Bloomberg — Al respaldar a Donald Trump y prometer grandes sumas de dinero para su campaña de reelección, Elon Musk se ha posicionado para engatusar a un expresidente de EE.UU. que, por lo demás, se muestra escéptico ante los autos eléctricos.
En cuanto al resto de su programa, hay mucho que gustar a SpaceX, X y las otras tres empresas de Musk.
Trump ha prometido revertir las políticas de la administración Biden que canalizarían miles de millones de dólares en subvenciones a Tesla Inc. y sus clientes. Pero Trump también ha prometido una nueva era de desregulación que podría liberar a la empresa más valiosa de Musk de parte del escrutinio federal al que está sometida debido a cuestiones que van desde la seguridad y eficacia de su tecnología de conducción automatizada hasta la oposición de su CEO a los sindicatos. Para SpaceX, la ventaja política es más clara y generalizada.
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La plataforma del Partido Republicano que Trump ayudó a diseñar aboga por mejorar las asociaciones del Gobierno con el sector espacial comercial que domina la empresa de Musk. También contiene la promesa de enviar astronautas estadounidenses a la Luna y a Marte, prácticamente haciendo eco de la misión multiplanetaria de SpaceX.
Otras posibles ventajas y desventajas de que Musk se convierta en uno de los principales benefactores podrían ser convencer a Trump de que vuelva a publicar regularmente en la red social X, propiedad de Musk, lo que atraería tráfico a la plataforma, en la que el ex presidente tiene unos 87,6 millones de seguidores.
“Musk es el capitalista por excelencia, y Trump es un capitalista afín en espíritu”, dijo Lou Peluso, un director gerente de Alvarez & Marsal que codirige el grupo de industria aeroespacial, defensa, aviación y espacio de la consultora. “Elon espera que haya un entorno más favorable para sus muchos negocios, ya sea menos obstáculos regulatorios o un apoyo más favorable para impulsar el crecimiento”.
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Musk no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios. En respuesta a un seguidor que predijo el miércoles que Trump volvería a ocupar la Casa Blanca y tendría una buena relación con él, Musk escribió: “Saldrá bien”.
Los llamamientos de Trump para reinar en las regulaciones y defender la inteligencia artificial y otras innovaciones encajan perfectamente con los objetivos del desarrollador de chatbot xAI de Musk, el fabricante de implantes cerebrales Neuralink y el constructor de túneles The Boring Company. Pero las empresas que más se juegan son las dos más valiosas.
Las regulaciones
La Ley de Reducción de la Inflación que el Presidente Joe Biden promulgó en agosto de 2022 hizo que los clientes de Tesla pudieran optar a hasta US$7.500 en créditos fiscales federales, y también incluyó incentivos para que las empresas fabricaran células y paquetes de baterías en Norteamérica. Tesla y su socio en el sector de las baterías, la japonesa Panasonic Holdings Corp., están a punto de cosechar miles de millones más en créditos fiscales para la fabricación en los próximos años que cualquier otra empresa, según predijo el año pasado el investigador Benchmark Mineral Intelligence.
Musk ha tratado de restar importancia a la pérdida de estas ventajas en los días posteriores a su apoyo a Trump el 13 de julio: “Quiten los subsidios. Solo ayudará a Tesla”, publicó Musk en X tres días después. “Además, ¡eliminen los subsidios de todas las industrias!”
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El año pasado, sin embargo, Tesla rebajó uno de sus vehículos más caros, el Model S, en más de US$40.000 para que la berlina pudiera optar a créditos fiscales. Musk también se refirió al IRA como “útil” y “bien escrito” en una entrevista con CNBC.
Musk ha acusado al gobierno de Biden de emprender una “guerra legal” contra él y sus empresas, aunque varios de sus enfrentamientos con los organismos reguladores son anteriores a la presidencia de Biden. Los casos e investigaciones de Tesla van desde la investigación por parte del Departamento de Justicia de posibles infracciones en materia de beneficios personales, la autonomía anunciada de sus vehículos y las funciones que el fabricante comercializa como Autopilot y Full Self-Driving; la denuncia de discriminación racial en la fábrica de la empresa cerca de San Francisco por parte de la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE.UU.; y la conclusión de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de que Musk amenazó ilegalmente a los trabajadores para que no se sindicaran.
El mes pasado, Musk dijo a un accionista de Tesla que podía ser persuasivo, cuando se le preguntó cómo se las había arreglado para atraer los elogios de Trump a pesar de sus críticas a los vehículos eléctricos: “He tenido algunas conversaciones con él, y me llama sin motivo”, dijo Musk.
“Muchos de sus amigos tienen Teslas, y a todos les encantan, y él es un gran fan del Cybertruck. Así que creo que esos pueden ser factores que contribuyan”.
Impulso espacial
Trump ha elogiado mucho a SpaceX desde su primer mandato, incluso cuando la empresa le recibió para un lanzamiento en mayo de 2020: “Este ha sido tu bebé”, dijo Trump a Musk durante una sesión informativa sobre lanzamientos en el Centro Espacial Kennedy de Florida.
“Es el objetivo principal con diferencia”, respondió Musk.
SpaceX transporta astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional para la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio y lanza cargas militares sensibles para el ejército estadounidense, incluida la Fuerza Espacial de Estados Unidos, que se creó durante la presidencia de Trump.
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Además de buscar contratos gubernamentales por valor de miles de millones de dólares -que han fluido hacia SpaceX mientras Biden ha estado en la Casa Blanca-, Musk podría presionar para que la Administración Trump reconsidere excluir el negocio de internet basado en el espacio de la empresa de recibir US$886 millones en subsidios federales para proporcionar servicio de banda ancha a comunidades rurales.
La Comisión Federal de Comunicaciones rechazó la solicitud de subsidio de la unidad Starlink de SpaceX en agosto de 2022, alegando que la tecnología de la empresa aún está en desarrollo y que las velocidades del servicio eran insuficientes. Estoy seguro de que Musk tiene una lista” de lo que quiere, dijo Peluso, de Alvarez & Marsal.
”Lo que diferencia a Elon es esto: Nadie más está dispuesto a suscribir, tan públicamente, cuál es su agenda de una manera tan intrépida.”
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