Bloomberg Línea — La legalización del cannabis en la región de las Américas pudo contribuir a acelerar el consumo nocivo de la droga y ha dado lugar a una diversificación de los productos, muchos de ellos con un alto contenido de THC (componente psicoactivo), advirtió la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El ‘Informe Mundial sobre las Drogas’ divulgado este miércoles da cuenta de que tantos las hospitalizaciones como los trastornos relacionados con el consumo del cannabis han aumentado en las Américas.
También se ha evidenciado un incremento de las personas que sufren trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio asociados al consumo habitual de cannabis en EE.UU. y Canadá, especialmente entre personas jóvenes adultas, de acuerdo a UNODC.
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A enero de este año, Canadá, Uruguay y 27 jurisdicciones de Estados Unidos tenían legalizada la producción y venta de cannabis para uso no médico, al mismo tiempo que otros Estados avanzan en esa dirección.
Precisamente, el martes el Supremo de Brasil descriminalizó el porte y consumo de marihuana para uso personal, así como su cultivo.
En Colombia, por ejemplo, luego de múltiples intentos, el proyecto para legalizar el uso adulto del cannabis no ha logrado prosperar.
Globalmente, el cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores)
A este le siguen los opioides (60 millones de consumidores), cuyo consumo emerge como una de las principales preocupaciones en la actualidad ante “una demanda sin precedentes que ha agravado las repercusiones del problema mundial de las drogas”.
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Según UNODC, los nitazenos, un grupo de opioides sintéticos que pueden ser incluso más potentes que el fentanilo, “han surgido recientemente en varios países de renta alta, lo que ha provocado un aumento en las muertes por sobredosis”.
“La producción, el tráfico y el uso de drogas siguen exacerbando la inestabilidad y la desigualdad, al tiempo que causan daños incalculables a la salud, la seguridad y el bienestar de las personas”, dijo la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
Después del cannabis y los opioides, las drogas más consumidas globalmente son las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores).
En cuanto a la cocaína, UNODC explica que en 2022 se registró una nueva cifra récord de 2,757 toneladas de cocaína en el mundo, un 20% más frente a 2021.
Y el cultivo mundial de arbusto de coca llegó a las 355,000 hectáreas, lo que significó un aumento 12 % entre 2021 y 2022.
“El auge prolongado de la oferta y demanda de la cocaína ha coincidido con la escalada de violencia en los estados ubicados a lo largo de la cadena de suministro, principalmente en Ecuador y los países del Caribe, y un incremento en los daños a la salud en los países de destino, incluidos los de Europa Occidental y Central”, dice la entidad.
Los consumidores de drogas aumentaron a 292 millones en 2022 globalmente, un aumento de 20% en 10 años y a pesar de que 64 millones de personas en el mundo sufren de trastornos por el uso de drogas, solo una de cada 11 recibe tratamiento. Además, en 2022 cerca de 7 millones de personas tuvieron algún contacto formal con la policía (arrestos, amonestaciones, apercibimientos) por delitos relacionados con las drogas.
En este contexto, UNODC defendió el derecho a la salud para las personas que consumen drogas, independientemente de si una persona está privada de la libertad, detenida o sentenciada a prisión.
El informe concluye que “los daños del problema mundial de las drogas siguen aumentando en medio de la expansión del consumo y los mercados de drogas”.
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