Bloomberg Línea — Los riesgos externos asociados a un impacto en la productividad, cuestiones de seguridad informática que comprometan datos de las organizaciones y los cambios repentinos en normativas, están entre las cuestiones que pueden impactar a las organizaciones de la región en 2024, dijo a Bloomberg Línea el CEO para Latinoamérica de la empresa de servicios de gestión de riesgo y seguros Aon, Alejandro Galizia.
La Encuesta Global de Gestión de Riesgos de esa firma muestra que un 53% de los participantes latinoamericanos señalaron que su nivel de preparación para los principales riesgos es del 53%, mientras que en otras regiones es del 65% en promedio.
Sobre el impacto que pueden tener estos riesgos en las organizaciones, el 34% de los participantes latinoamericanos indicaron que los diez principales riesgos contribuyeron a una pérdida económica para su organización en los 12 meses anteriores a la encuesta.
La novena edición de la Encuesta Global de Gestión de Riesgos se realizó en 2023 y recopiló las opiniones de 2.842 personas que toman decisiones, entre las que se incluyen gerentes de riesgo, líderes de C-suite, tesoreros, profesionales de RR. HH. y talentos de 16 grupos del sector, que incluyen empresas de todos los tamaños en 61 países/territorios en todo el mundo.
El 24,2% de los participantes en la encuesta fueron de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, México y Puerto Rico.
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Los diez principales riesgos empresariales actuales en la región se clasifican de la siguiente forma:
1. Interrupción del negocio: engloba aquellos eventos que interrumpen las operaciones críticas, como fallas de sistemas, huelgas o incendios, que afectan la productividad.
2. Ataque cibernético o filtración de datos: abarca intrusiones informáticas, robo de datos confidenciales o interrupciones de sistemas que comprometen la seguridad y privacidad.
3. Cambios normativos o legislativos: se presenta por la implementación de nuevas leyes, impuestos o regulaciones que requieren adaptaciones costosas para las empresas.
4. Riesgo de precio de commodities o escasez de materiales: se refiere a fluctuaciones en los precios de materias primas clave o interrupciones en el suministro que impactan los costos y la producción.
5. Riesgo político: incluye la inestabilidad política, conflictos, golpes de Estado o guerra civil que pueden afectar las operaciones empresariales.
6. Desaceleración económica o recuperación lenta: comprende la recesión, estancamiento o crecimiento económico débil que reduce la demanda y los ingresos.
7. Falla en la cadena de suministro o distribución: ocurre cuando se interrumpe el abastecimiento de materias primas, ingredientes o componentes, o cuando no se pueden satisfacer los picos de demanda inusuales.
8. Daños a la propiedad: se basa en la destrucción o deterioro de bienes muebles o inmuebles que son propiedad de la empresa, ya sea por eventos súbitos e imprevistos como incendios, inundaciones, robos, etc.
9. Daño a la marca y reputación: se refiere a la posibilidad de que ocurra un evento que dañe la percepción pública de una organización, lo que puede tener un impacto negativo en sus ingresos, valor de marca y capacidad de atraer y retener talento.
10. Clima y desastres naturales: menciona huracanes, terremotos, erupciones volcánicas y otros fenómenos naturales que causan daños y pérdidas.
En la entrevista con BL, el CEO para Latinoamérica de Aon, Alejandro Galizia, se refirió a las claves de cómo las empresas pueden enfrentarse a estos desafíos, al peso de los cambios regulatorios y la influencia de las materias primas en las organizaciones, al mismo tiempo que ofreció sus perspectivas de cara al 2025.
BL: ¿Cómo las empresas en la región buscan hacer frente a estos desafíos?
Alejandro Galizia: Para hacer frente a los principales desafíos de riesgo en América Latina, las empresas deben adoptar un enfoque integral. Primero, deben cuantificar y comprender sus riesgos específicos, lo que les permitirá tomar decisiones informadas para abordar las vulnerabilidades identificadas y crear planes de acción sólidos para la continuidad del negocio. Esto incluye evaluar soluciones de transferencia o financiamiento de riesgos.
Además, las empresas pueden explorar formas de mitigar o diversificar los riesgos macroeconómicos, como la volatilidad política, legislativa y regulatoria. La diversificación geográfica, las alianzas estratégicas y las adquisiciones pueden ayudar a promover la estabilidad, pero deben tener cuidado con las decisiones impredecibles de las autoridades regulatorias. Finalmente, dada la creciente digitalización de la región, las organizaciones deben abordar cuidadosamente los riesgos cibernéticos a través de evaluaciones de vulnerabilidades, medidas correctivas y protección de seguros.
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BL: ¿Por qué las pérdidas a raíz de cambios regulatorios y legislativos son tan acentuadas en algunos países de la región?
AG: La inestabilidad normativa, que cuenta con cambios frecuentes en las leyes y regulaciones, genera incertidumbre y riesgo, obligando a las organizaciones a adaptarse constantemente a nuevos requerimientos. En segundo lugar, la falta de claridad y previsibilidad en la regulación dificulta que las empresas puedan anticiparse y prepararse adecuadamente, aumentando el riesgo de incumplimiento y las potenciales sanciones o pérdidas. Esto se considera un riesgo legal indirecto, consistente en el riesgo de cambio regulatorio por parte de las autoridades competentes, de una forma que afecte adversamente la posición de la empresa. Los líderes de gestión de riesgos deben entender no solo los riesgos directos, sino también los indirectos o causados por los nuevos requerimientos legales que le apliquen a su empresa.
BL: ¿Cómo se explica el riesgo de fluctuaciones en el precio de las materias primas y la escasez de materiales y a qué mercados afecta más?
AG: El riesgo de fluctuaciones en el precio de las materias primas y la escasez de materiales se explica principalmente por la inestabilidad en la oferta y la demanda de estos recursos. La pandemia de Covid-19 y los conflictos geopolíticos han interrumpido las cadenas de suministro, limitando la disponibilidad de materias prima clave. Además, el aumento de la demanda en ciertos sectores, como la energía y la construcción, ha ejercido presión sobre los precios. Estos factores combinados han generado una mayor volatilidad en los mercados de materias primas.
Los mercados más afectados por este riesgo son aquellos que dependen en gran medida de materias primas específicas, como la industria manufacturera, la automotriz y la construcción. Estos sectores se enfrentan a desafíos para obtener los materiales necesarios a precios competitivos, lo que puede afectar su capacidad para cumplir con los pedidos de los clientes y mantener sus márgenes de beneficio. Además, los consumidores finales también se ven afectados por el aumento de los precios de los productos terminados.
BL: De cara al 2025, ¿qué tan persistentes pueden ser estos riesgos empresariales en Latinoamérica?
AG: De cara al 2025, los riesgos empresariales en Latinoamérica podrían mantenerse como una preocupación persistente para las organizaciones de la región. Según el reporte de Aon sobre los principales riesgos que enfrentan las empresas en Latinoamérica, algunos de los desafíos más importantes que podrían prolongarse en los próximos años se clasifican de la siguiente forma:
1. Riesgo político
2. Ataque cibernético o violación de datos
3. Riesgo de precio de commodities o escasez de materiales
4. Cambios regulatorios o legislativos
5. Desaceleración económica o recuperación lenta
6. Interrupción del negocio
7. Cambio climático
8. Flujo de caja o riesgo de liquidez
9. Aumento de la competencia
10. El clima y los desastres naturales
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