Estudio sobre la felicidad revela que nunca se tiene demasiado dinero, ni siendo multimillonario

“Los resultados sugieren que la asociación positiva entre dinero y bienestar se mantiene muy por encima de la escala económica”, afirmó el investigador Matthew Killingsworth

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Bloomberg — Cuando se trata de comprar felicidad con dinero, más es mejor. Según un nuevo estudio de un profesor de la Wharton School, la correlación entre riqueza y bienestar no se estabiliza cuando los ingresos alcanzan un determinado nivel.

Matthew Killingsworth, que estudia las causas de la felicidad humana, afirmó que tanto los millonarios como los multimillonarios son significativamente más felices que las personas que ganan más de US$500.000 al año, en una actualización de un estudio publicado el año pasado que argumentaba en contra de la noción de la llamada “meseta de la felicidad”.

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“Los resultados sugieren que la asociación positiva entre dinero y bienestar se mantiene muy por encima de la escala económica”, afirmó Killingsworth.

El año pasado, Killingsworth formó parte de un equipo de científicos, entre ellos el difunto psicólogo Daniel Kahneman, que publicó un estudio que cuestionaba un famoso artículo de 2010 de Kahneman y el economista Angus Deaton que afirmaba que la felicidad tiende a aumentar con los ingresos hasta unos 60.000 a 90.000 dólares al año, momento en el que se aplana.

Kahneman y Killingworth volvieron a analizar ese trabajo y descubrieron que la correlación entre dinero y felicidad se extendía a personas con sueldos de hasta al menos US$500.000 al año.

Mayor satisfacción

La nueva investigación, autopublicada por Killingsworth, descubrió que las personas con un patrimonio neto de millones o miles de millones tenían una media de satisfacción vital de entre 5,5 y 6 sobre 7, frente a un 4,6 para los que ganaban unos 100.000 dólares al año y un poco más de 4 para los que ganaban entre 15.000 y 30.000 dólares al año.

Esto hace que la diferencia de felicidad entre los grupos más ricos y los de ingresos medios sea casi tres veces mayor que la diferencia entre los grupos de ingresos medios y bajos, según Killingsworth.

“La magnitud de la diferencia entre los ingresos más bajos y los más altos es gigantesca”, afirmó. “Dentro de los límites de lo que el dinero puede explicar, una enorme cantidad de esa diferencia se produce por encima de la mediana de ingresos”.

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Los hallazgos se hicieron combinando datos utilizados en la investigación anterior de Killingsworth con los de un estudio de 2018 de 4.000 personas con una riqueza mediana de US$$3 millones a US$8 millones de 17 países, y una encuesta de 1985 de la lista Forbes de los estadounidenses más ricos.

Los estudios anteriores formulaban preguntas “prácticamente idénticas” a las de Killingsworth, en las que se pedía a los individuos que calificaran el grado en que estaban “satisfechos” con la vida.

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