Blommberg — Los bancos centrales deben dominar mejor la inteligencia artificial (AI) tanto para calibrar su impacto económico como para aprovechar la tecnología para sí mismos, afirmó el Banco de Pagos Internacionales (BPI).
En un informe publicado este martes, los responsables con sede en Basilea afirmaron que la IA no suplantará al juicio humano, pero que sus probables efectos sobre la productividad, la inversión y el consumo implican que los responsables políticos deben encontrar la forma de estudiarla y emplearla en su propio beneficio.
“La adopción rápida y generalizada de la IA implica que existe una necesidad urgente de que los bancos centrales mejoren su juego”, dijo el BPI. “Los bancos centrales necesitan mejorar sus capacidades tanto como observadores informados de los efectos de los avances tecnológicos como usuarios de la propia tecnología”.
Entre los efectos económicos enumerados se encuentra la productividad, con el ejemplo de que los desarrolladores de software pueden codificar más del doble de proyectos por semana si cuentan con el apoyo de la IA. Por su parte, las empresas probablemente invertirán más en tecnología de la información, mientras que para los consumidores, los algoritmos pueden ofrecer mejores opciones en las decisiones de gasto, impulsando así el consumo.
Para los bancos centrales, la capacidad de los nuevos algoritmos para desmenuzar grandes cantidades de datos también encierra un gran potencial para tareas como el nowcasting y la previsión, según Cecilia Skingsley, directora del Centro de Innovación del BPI, que declaró a los periodistas que “conducirá a una mejor toma de decisiones”.
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El asesor económico y jefe de investigación, Hyun Song Shin, añadió que la fijación de las tasas de interés probablemente seguirá siendo tarea de los humanos porque implica juicio. Skingsley subrayó que un algoritmo no puede responder de sus propias acciones.
“La forma en que nos organizamos y organizamos nuestras sociedades es que nos gusta hacer responsables a los seres humanos de la toma de decisiones”, dijo. “Ya sabe, cambiar a los políticos, posiblemente cambiar a los gobernadores de los bancos centrales de vez en cuando. Así que realmente no puedo ver un futuro en el que sea una IA la que fije las tasas”.
El efecto de la nueva tecnología sobre la inflación dependerá de las expectativas de ganancias de bienestar y diferirá a corto y a largo plazo, según el BPI. Mientras los consumidores subestimen los beneficios futuros, estas nuevas capacidades amortiguarán el crecimiento de los precios al consumo, señalaron los funcionarios, observando que tal efecto puede invertirse cuando la gente empiece a anticipar las ventajas.
Otros riesgos y beneficios de la IA en el sector financiero
El auge de la IA también expondrá a los bancos centrales a riesgos como los ataques de piratas informáticos, la desinformación y los sesgos desconocidos, según el informe. Algunos de ellos ya son motivo de preocupación, según los funcionarios.
Si la mayoría de los participantes en el mercado confían en el mismo conjunto de algoritmos de las empresas dominantes de computación en nube, esto podría plantear peligros para la estabilidad financiera e incluso dar lugar a un comportamiento colusorio no intencionado, dijeron los funcionarios.
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Para las instituciones financieras, la IA plantea oportunidades y riesgos similares, en particular en los pagos, los seguros, los préstamos y la gestión de activos, dijo el BPI. Las oportunidades van desde beneficios en la evaluación de riesgos y la asignación de carteras hasta la gestión de la liquidez. Entre los posibles escollos se encuentran el impacto de los ciberataques, el comportamiento gregario de los algoritmos y la preocupación por la privacidad.
Para mitigar estos riesgos y aprovechar el potencial de la tecnología, el informe hace un llamamiento a las autoridades monetarias para que compartan experiencias, herramientas y datos.
"Existe una necesidad urgente de que los bancos centrales colaboren para fomentar el desarrollo de una comunidad de prácticas", afirmó el BPI.
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