Opinión - Bloomberg

¿No encuentra trabajo después de graduarse? Múdese a Bolivia

Hay que recordar que el mercado laboral fluctúa así que al recién graduado le conviene ser flexible, pues la circunstancia no durarán para siempre.
Por Jonathan Levin
03 de julio, 2024 | 07:00 AM
Tiempo de lectura: 5 minutos

Bloomberg — Es una época difícil para los graduados universitarios que se integran en el mercado laboral. Aparte de los primeros meses de la pandemia, la relación entre nuevas contrataciones y total de trabajadores es aproximadamente la más baja de la última década.

Numerosas empresas contrataron en demasía durante la vertiginosa economía pandémica, y ahora han ralentizado sus contrataciones, particularmente en ámbitos bien remunerados como las finanzas y la tecnología.

Gráfico de ritmo de contratación

Si bien las compañías no están despidiendo a demasiada gente, es evidente que es cada vez más difícil quedar fuera del mercado de trabajo, especialmente si se es un profesional universitario con altas expectativas y poca experiencia práctica.

Según la plataforma de búsqueda para universitarios Handshake, las ofertas de prácticas se han reducido más de un 7% en los 12 últimos meses con respecto al año pasado.

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Cada posición de práctica recibió una media de 93 solicitudes, por 53 el año previo, de acuerdo con un análisis de Handshake facilitado a Jo Constantz, de Bloomberg News.

Por su parte, Business Insider ha informado de que Goldman Sachs Group Inc. recibió 315.126 solicitudes para apenas 2.700 plazas de prácticas de verano, lo que supone una tasa de aceptación histórica del 0,9% que la convierte en mucho más selectiva que, por ejemplo, para la Universidad de Harvard.

En vez de desesperarse, los recién graduados y los que están a punto de terminar su último año de carrera podrán mejorar sus perspectivas de trabajo manteniendo una actitud abierta y flexible.

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Pensemos en mi experiencia a finales de los años 2000.

Después de trabajar como asistente legal y de juguetear con la posibilidad de ir a la facultad de derecho, empecé a buscar seriamente un trabajo en periodismo en la época en que Estados Unidos estaba entrando en recesión en 2008, un mercado laboral infamemente malo.

Cuando un conocido de un tipo que conocía a otro tipo de mi red de ex alumnos me dijo que Bloomberg News estaba buscando un periodista independiente de economía y gobierno en La Paz, Bolivia, acepté, básicamente porque sonaba como una aventura genial. (Tenía un nivel intermedio de español y nunca había estado en la nación andina propensa a golpes de Estado, pero me dio la impresión de que no había muchos otros solicitantes).

En 18 meses, conseguí un trabajo a tiempo completo en Ciudad de México; otro trabajo escribiendo sobre grandes acuerdos de fusiones y adquisiciones en Brasil; un puesto de gestión en Miami; y, en última instancia, el trabajo de escribir esta columna.

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Por supuesto, Bolivia no es un destino para todos los jóvenes gringos. Lo que quiero decir es que los mercados laborales difíciles son para correr riesgos. Si el mercado laboral parece impenetrable, acepte el trabajo que nadie más quiere.

En segundo lugar, no te obsesiones con una única carrera profesional.

Yo, por supuesto, sentí que me iba bien siendo extraordinariamente flexible en cuanto a la geografía, pero hay muchas maneras de ampliar tus opciones, incluyendo diferentes industrias.

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Los datos de resultados laborales postsecundarios de la Oficina del Censo de los Estados Unidos nos recuerdan que las carreras universitarias no son determinantes vinculantes de hacia dónde te llevará tu carrera.

Los graduados en filosofía rara vez terminan siendo filósofos, e incluso los graduados en administración de empresas e ingenieros terminan en un conjunto extraordinariamente diverso de carreras y ciudades.

Con los avances en inteligencia artificial y el trabajo desde cualquier lugar, el lugar de trabajo está cambiando ante nuestros ojos, así que encuentre los lugares donde están las mejores y más interesantes oportunidades y aprenda en el trabajo.

Por último, recuerde que la situación probablemente no sea tan mala como ha oído y que los mercados laborales difíciles rara vez duran para siempre.

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Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que el desempleo entre los graduados de 20 a 24 años de edad ha estado en niveles persistentemente elevados durante algunos años y parece haber aumentado ligeramente en los últimos meses.

Gráfico de desempleo de jóvenes de 20-24 años

Probablemente, parte de ello se deba al ciclo económico general, pero otra parte parece reflejar una dinámica única entre los graduados universitarios.

Los licenciados están experimentando ahora un desempleo ligeramente mayor que sus pares que sólo han cursado “algo de estudios universitarios” o tienen un título de asociado, un conjunto de circunstancias que el economista Guy Berger, del Burning Glass Institute, exploró en este útil hilo (al que hice referencia al realizar estos gráficos). Abundan las teorías sobre por qué ocurre esto, y las respuestas concretas suelen escasear.

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Gráfico de desempleo de acuerdo a título universitario.

Pero este mercado laboral no es tan malo como la crisis financiera de 2008, e incluso esa crisis ya había pasado a su fin en la segunda mitad de la década de 2010.

Si la Reserva Federal comienza a reducir las tasas de política antes de que la demanda de los consumidores se debilite significativamente, hay una buena posibilidad de que los empleadores adquieran confianza para volver a acelerar el ritmo de contrataciones.

Para algunas personas, un simple “año sabático” no sería lo peor. El concepto de año sabático suele asociarse con los hijos de padres adinerados, pero no tiene por qué ser así.

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Puede ser simplemente un momento en el que te comprometes con algo que probablemente no termine siendo tu carrera, tal vez en algún lugar lejano, tal vez no. Hay formas de ganar un salario digno mientras lo haces y asegurarte de aprender habilidades comercializables en el camino.

Piensa en ello como una medida de espera que puedes estructurar para impresionar a los posibles empleadores un año después. En 2008, una parte de mí pensó que la táctica de Bolivia también podría resultar una “medida de espera”, pero nunca se sabe a dónde llevarán las cosas.

La cuestión es que el mercado laboral no está mal, sino que es rígido, y una política monetaria más flexible puede ser justo lo que se necesita para abrirlo de nuevo. Mientras tanto, a los recién graduados les conviene ser flexibles. Y lo más importante es que no deben desesperarse, porque los impasses a los que puedan enfrentarse no durarán para siempre.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

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