Bloomberg — La superficie cultivada de soja en Brasil se prepara para su expansión más lenta en casi dos décadas, ya que los precios más bajos han erosionado los márgenes de beneficio de los agricultores.
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Los cultivadores plantarán 47,3 millones de hectáreas (117 millones de acres) con la oleaginosa este año, un 1,9% más que en 2023, dijo el viernes la consultora Safras & Mercado. Sería el menor crecimiento porcentual desde 2006, cuando la superficie se redujo por última vez.
La ralentización en Brasil tras años de crecimiento desenfrenado de la producción se produce cuando las perspectivas de inventarios mundiales récord han lastrado los precios de la soja, que se utiliza en todo tipo de productos, desde pienso para pollos hasta gasóleo verde. Son buenas noticias para los agricultores estadounidenses, que han luchado contra la feroz competencia del mayor proveedor mundial de esta materia prima. También es ilustrativo de las restricciones crediticias a las que se enfrentan los productores brasileños, que han incurrido en un número récord de impagos este año.
La siembra de soja en Brasil suele comenzar en septiembre y la cosecha en enero. La nación sudamericana aún puede producir un récord de 171,5 millones de toneladas métricas de la oleaginosa esta temporada, suponiendo un aumento del 11% en el rendimiento de los cultivos, según Safras.
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