Bloomberg — En las negociaciones destinadas a poner fin a nueve meses de guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza hay cuatro puntos de discrepancia, entre los que se encuentra la liberación de los rehenes, según fuentes al corriente de las discusiones.
Otras cuestiones son si el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mantendrá sus exigencias de prohibir a Hamás acceder al norte de Gaza, indicaron dichas fuentes, que prefirieron no ser identificadas por no contar con autorización para hacer declaraciones públicas.
Adicionalmente, Netanyahu pretende que sus fuerzas conserven el control de un corredor fronterizo clave en el sur y que no esté vinculado a un alto el fuego por tiempo indefinido.
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Israel le declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre, cuando fue atacado por miles de militantes que asesinaron a 1.200 personas y secuestraron a unas 250. Este grupo regresó con 110 rehenes e Israel devolvió el triple de detenidos palestinos durante la tregua de siete días que finalizó el 1 de diciembre.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo públicas propuestas para una nueva tregua el 31 de mayo, pero las conversaciones desde entonces no han tenido éxito.
Israel afirma que quedan 120 rehenes en Gaza, 32 de ellos mujeres, niños y hombres ancianos o enfermos que deberían ser liberados durante una suspensión inicial de las hostilidades de seis semanas según el proyecto de acuerdo de Biden. Sin embargo, dos personas informadas de las negociaciones dijeron que Hamás insiste en que sólo tiene 18 rehenes vivos en esa cohorte.
Israel ha dicho que Hamás debería devolver a los hombres en edad militar para acercarse a la cuota de 32. Hamás, que está designado como grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha dicho que una liberación de rehenes de esa categoría sólo tendría lugar durante una segunda fase de cualquier alto el fuego.
Netanyahu también está insistiendo en un mecanismo independiente que garantice que no se permita el regreso al norte de la franja de Gaza de ningún operativo de Hamás o de la Yihad Islámica Palestina, otro grupo militante respaldado por Irán, ni de su armamento, dijeron las personas. Esa exigencia parece cuadrar con la propuesta de Biden de que se permita a los “civiles” regresar a sus hogares.
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Sin embargo, una persona informada de las conversaciones dijo que esa condición puede ser inútil, porque los combatientes que se hagan pasar por civiles podrían acceder a cualquier alijo de armas no descubierto que quede en el norte.
Otro posible punto de fricción es una disposición que exige que Israel retire sus fuerzas de las zonas pobladas de Gaza. Aunque Hamás y Egipto han pedido que cualquier retirada incluya la ciudad meridional de Rafah y un corredor cercano en la frontera con Egipto, Netanyahu ha dicho que es fundamental que continúe la presencia israelí.
Según las propuestas de Biden, el decimosexto día de la tregua inicial Israel y Hamás iniciarían conversaciones mediadas sobre una segunda fase. Si esas negociaciones se prolongaran, la tregua inicial se prorrogaría más allá de las seis semanas previstas, según el presidente estadounidense.
A la administración de Netanyahu le preocupa que Hamás pueda utilizar esta disposición para prorrogar la tregua indefinidamente y, por ello, exige un corte de seis semanas, momento en el que podrían reanudarse las hostilidades.
Las conversaciones sobre la tregua cobraron impulso después de que Hamás retirara sus objeciones al acuerdo propuesto por Biden el 7 de julio. A los pocos días, los negociadores se reunieron en Catar y Egipto, que lideran los últimos esfuerzos de mediación. Las conversaciones parecían haberse ralentizado desde el fin de semana, cuando Israel atacó el centro de Gaza en un intento de matar al jefe militar de Hamás, Mohammed Deif.
“Estas conversaciones están en curso”, dijo David Mencer, portavoz del gobierno israelí, a los periodistas el martes. “Queremos traer a nuestra gente a casa y de vuelta con sus familias”.
Bassem Naim, un funcionario de Hamás, declinó hacer comentarios. El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, afirmó la semana pasada que “aún quedan kilómetros por recorrer” en las conversaciones.
Más de 38.000 palestinos han muerto en los combates, según Hamás, que no distingue entre combatientes y civiles. Israel dice que ha matado a unos 14.000 combatientes.
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