Las empresas estatales chinas que más invirtieron en región Andina: estas son las más poderosas

Algunas estrategias de estos holdings chinos para expandir sus operaciones y fortalecer su crecimiento incluyen el uso de subsidiarias, la creación de ‘joint ventures’ y la adquisición parcial o total de empresas ya posicionadas en ciertos sectores

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Bloomberg Línea — Un total de 147 proyectos valorados en más de US$46.000 millones hacen parte de las inversiones de los grupos estatales chinos entre 2000 y 2023 en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, concluyó un reporte de la Fundación Andrés Bello – Centro de Investigación Chino Latinoamericano compartido este miércoles a Bloomberg Línea.

Del total de los proyectos e inversiones mapeadas en ese período, que incluyen participación directa o a través de sus subsidiarias, joint ventures y empresas adquiridas total o parcialmente, Bolivia concentra un total de 30, siendo el de mayor representación, seguido por Ecuador (41), Perú (34), Colombia (22) y Venezuela (20).

No obstante, por montos totales de los proyectos, Perú lidera con US$17.525 millones, seguido por Venezuela con US$12.840 millones, dice el documentoIdentificación y seguimiento de empresas estatales chinas en la región Andina (2000 – 2023)’.

En la región, los sectores con mayor contribución fueron el petróleo con US$17.871 millones, por encima de infraestructural ferroviaria (US$7.685 millones), infraestructura vial (US$5.327 millones) e infraestructura eléctrica (US$5.097 millones).

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Los autores aclaran que de los 147 proyectos identificados solo fue posible verificar el monto de 124 de ellos, dejando los otros sin esta información, por cuestiones como la confidencialidad, la falta de documentación adecuada o problemas de transparencia.

Y aunque casi la mitad de los proyectos (48%) han sido concluidos, “lo que refleja un elevado grado de ejecución, ello no se traduce en un alto grado de eficacia y gestión”.

El documento señala que del total de los proyectos, 9% de ellos presentaron al menos una de las categorías para los casos de corrupción. Y 28% quedaron reportados bajo el rubro de “no hay datos”, particularmente en Bolivia, Perú y Venezuela.

La categoría con mayor número de casos es tráfico de influencias, presente en 8 proyectos, le sigue la categoría de sobornos (5), malversación/desvío de fondos (2) y obtención ilegal de utilidad, estafa y peculado presentes cada una en un proyecto. Por grupos, los casos se distribuyen de la siguiente forma, según la Fundación Andrés Bello – Centro de Investigación Chino Latinoamericano:

  • Sinomach: con 10 proyectos en Bolivia (6), Ecuador (1) y Venezuela (3), presentando casos de malversación/desvío de fondos (4), obtención ilegal de utilidad (1), estafa (1), peculado (1), y soborno (3).
  • CCCC: con un proyecto en Bolivia, identificado con tráfico de influencias y soborno.
  • CRCC: con un proyecto en Bolivia, asociado a tráfico de influencias.
  • CREC: con un proyecto en Venezuela, relacionado con soborno.

Los grupos chinos más fuertes en la región andina

Sinomach es el holding chino con la mayor contribución en estos proyectos al poseer el 27% del total, la gran mayoría en Ecuador.

El monto invertido por ese grupo entre el año 2000 y el 2023 asciende a los US$8.496 millones, aunque está por debajo de lo aportado por otros como CNPC (US$15.516 millones).

Sus inversiones se concentran en una diversidad de sectores que van desde la agroalimentación y el saneamiento hasta el hidroeléctrico, infraestructura vial, ferroviaria y eléctrica, entre otros.

“CCCC tiene 27 proyectos (18%), la mayoría de ellos en el desarrollo en infraestructura vial y su más alta participación en Perú y Bolivia”, dice el documento.

Entre los holdings dedicados a las actividades extractivas en la región Andina destacan las empresas China National Petroleum Corporation (CNPC), China Petroleum & Chemical Corporation (Sinopec), Sinomach Holdings Corporation, China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) y Zijin Mining Group.

Estas corporaciones “están fuertemente involucradas en el sector minero y energético de la región Andina, aprovechando la riqueza de recursos naturales como petróleo, gas y minerales preciosos”, dice el reporte.

Entre tanto, entre las principales empresas dedicadas al desarrollo de proyectos de infraestructura en la región Andina figuran China Communication Construction Company (CCCC), China Railway Construction Corporation (CRCC), China Railway Group Limited (CREC) y China National Machinery Industry Corporation Ltd. (Sinomach).

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Estrategias de las empresas estatales chinas para hacer crecer sus negocios

De acuerdo a los autores del reporte, algunas estrategias de estos holdings para expandir sus operaciones y fortalecer su crecimiento incluyen el uso de subsidiarias, la creación de joint ventures y la adquisición parcial o total de empresas ya posicionadas en ciertos sectores.

“Este enfoque es crucial, ya que durante la investigación se identificó que es fácil pasar por alto o desconocer la presencia de empresas chinas en proyectos regionales si no se consideran estos datos”, precisaron al respecto.

Por ejemplo, la participación de estas empresas en la región a través de una subsidiaria es de un 68%, mientras que la participación directa del holding es de apenas un 18%.

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Según el informe, esto “puede reflejar cierta preferencia por establecer entidades operativas locales (filiales) que puedan gestionar los proyectos con una mayor flexibilidad y adaptándose a las condiciones locales”.

El origen del financiamiento de estas firmas incluye especialmente a las entidades financieras chinas, como el EximBank y China Development Bank, “en mayor medida a través de los créditos por petróleo en Ecuador y Venezuela, con las condicionalidades impuestas por China que de ellos se derivan, pero también el financiamiento de diversos proyectos en infraestructura en los demás países”.

Ya en el caso de Bolivia, Colombia y Perú se tiene que optan por una mayor diversidad en las fuentes de financiación de los proyectos, con lo que según el informe “aseguran una mayor independencia”.

“El estudio evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y denuncia, y contar con una estructura robusta de control e investigación para hacerle seguimiento a proyectos de toda índole. La variabilidad en la cantidad de irregularidades y casos de corrupción identificados sugiere que las instituciones locales, las regulaciones y las prácticas de gestión domésticas juegan un papel crucial en la ocurrencia de estos problemas”, concluye el documento.