fernández y sus compañeros de equipo entonaron una canción despectiva sobre los jugadores franceses negros que también era antitrans. Wesley Fofana, defensa del Chelsea y de la selección francesa, lo calificó de «racismo desinhibido» y dejó de seguir a Fernández en las redes sociales, junto con los otros seis jugadores franceses del Chelsea.
Fernández se disculpó públicamente en Instagram después de que el video se hiciera viral, diciendo que «no hay absolutamente ninguna excusa para estas palabras», mientras que el Chelsea emitió un comunicado señalando que «encuentra todas las formas de comportamiento discriminatorio completamente inaceptables.» Ahora se ha incorporado a los entrenamientos de pretemporada del Chelsea en Estados Unidos, donde el club está disputando una serie de partidos amistosos.
Medios de comunicación internacionales, activistas y otras personas han seguido de cerca las reacciones al incidente. Las acciones del Chelsea, propiedad de Clearlake Capital Group, han sido objeto de un escrutinio especialmente minucioso, dado el gran número de jugadores franco-negros de la plantilla.
Kick It Out, una de las mayores campañas británicas contra el racismo, dijo previamente que la respuesta al incidente «no puede empezar y terminar con una disculpa» y que los jugadores deben «rendir cuentas» por sus acciones.
Fernández llegó al Chelsea en enero de 2023 procedente del Benfica, un club de fútbol con sede en Portugal, por un traspaso de más de 105 millones de libras y le quedan ocho años de contrato. Gana 180.000 libras a la semana, según el Evening Standard.
La respuesta del club a Fernández contrasta con su actitud ante el lenguaje ofensivo de sus aficionados, algunos de los cuales han recibido prohibiciones de entrada de por vida a su estadio.
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