El G-20 excluye el impuesto multimillonario de Brasil del borrador del comunicado

La idea ha dividido al G-20 y al Grupo de los 7 desde que se dio a conocer inicialmente en febrero, obteniendo el apoyo de naciones como Francia y Sudáfrica mientras que EE.UU. y otros países la rechazaban

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Bloomberg — Los principales jefes de finanzas del mundo están dispuestos a dar carpetazo al controvertido plan de Brasil de crear un impuesto global sobre los multimillonarios, incluyendo sólo una vaga mención de la idea en un borrador de comunicado de la reunión de esta semana en Río de Janeiro.

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El borrador del comunicado, que fue obtenido por Bloomberg News, carece de cualquier compromiso para seguir explorando un impuesto mínimo del 2% sobre los individuos más ricos del mundo, un plan que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, situó en el centro del año de su país como líder del Grupo de los Veinte.

En su lugar, se limitaron a decir que "seguirán trabajando juntos hacia un sistema fiscal internacional más justo, estable y eficiente, adecuado para el siglo XXI".

La idea ha dividido al G-20 y al Grupo de los 7 desde que se dio a conocer inicialmente en febrero, obteniendo el apoyo de naciones como Francia y Sudáfrica mientras que EE.UU. y otros países la rechazaban. En medio de esos desacuerdos, los ministros de Finanzas entraron en la reunión de esta semana en Río dispuestos a dejar el plan para más adelante, pidiendo estudios sobre fiscalidad y desigualdad que podrían llevar años, tal y como informó Bloomberg News el miércoles.

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La redacción final del comunicado está sujeta a los debates en curso. El grupo también tiene previsto emitir una declaración separada sobre la cooperación internacional en política fiscal, según dijo el jueves a la prensa Tatiana Rosito, secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda de Brasil.

Lula ha impulsado el gravamen como una forma potencial de ayudar a pagar las luchas globales contra el cambio climático y el hambre. Sin embargo, Estados Unidos y otras naciones han seguido expresando dudas sobre su viabilidad.

"La política fiscal es muy difícil de coordinar a nivel mundial, y no vemos la necesidad ni creemos realmente que sea deseable intentar negociar un acuerdo mundial al respecto", declaró el jueves a la prensa en Río la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.

Las peticiones de nuevos estudios sobre cómo los gobiernos pueden aumentar la transparencia y la equidad en la fiscalidad de las personas se incluirán en la declaración separada sobre cooperación global, según múltiples personas familiarizadas con las discusiones. Esa tarea correrá a cargo de los artífices de un gravamen mínimo global sobre las corporaciones, un plan del G-20 que ha logrado algunos avances en los últimos años.

El borrador del comunicado también reconoce la necesidad de una mayor transparencia de la deuda entre las naciones en desarrollo y sus acreedores más ricos.

--Con la colaboración de Christopher Condon.

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