Bloomberg — Boeing Co. (BA) entregó 44 aviones comerciales en junio, la mayor cifra mensual desde que la compañía frenó el trabajo en sus fábricas a raíz de un angustioso cuasi accidente a principios de enero en el que se vio implicado un avión 737 Max.
El fabricante de aviones estadounidense entregó 35 reactores de su familia 737 durante el mes, todos ellos modelos Max excepto un P-8 militarizado. Boeing también entregó cinco cargueros 777, tres 787 Dreamliner y un 767 a su división de defensa para convertirlo en un avión cisterna. La compañía registró 14 pedidos brutos frente a dos cancelaciones en el mes.
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Aunque el repunte de las entregas es una rara buena noticia para el asediado fabricante, también subraya la creciente brecha de mercado entre Boeing y su rival Airbus SE. El fabricante de aviones europeo entregó 67 aviones en el mes, incluidos 53 de sus modelos A320neo de fuselaje estrecho que compiten directamente con el Max.
Boeing cuenta con un aumento de las entregas durante la segunda mitad del año para apuntalar unas finanzas que se han visto golpeadas por una ralentización de la producción a medida que reciclaba a los trabajadores e intensificaba las inspecciones de los proveedores. La empresa se enfrenta a múltiples investigaciones y a un escrutinio más estricto por parte de los reguladores después de que los investigadores relacionaran el fallo estructural del avión de Alaska Airlines en enero con un fallo en el protocolo dentro de la fábrica de Boeing.
Durante los tres meses que finalizaron el 30 de junio, Boeing entregó 92 reactores comerciales, una mejora con respecto a su cifra del primer trimestre de 83 aviones. Los ejecutivos han pronosticado que las entregas del 737, una fuente crítica de efectivo, aumentarán cerca del tope de 38 aviones al mes impuesto por los reguladores estadounidenses tras el accidente de Alaska Air. La Administración Federal de Aviación no permitirá que Boeing aumente la producción a niveles superiores hasta que esté convencida de que se han implantado controles de calidad y de que la cadena de suministro puede seguir el ritmo.
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Boeing registró tres pedidos del 737 Max durante el mes de junio, incluido un avión para sustituir al avión de Alaska Airlines implicado en el vuelo 1282. La compañía también registró 11 pedidos de su avión de carga 777, el mayor total mensual de este modelo en casi tres años.
El fabricante de aviones también retiró 116 pedidos de su cartera de pedidos en virtud de una norma contable estadounidense para operaciones de riesgo. Las ventas de aviones siguen bajo contrato y podrían reincorporarse con el tiempo. Aunque Boeing registró 156 pedidos brutos durante el primer semestre del año, tras tener en cuenta las cancelaciones y los cambios en virtud de la norma contable, sus pedidos netos fueron sólo 26.
Las acciones de Boeing apenas variaban a las 11:42 a.m. en Nueva York. Las acciones han perdido un 29% de valor este año.
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