Bloomberg — Aproximadamente una cuarta parte del espacio de oficinas de Estados Unidos quedará vacante para 2026 debido a la tendencia a trabajar a distancia, lo que provocará una disminución del valor de los edificios comerciales de hasta US$250.000 millones, señala un informe de Moody’s.
Según los autores de dicho informe, se prevé que la tasa de desocupación de oficinas se eleve al 24%, en comparación con el 19,8% que se registró en el primer trimestre del 2024 en Estados Unidos, lo que supondrá una reducción de los beneficios de los arrendadores de oficinas de entre US$8.000 y US$10.000 millones si se añade el impacto de la disminución de los alquileres y la rotación de los contratos de arriendo.
A su vez, esto podría significar una “destrucción del valor de la propiedad” de alrededor de un cuarto de billón de dólares, explicaron Todd Metcalfe, director asociado de previsión de bienes inmuebles comerciales de Moody’s, y Tom LaSalvia, responsable de economía de bienes inmuebles comerciales de Moody’s, en otro análisis que no se ha presentado.
Lea más: ¿Adiós al home office? Bancos como Citi y HSBC exigen asistir a la oficina cinco veces por semana
Los datos indican las sombrías previsiones a las que se ven abocados propietarios y entidades crediticias a raíz de que las empresas sigan prescindiendo de espacio o pasen de arrendamientos plurianuales a acuerdos de co-working más flexibles y a menos plazo.
Un 85% de las empresas estadounidenses entrevistadas por la correduría Jones Lang LaSalle Inc. han adoptado el trabajo híbrido, y la tasa de ocupación de oficinas en las mayores ciudades del país se encuentra en torno al 50% de los niveles prepandémicos.
La inestabilidad de la demanda y el encarecimiento de los préstamos han hecho caer en picada las valoraciones de las oficinas, en particular las de los edificios más antiguos.
“El argumento que aboga por mantener o ampliar las prácticas de trabajo remoto continúa siendo atractivo para numerosas empresas”, aseguran los autores de Moody’s. “Mientras la productividad se mantenga constante y los costes se puedan minimizar, disminuyen las razones para imponer la ida a la oficina”..
El análisis de Moody’s se centró en los sectores de cuello blanco que registran las tasas más elevadas de trabajo desde casa y que también representan la mayor parte de los inmuebles de oficinas en EE.UU., como los sectores financiero, informático, inmobiliario y administrativo.
Lea más: Un gigante tecnológico con 30.000 empleados no tiene apuro por regresar a la oficina
Se controló a quienes trabajaban desde casa antes de la pandemia y se tuvo en cuenta el continuo descenso del espacio de oficinas asignado por trabajador, que comenzó tras la crisis financiera de 2008 y se ha acelerado desde entonces.
Utilizando múltiples conjuntos de datos gubernamentales y académicos, incluida la Encuesta sobre Acuerdos y Actitudes Laborales, Moody’s determinó que los trabajadores de oficina necesitan hoy alrededor de un 14% menos de espacio de oficina que antes de la pandemia.
La cifra se corresponde con la investigación del McKinsey Global Institute, que concluyó que en 2030 habrá un 13% menos de demanda de espacio de oficinas en una ciudad típica en todo el mundo. McKinsey también descubrió que el valor de los inmuebles de oficinas disminuirá entre US$800.000 millones y US$1,3 billones durante ese periodo.
Con el tiempo, según los autores de Moody’s, las tasas de vacantes se estabilizarán a medida que se derriben suficientes oficinas o se reconviertan a otros usos como almacenes o propiedades residenciales.
"El redimensionamiento continuará durante la próxima década, a medida que el mercado se deshaga de los espacios menos eficientes en favor de planos flexibles que respalden nuestros relativamente nuevos hábitos de trabajo", señala el informe.
Lea más en Bloomberg.com