Latinoamérica vive “una verdadera fase expansiva del mercado de la cocaína”, advierte ONU

ONU Antidrogas advierte sobre los cambios de tendencias que se producen en el mercado de la cocaína, a medida que el negocio ilegal de los opioides se extiende en las Américas

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Bloomberg Línea — A media que las Américas tratan de contener la extensión de los opioides, la cocaína está desatando “una tormenta perfecta” globalmente con un aumento del consumo, mientras que la producción ya no está centrada únicamente en los mercados tradicionales, dijo a Bloomberg Línea el coordinador del Área de Análisis, Monitoreo e Innovación de UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, Leonardo Correa.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) advirtió en una entrevista en Bogotá sobre un aumento de la producción de la cocaína, en la fase de oferta.

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Comienzan a identificarse con más frecuencia “cultivos en Centroamérica, laboratorios para la transformación de la base de cocaína y cocaína en casi todo Sudamérica e inclusive laboratorios en Europa para hacer esta transformación, es decir, una verdadera fase expansiva del mercado de la cocaína”, dijo

Y aunque “el mercado de Norteamérica parece más bien estable, en Europa y Oceanía sigue incrementándose. Además, aparecen mercados emergentes en Asia, en África, inclusive en Latinoamérica”, indicó.

Estos factores combinados están “creando este apetito cada vez mayor por la cocaína. Es una tendencia que no es reciente, que se remonta a por lo menos a 2018, pero efectivamente estamos llegando a unos niveles en los cuales la situación se hace más compleja tanto para los países productores, como por el riesgo de que pueda salir de esos productores tradicionales”.

Globalmente, se estima que el número de consumidores de cocaína se ubica en los 23 millones.

UNODC explica en el ‘Informe mundial sobre las drogas 2024′ que en 2022 se registró una nueva cifra récord de 2.757 toneladas de cocaína en el mundo, un 20% más frente a 2021.

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Y el cultivo mundial de arbusto de coca llegó a las 355.000 hectáreas, lo que significó un aumento del 12% entre 2021 y 2022.

“El auge prolongado de la oferta y demanda de la cocaína ha coincidido con la escalada de violencia en los Estados ubicados a lo largo de la cadena de suministro, principalmente en Ecuador y los países del Caribe, y un incremento en los daños a la salud en los países de destino, incluidos los de Europa Occidental y Central”, dice la entidad.

Opioides “comienzan a dominar”

“Los opioides han comenzado a dominar el escenario” y son en la actualidad la segunda droga más popular del mundo con 60 millones de consumidores, a medida que la amenaza se extiende en Latinoamérica, que aún no logra controlar el flagelo de la cocaína, dijo Correa.

Si bien todavía “no está abiertamente en los mercados” de Latinoamérica, el consumo sí presenta señales de alerta y por lo anterior se requiere adoptar una fase preparatoria, manifestó Correa.

“No hay evidencias de que haya producción local del fentanilo (en Latinoamérica), sigue predominando esta idea de que viene de mercados externos. Hay desvío de su uso como droga, de su uso farmacéutico”, ahondó.

UNODC ha constado que globalmente los opioides (como el fentanilo) ganan protagonismo a medida que su mercado crece, principalmente en Norteamérica y más recientemente en Europa, mientras los opiáceos (provienen directamente del opio) se reducen.

Según el ejecutivo, los casos que se han identificado en este momento en la región están más relacionados precisamente con el desvío del fentanilo del sistema de salud y señaló que el hecho de que no existan las suficientes medidas para controlar esta situación “ya es una alerta”.

“No solo por el caso específico del fentanilo, sino por cualquier otro tipo de droga que se pueda estar desviando. (…) La mayor preocupación es la forma en la que se está utilizando y cómo empieza a mezclarse. En algunos casos, encontraron cocaína con fentanilo, que tienen dos efectos totalmente opuestos”, comentó.

De acuerdo a cifras de UNODC, el número de personas que usan drogas se elevó a 292 millones en 2022, un aumento de 20% en 10 años, y el cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), dice el ‘Informe mundial sobre las drogas 2024′.

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En Norteamérica, donde se afronta una crisis de sobredosis atribuida al consumo de opiáceos, las muertes provocadas por estas drogas siguen en tasas sin precedentes tanto en EE.UU. como en Canadá.

En 2022, Canadá notificó 7.500 muertes por opioides, casi tres veces más que en 2016, mientras que en EE.UU. llegaron en el mismo año hasta algo menos de 82.000, un aumento global de 24 veces desde 2010. Aunque en EE.UU. los datos preliminares para 2023 apuntan a una estabilización en algo más de 81.000 muertes por opioides.

“De cualquier manera, la principal preocupación está en lo complejo que es manejar dosis tan pequeñas. Garantizar que no se va a exceder la droga que tiene un nivel letal para la gente. Es un mercado que tiene mucho riesgo e independientemente de qué tan extendido está, en sí mismo representa un riesgo de preocupación”, señaló.

Leonardo Correa dijo que a pesar de que pareciera que Latinoamérica estuviera lejos de la crisis que se está viviendo en Norteamérica, hay que comenzar ya en la preparación “no solo de los equipos forenses y policiales, sino también de toxicología y de la capacidad para atender este tipo de intoxicaciones”.

“Relajación” en las políticas antidrogas podrían no estar contribuyendo

Correa consideró además que la sensación de relajación respecto a los riesgos de las drogas, en particular en el cannabis, sí puede provocar que el consumo se inicie a etapas más tempranas, lo que “es un problema, sobre todo porque tiene implicaciones en la información del cerebro”.

La entidad también ha advertido que la heterogeneidad en las características de la droga, sumado a una menor percepción de riesgo con relación a drogas como el cannabis, podría estar generando mayores problemas asociados al consumo de marihuana en la región.

“Las concentraciones de THC son muy disímiles, de la misma manera que hay algunas dosis con bajas concentraciones, puede haber en otras regiones o en la misma región dosis con mucha mayor concentración”, señaló el vocero de UNODC.

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En Latinoamérica es bastante preocupante que la edad de inicio es cada vez más baja y que casi el 47% de las personas que entran en tratamiento son jóvenes y la mayoría de ellos inició el consumo de drogas a través del cannabis.

A propósito de esta situación, la UNODC advierte que hay que considerar muchas otras variables, dado que no existe un tipo de regulación que se adapta a todos los mercados, y que, por tanto, hay que tener un sistema de salud público que esté preparado para estas decisiones, que pueda identificar cuando las cosas se están saliendo del cauce y logre atender a las personas que puedan estar llegando a escenarios de consumo complejo.

“Una de las observaciones del informe es que apenas 1 de cada 11 personas que necesitan tratamiento están logrando acceder a él. Y si esa persona es una mujer, la posibilidad de acceder a un tratamiento es aún menor. Si un país determina avanzar en estos deberes más regulados de consumo, debería también mejorar su sistema de acceso a la salud y de monitoreo”, remató Correa.