Bloomberg — El Banco Central Europeo mantuvo sin cambios las tasas de interés tras el histórico recorte del mes pasado, sin revelar demasiados detalles sobre sus planes, mientras inversores y economistas apuestan por una nueva subida en septiembre.
La tasa de depósito se mantuvo en el 3,75% el jueves, tal y como predijeron los 55 economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg. El BCE reiteró que los costos de financiación seguirán siendo “suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario” para garantizar que la inflación vuelva al 2%.
Lea más: BCE podría realizar dos recortes más de tasas de interés en 2024, según miembro
“La información recibida respalda en líneas generales la anterior valoración del Consejo de Gobierno sobre las perspectivas de inflación a medio plazo”, señaló el BCE en un comunicado. “Al mismo tiempo, las presiones internas sobre los precios siguen siendo elevadas, la inflación de los servicios es elevada y es probable que la inflación general se mantenga por encima del objetivo hasta bien entrado el próximo año”.
Una vez más, el BCE dijo que no está “pre-comprometiéndose con una senda de tasas concreta”, al tiempo que reiteró su “enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión”.
El euro mantuvo las pérdidas anteriores y cotizó con un descenso del 0,1%, a 1,093 dólares. Los mercados monetarios siguen inclinándose por dos recortes de tasas más en 2024.
El BCE está sopesando si la inflación de la zona euro se está enfriando lo suficiente como para permitir una mayor relajación monetaria. El mes pasado se produjo un pequeño descenso del 2,6% al 2,5%, y aunque las presiones subyacentes se mantuvieron firmes y el avance de los costes de los servicios volvió a superar el 4%, el BCE citó el jueves “factores puntuales” para explicar la variación.
“Se espera que la inflación fluctúe en torno a los niveles actuales durante el resto de este año, debido en parte a los efectos de base relacionados con la energía”, declaró la Presidenta Christine Lagarde a los periodistas en Fráncfort el jueves. “Después se espera que descienda hacia nuestro objetivo durante la segunda mitad del próximo año, debido a un crecimiento más débil de los costos laborales, al efecto de nuestra política monetaria restrictiva y al desvanecimiento del impacto del pasado repunte de la inflación”.
En el pasado, Lagarde ha dicho que los funcionarios necesitan datos que proporcionen más certidumbre, y que el mercado laboral europeo -que ha mostrado una sorprendente resistencia durante dos años de estancamiento económico- significa que pueden esperar su momento.
Lea más: El reto inflacionario del BCE se parece cada vez más al de la Reserva Federal
Aunque esta vez los responsables políticos se muestran más cautos, en las últimas semanas varios de ellos se han mostrado tímidamente a favor de uno o dos recortes más. La expectativa es que estén preparados para el primero en la próxima reunión de política monetaria dentro de dos meses.
Para entonces, dispondrán de nuevas previsiones económicas y dos nuevas lecturas de la inflación, así como de cifras sobre los tres elementos en los que se basa su opinión de que el crecimiento de los precios retrocederá hasta el objetivo a finales de 2025: aumentos salariales, márgenes de beneficios empresariales y productividad.
También podría haber más claridad sobre las intenciones de la Reserva Federal, ya que los mercados anticipan un primer recorte de los costes de endeudamiento de EE.UU. la semana siguiente a la reunión de septiembre del BCE.
Lo que dice Bloomberg Economics...
“El tono de la declaración no parece ni más ni menos cauto que en junio. Descartó en gran medida la aceleración de la inflación subyacente y de los servicios que se produjo en mayo, pero suprimió varias referencias a los avances del Consejo de Gobierno para que el aumento de los precios vuelva a situarse en el objetivo”.
-David Powell, economista jefe de la zona euro.
El cuidadoso planteamiento del BCE para deshacer el aluvión de subidas de tasas que promulgó para contener los precios está en línea con las recomendaciones de las principales instituciones mundiales.
El Fondo Monetario Internacional advirtió el martes de que la inflación en muchas de las principales economías ha retrocedido más lentamente de lo esperado, debido principalmente a la rigidez de los precios de los servicios, lo que “eleva la perspectiva de tipos de interés más altos durante más tiempo”.
El Banco de Pagos Internacionales dijo en junio que los bancos centrales no deberían reducir los costes de endeudamiento con demasiada rapidez, para evitar que el crecimiento de los precios vuelva a dispararse.
Lea más: El BCE realiza un recorte de tasas sin precedentes, pero no da señales sobre sus próximos pasos
Pero mientras la inflación retrocede en términos generales, hay indicios de que el repunte de la economía de los 20 miembros de la zona euro, que creció un 0,3% en los tres primeros meses de 2024, está perdiendo fuelle con unas tasas aún elevadas. Las turbulencias políticas en Francia y a escala mundial no ayudan.
“La información entrante indica que la economía de la zona euro creció en el segundo trimestre, pero probablemente a un ritmo más lento que en el primero”, dijo Lagarde. “De cara al futuro, esperamos que la recuperación se apoye en el consumo impulsado por el fortalecimiento de los ingresos reales, resultado de la baja inflación y el aumento de los salarios nominales”.
No obstante, advirtió de que los riesgos para el crecimiento se inclinan a la baja.
La próxima reunión del BCE ofrecerá la oportunidad de evaluar mejor el contexto, ya que los responsables recibirán las últimas proyecciones trimestrales. Algunos responsables políticos preferirían actuar solo en estas reuniones, y la propia Lagarde ha insinuado una postura similar.
Los economistas creen que este enfoque se hará realidad. En una encuesta realizada este mes, los encuestados prevén recortes trimestrales hasta que el tipo de depósito alcance el 2,5% en otoño de 2025.
Lea más en Bloomberg.com