Bloomberg — Las apuestas deportivas en línea están aumentando el estrés de los consumidores a medida que prolifera el acceso a los juegos de azar, según un nuevo estudio.
Una sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. en 2018 llevó a 38 estados a legalizar las apuestas deportivas. A su paso, los investigadores hallaron un “aumento sustancial” de la morosidad en los préstamos para automóviles, las quiebras y los cobros de deudas en los estados que permitieron las apuestas deportivas en línea, según el documento de trabajo que aún no ha sido revisado por pares.
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"Aunque muchos estados pueden haber optado por la legalización con la esperanza de aumentar los ingresos fiscales, el efecto negativo que documentamos puede contrarrestar parcialmente los beneficios de los ingresos fiscales a medida que se deteriora la salud financiera de más consumidores", escribieron los autores dirigidos por Brett Hollenbeck, profesor asociado de la Anderson School of Management de la Universidad de California en Los Ángeles. Los resultados se basaron en datos de más de cuatro millones de personas en un intervalo comprendido entre marzo de 2016 y junio de 2023.
Las medidas de la Reserva Federal para frenar la inflación han mantenido las tasas de interés en general al alza, lo que ofrece menos margen de maniobra a los consumidores en general. Es probable que la Fed señale la próxima semana sus planes de recortar los tipos en septiembre, según los economistas encuestados por Bloomberg News, una medida que, según ellos, iniciará reducciones cada trimestre hasta 2025.
Las apuestas deportivas se han expandido rápidamente desde los casinos tribales y comerciales tras la sentencia de 2018 que anuló una ley federal de 1992, que prohibía las apuestas deportivas autorizadas por los estados con algunas excepciones. Desde entonces, las grandes casas de apuestas deportivas han tomado cartas en el asunto, ingresando más de cien mil millones de dólares en apuestas sólo el año pasado, lo que supone un aumento de más de una cuarta parte respecto al año anterior.
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Los investigadores estudiaron la diferencia entre las apuestas en línea y las que tienen lugar en persona, y descubrieron una tensión similar pero más fuerte entre los consumidores de los estados que permiten las apuestas en línea, según Hollenbeck. Esa tendencia se manifestó en la puntuación crediticia media, que descendió ligeramente, pero a un ritmo unas tres veces mayor en los estados que permiten las apuestas en línea.
"Encontramos pruebas bastante significativas y convincentes de que cuando los estados legalizan las apuestas deportivas, la gente aumenta significativamente las apuestas problemáticas, y esto es especialmente cierto cuando los estados legalizan las apuestas móviles", dijo Hollenbeck.
Por el contrario, la morosidad de las tarjetas de crédito disminuyó entre los apostantes deportivos, una tendencia que apareció un par de años después de la legalización y que sorprendió a Hollenbeck.
"Hay un descenso bastante significativo en los límites de las tarjetas de crédito, y eso sugiere que las compañías de tarjetas de crédito son conscientes y evitan que sus consumidores hagan apuestas", dijo.
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