Bloomberg — El presidente Joe Biden está “absolutamente” decidido a permanecer en la carrera presidencial y reanudará la campaña la próxima semana, dijo el viernes un alto asesor, incluso cuando sus aliados han comenzado a ver su salida de la carrera como algo inevitable.
“Joe Biden está más comprometido que nunca a vencer a Donald Trump, y creemos que en esta campaña estamos preparados para las reñidas elecciones en las que estamos y vemos el camino a seguir”, dijo Jennifer O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de Biden, en una entrevista con MSNBC.
Pero mientras la veterana asesora insistía en que no había ninguna posibilidad de que Biden pensara abandonar, NBC News informó de que los miembros de la familia del presidente habían discutido cómo sería un posible plan de salida. El informe subraya hasta qué punto la campaña de presión sin precedentes de los líderes del partido y los donantes ha puesto en jaque el esfuerzo de reelección de Biden, atrayendo incluso a su familia, ferozmente protectora.
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La aparición de O’Malley Dillon en Morning Joe -un programa favorito del presidente y de muchos de sus partidarios liberales- pretendía ser la señal más clara hasta ahora de que Biden, aislado en Delaware tras dar positivo por Covid-19, sigue decidido a permanecer en la carrera. Pero pocos demócratas fuera de la sede de Biden en Wilmington creen que su campaña siga siendo viable.
El tiempo para una salida elegante se está acabando.
Trump, aceptó la nominación republicana a bombo y platillo el jueves por la noche en Milwaukee, unificando a su partido mientras recordaba su estrecha huida de la bala de un asesino. Pero el discurso serpenteante, salpicado de referencias al asesino en serie de ficción Hannibal Lecter, su relación positiva con el líder norcoreano Kim Jong Un y un ataque a los líderes sindicales, sólo subrayó a muchos demócratas cómo la elección debería ser ganable.
Los demócratas se reúnen para su propia convención de nominación dentro de un mes y los funcionarios del partido han indicado que podrían actuar tan pronto como a principios de agosto para consolidar la posición de Biden en la papeleta.
Como ganador de las primarias demócratas, Biden es el único que puede tomar la decisión. El presidente, de 81 años, podría insistir en hacer una campaña final desafiante y solitaria con la esperanza de demostrar que todo el mundo se equivoca.
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La incertidumbre ya ha dejado a los demócratas en la estacada.
Los líderes del partido están ansiosos por llevar la lucha a Trump, pero los demócratas pierden la oportunidad de pasar a la ofensiva cada día que el melodrama de Biden domina la conversación nacional. Una encuesta publicada el jueves por CBS News mostraba a Trump con una mayoría -52%- de probables votantes.
“Avanzamos hacia la convención. Hay que tomar decisiones”, dijo Amy Dacey, exdirectora ejecutiva del Comité Nacional Demócrata.
Desde que la actuación de Biden en el debate de hace tres semanas desatara el pánico entre sus compañeros de partido, la creencia en Washington ha sido que solo los altos dirigentes, como Barack Obama o Nancy Pelosi, podrían obligarle a retirarse. En los últimos días, han tomado medidas para conseguirlo.
El Washington Post informó el jueves de que Obama ha dicho a sus aliados que el camino de Biden hacia la victoria está muy mermado y que debe plantearse seriamente si su campaña sigue siendo viable. Fue una dura reprimenda a la campaña de Biden por parte de su antiguo compañero de fórmula, que sigue siendo uno de los demócratas más populares.
Pelosi le dijo recientemente a Biden en una conversación privada que las encuestas muestran que no puede derrotar a Trump y que su candidatura podría privar a los demócratas de la oportunidad de recuperar la Cámara de Representantes en noviembre, según informó el jueves la CNN. Esas preocupaciones se hicieron eco de las planteadas en reuniones a puerta cerrada con Biden por el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
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Los principales demócratas han dicho poco públicamente sobre lo que creen que Biden debería hacer, pero el flujo constante de filtraciones oculta una frustración en muchos rincones del partido con el atrincheramiento del presidente. El hecho de que ninguno de los legisladores haya negado explícitamente su papel no ha hecho sino avivar las especulaciones de que los líderes estaban coordinando la defenestración a puerta cerrada.
También ha abierto la puerta a que demócratas aún más prominentes presionen públicamente a Biden para que abandone. A última hora del jueves, Jon Tester -el demócrata de Montana que figura entre los senadores más vulnerables de este ciclo- emitió una declaración en la que pedía al presidente que se apartara.
La resistencia de Schumer y Jeffries ayudó a los demócratas a aplazar la nominación formal de Biden este mes en una votación nominal virtual, con funcionarios del partido diciendo que no habrá votaciones de delegados antes del 1 de agosto. Esto da más tiempo a los demócratas escépticos de Biden para llevar a cabo su campaña de presión, pero también prolonga las luchas internas en torno a su candidatura.
A pesar del creciente coro que pide a Biden que abandone, el compromiso del presidente de presentarse se ha mantenido firme y no ha habido ningún cambio en sus puntos de vista, dijo el viernes un alto asesor de Biden.
“No estoy aquí para decir que no hayan sido unas semanas difíciles para la campaña. No hay duda de que lo han sido y definitivamente hemos visto algunos descensos en el apoyo”, dijo O’Malley Dillon. “Pero ha sido un movimiento pequeño”.
Pero hubo otras señales de que el presidente se ha abierto a la posibilidad de ser sustituido en la papeleta. ABC informó de que Biden pidió sondeos sobre el desempeño de la vicepresidenta Kamala Harris, citando a un alto funcionario anónimo de la administración.
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Chris Coons, senador demócrata por Delaware, el estado natal de Biden, dijo que el presidente había estado pidiendo consejo sobre las encuestas y sobre su posición entre los senadores.
“Creo que sopesa muy seriamente la opinión de aquellos en los que confía y admira, aquellos que han servido con él”, dijo Coons en una entrevista con CNN, añadiendo que Biden merecía tiempo “para dejar más claro el camino a seguir para el pueblo estadounidense”.
El presidente dijo esta semana en una entrevista con BET News que se plantearía poner fin a su campaña o ceder el poder a Harris en caso de ser reelegido, si tuviera una dolencia, aunque descartó la posibilidad de que eso ocurriera.
El vicepresidente, que muy probablemente sería la opción elegida por Biden para sustituirle, ha continuado con una agenda repleta de actos mientras el presidente sigue apartado por el Covid. Durante una parada de campaña el jueves en Carolina del Norte, habló de la urgencia de enfrentarse a Trump, diciendo que el republicano ha estado tratando de “distraer a la gente” y “desviar la atención de su historial”.
Los republicanos ya han trazado líneas de ataque contra Harris en caso de que se convierta en la candidata. La campaña de Trump rechazó el miércoles su oferta de debatir con el candidato a vicepresidente del Partido Republicano, JD Vance, el mes que viene, porque no está claro a quién “elige Kamala Harris como compañero de fórmula”.
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