Trump dirige palabras cordiales a Netanyahu tras las fricciones en la Casa Blanca

El expresidente criticó las declaraciones de Kamala Harris tras reunirse con Netanyahu el jueves por no ser “muy amables en lo que respecta a Israel”

Trump saludó a Netanyahu y a su esposa Sara en el escalón superior del dorado vestíbulo de su finca de Florida.
Por Iain Marlow
26 de julio, 2024 | 09:05 PM

Bloomberg — Donald Trump dio al primer ministro Benjamin Netanyahu la calurosa bienvenida que esperaba en Mar-a-Lago el viernes después de que el israelí recibiera un reproche apenas velado de la candidata presidencial Kamala Harris en Washington.

Trump saludó a Netanyahu y a su esposa Sara en el escalón superior del dorado vestíbulo de su finca de Florida y criticó las declaraciones de Harris tras reunirse con Netanyahu el jueves -en las que citó la grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza- por no ser "muy amables en lo que respecta a Israel".

Era todo lo que Netanyahu podía esperar al hacer el viaje a Florida después de que el miércoles pronunciara un discurso ante el Congreso que fue criticado por los demócratas. Al día siguiente se reunió con el presidente Joe Biden, y después mantuvo un encuentro por separado con Harris, que dijo que no iba a “guardar silencio” sobre el sufrimiento humanitario en Gaza.

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"Ningún presidente ha hecho lo que yo he hecho por Israel, y siempre hemos tenido una relación muy buena", dijo Trump, sentado en una mesa frente a Netanyahu en Mar-a-Lago. No mencionó la ruptura que se abrió entre los dos hombres en 2020 después de que Netanyahu felicitara a Biden por su victoria electoral.

Lea también: Netanyahu promete seguir presionando en Gaza en un desafiante discurso en el Congreso de EE.UU.

Netanyahu viajó a Mar-a-Lago buscando arreglar las cosas con el que fuera y posiblemente sea futuro presidente y recabar el apoyo republicano a su plan de seguir adelante con la guerra contra Hamás. Él y su coalición no han ocultado su preferencia por la victoria de Trump en noviembre.

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Netanyahu publicó en las redes sociales una foto de pie junto al ex presidente y luciendo una gorra de béisbol azul con la frase "Victoria total", una referencia a la línea dura de su gobierno contra Hamás, al que EE.UU. ha designado grupo terrorista. Netanyahu no hizo tal exhibición en sus reuniones en la Casa Blanca, aunque utilizó la frase en su discurso ante el Congreso.

Trump se insertó directamente en medio de la complicada política regional. Prometió que “cuando regrese a la Casa Blanca, hará todo lo posible por llevar la paz a Oriente Próximo”, según un comunicado de la campaña. Antes, el viernes, publicó en las redes sociales una carta que recibió de Mahmud Abbas, el jefe de la Autoridad Palestina en Cisjordania y blanco frecuente de los desprecios de Netanyahu.

Trump ha dicho que debería permitirse a Israel "terminar el trabajo" contra Hamás, pero dijo a Fox News en una entrevista que "están siendo diezmados con esta publicidad".

La vicepresidenta de EE UU, Kamala Harris, dice que presionó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que aceptara un alto el fuego y le advirtió sobre el número de civiles muertos en Gaza durante una reunión, la primera que mantuvieron desde que ella entró en la carrera hacia la Casa Blanca en 2024.

Esa declaración equívoca de Trump, junto con el respaldo poco entusiasta que Netanyahu recibió de los demócratas esta semana, puso de relieve cómo el viaje a EE.UU. corría el riesgo de aislar aún más al líder israelí. Programó la visita en lo que parecía una época diferente: antes del atentado contra Trump y de la decisión de Biden de ceder la candidatura demócrata y respaldar a Harris.

Los líderes estadounidenses están ahora centrados en las elecciones y la presión política en torno a la guerra va en aumento. Harris se ha mostrado más dispuesta a hablar críticamente sobre la conducta de Israel que Biden.

Tras su reunión con Netanyahu el jueves, Harris dijo que había "dejado clara mi seria preocupación por la terrible situación humanitaria" en Gaza. "Es hora de que esta guerra termine", afirmó.

Netanyahu y sus principales ayudantes temen que los comentarios de Harris sobre el sufrimiento palestino lleven a Hamás a endurecer los términos de un acuerdo sobre rehenes y alto el fuego, según un alto funcionario israelí que pidió no ser identificado al hablar de conversaciones privadas. Israel espera que su declaración tras reunirse con Netanyahu el jueves no sea interpretada por Hamás como prueba de una brecha que podría hacer más remoto un acuerdo.

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Tras la reunión, el ministro del gabinete israelí de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, que apoyó a Trump para la presidencia a principios de esta semana, escribió en X: "No habrá tregua, señora candidata".

Con el impulso que está cobrando su candidatura para desafiar a Trump por la presidencia, la reunión con Netanyahu fue una oportunidad para que Harris tranquilizara a los votantes proisraelíes -y prometió un firme apoyo de EE.UU. a la seguridad de Israel-, al tiempo que le brindaba la oportunidad de enviar un mensaje a los votantes progresistas molestos por el aumento de las víctimas civiles.

Mientras que la declaración formal de la Casa Blanca sobre su reunión con Netanyahu reflejaba el lenguaje oficial sobre la política de la administración en Oriente Próximo, el tono más agudo de Harris y las imágenes más conmovedoras sobre el sufrimiento en Gaza reflejaban lo que parecía ser parte de un intento continuo de distinguir su postura sobre la guerra entre Israel y Hamás de la de Biden.

"Se está posicionando, está cambiando el tono, está diciendo algo diferente en tono pero no en sustancia de lo que dice Biden", dijo Brian Katulis, antiguo funcionario estadounidense que ahora trabaja en el Instituto de Oriente Próximo. "Ahí hay una diferencia de tono, pero la política no es tan diferente".

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--Con la colaboración de Peter Martin, Stephanie Lai y Ethan Bronner.

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