Bloomberg — Un execonomista del Banco de Inglaterra, la primera británica negra en asistir a la Facultad de Derecho de Harvard y un extrabajador sindical se encuentran entre las personas que han recibido altos cargos en el primer gobierno laborista de Gran Bretaña en 14 años.
Keir Starmer, ahora primer ministro después de que los laboristas infligieran una aplastante derrota a los conservadores en las elecciones del jueves, no perdió el tiempo en recompensar a los aliados que le apoyaron mientras arrastraba al partido desde la izquierda hacia el centro del campo político en su apuesta por el poder. Estos son los nombramientos clave hasta el momento
Rachel Reeves, 45 años, ministra de Hacienda
Reeves, canciller en la sombra desde 2021, se convierte en la primera mujer ministra de Finanzas británica. Una breve etapa como economista en el Banco de Inglaterra terminó hace 18 años, pero ha hecho de su antiguo empleador una parte central de su imagen pública para enfatizar la credibilidad económica de los laboristas. Al heredar retos que van desde la mayor carga de deuda desde los años 60 hasta el lento crecimiento de la productividad, ha prometido revitalizar la economía británica impulsando la inversión y revisando el sistema de planificación. Aun así, se mantendrán algunas políticas populares en la izquierda laborista, como la supresión de las exenciones del impuesto sobre el valor añadido para las escuelas privadas.
Angela Rayner, 44 años, viceprimera ministra
Rayner, que creció en la pobreza y abandonó la escuela sin ninguna cualificación, ascendió en las filas del sindicato Unison y mantiene estrechos vínculos con el movimiento que proporciona una parte considerable de la financiación laborista. En la oposición fue viceprimera ministra en la sombra. Se describe a sí misma como parte de la “izquierda blanda” laborista y se ha comprometido a abordar el problema de las personas sin hogar. Ha dicho que tendrá un papel importante en la promesa laborista de impulsar la construcción de viviendas y la oferta de viviendas asequibles. Los conservadores convirtieron a menudo a Rayner en el blanco de sus ataques políticos, e incluso instaron a la policía a investigar las acusaciones de que había infringido la ley electoral al convertirse en diputada. La investigación se abandonó a finales de mayo.
David Lammy, 51 años, secretario de Asuntos Exteriores
Lammy es amigo del expresidente estadounidense Barack Obama y el primer británico negro que asistió a la Facultad de Derecho de Harvard. Ha advertido de que China plantea “amenazas reales a la seguridad” y ha prometido un apoyo británico “férreo” a Ucrania, país que tiene previsto visitar el mes que viene. Lammy se reunió con el presidente Volodímir Zelenski durante las conmemoraciones del Día D de mayo en Normandía, en contraste con la decisión de Rishi Sunak de acortar su visita. Ha calificado el Brexit de “tragedia nacional” y ha dicho que “entraría a negociar” con la Unión Europea cuando se revise el acuerdo comercial post-Brexit en 2025. Un gobierno laborista sería “una oportunidad para pasar página al rencor post-Brexit”, dijo Lammy en el Instituto para el Gobierno en mayo. “Necesitamos volver a estar en términos amistosos y de confianza”.
Yvette Cooper, 55 años, ministra del Interior
Elegida diputada en 1997, Cooper ya tiene experiencia de gobierno. Se convirtió en la primera mujer secretaria jefe del Tesoro en 2008, ocupando el puesto de número 2 del entonces canciller Alistair Darling durante la crisis financiera, y fue secretaria de Trabajo y Pensiones hasta que los laboristas perdieron el poder en 2010. Desde entonces, ha ocupado cargos de política exterior e interior para el partido, y se presentó sin éxito al liderazgo laborista en 2015. Luchó por retrasar la salida de la UE para evitar un "Brexit duro" económicamente perjudicial. Como secretaria de Interior en la sombra a partir de 2021, Cooper dijo que un gobierno laborista impulsaría la seguridad nacional y pondría más agentes de policía en las comunidades locales para hacer frente a la delincuencia y el comportamiento antisocial.
Sue Gray, 66 años, asesora principal
La exfuncionaria es más conocida por el público por haber investigado las acusaciones del “Partygate” contra el ex primer ministro Boris Johnson y su equipo. Starmer la nombró su jefa de gabinete el año pasado. Ha dividido la opinión dentro del laborismo al sacudir los nombramientos de altos cargos. Sus aliados dicen que es popular entre los ministros en la sombra y que ha aportado profesionalidad y experiencia de gobierno al equipo de Starmer. Pero algunos funcionarios laboristas dijeron a Bloomberg en febrero que ella es perfecta para dirigir la respuesta a un atentado terrorista, pero no a los ataques del periódico Daily Mail, de tendencia tory. Se consideraba que ella frenaba la decisión de recortar en 28.000 millones de libras (35.000 millones de dólares) el gasto ecológico, que Reeves y otros querían desechar para garantizar que los laboristas tuvieran un manifiesto más magro.
Morgan McSweeney, 47 años, asesor principal
Director de campañas, McSweeney ha sido el ayudante de mayor confianza del nuevo primer ministro desde que dirigió la campaña por el liderazgo laborista de Starmer en 2020. Pasó meses instalando a leales a Starmer en escaños parlamentarios seguros a costa de la izquierda laborista, según informó Bloomberg en mayo. El exdirector del grupo de expertos Labour Together ha tratado de convertir los ataques conservadores en el objetivo más pequeño posible, reduciendo los planes de estímulo verde y reduciendo los compromisos políticos.
Pat McFadden, 59 años, canciller del Ducado de Lancaster
McFadden, diputado durante casi dos décadas, supervisó la campaña laborista, respondiendo a las preguntas de los periodistas tras los debates de liderazgo en las llamadas “salas de giro” y rechazando las líneas de ataque conservadoras en las ondas varias veces a la semana. En junio, pasó a la ofensiva subiéndose al autobús de prensa del Partido Laborista para distribuir folletos con 20 preguntas que analizaban en detalle los cálculos de los conservadores y que los periodistas “deberían hacer”. Saltó a los titulares como miembro del Comité del Tesoro en 2014 cuando calificó los mensajes contradictorios del entonces gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, como dignos de un “novio poco fiable”.
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