Bloomberg — Pekín podría ofrecer ventajas para los productores de vehículos de lujo alemanes si el gobierno de Berlín logra convencer a la la Unión Europea (UE) de que retire aranceles a los vehículos eléctricos provenientes de China.
China habría propuesto rebajar sus aranceles actuales sobre los automóviles de gran cilindraje a cambio de eliminar los gravámenes previstos, según personas familiarizadas con las conversaciones que pidieron no ser identificadas. Pekín impone actualmente una tasa del 15% a los vehículos de pasajeros procedentes del bloque europeo.
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El ministro chino de Comercio, Wang Wentao, conversó sobre esto con su homólogo alemán, Robert Habeck, el sábado en Pekín, dijo una de las fuentes. La visita de tres días de Habeck a China ocurre pocas semanas después de que la UE propusiera subir los aranceles a coches eléctricos a un 48% a fines de este año.
Este potencial trueque refleja las formas diferentes en que la UE y China están enfrentando la disputa. La Comisión Europea dice que está estableciendo aranceles basados en las conclusiones legales de un estudio sobre las masivas subvenciones estatales de Pekín. Los gravámenes pretenden nivelar el terreno de juego compensando las ayudas chinas con algo de igual valor.
Pero esa estrategia es vulnerable a la presión política. El gobierno del presidente Xi Jinping está recurriendo a posibles incentivos y al mismo tiempo amenaza con represalias para persuadir a Berlín de que le ayude. Pekín había señalado que podría imponer una tasa del 25% sobre los grandes automóviles europeos, la cual afectaría a los fabricantes alemanes de automóviles de lujo, como Mercedes-Benz Group AG y BMW AG.
El peligro para la Comisión es que Berlín -que ya se opone a los aranceles- se vea persuadida por su enorme industria automovilística a romper filas y presionar al brazo ejecutivo del bloque y a otros Estados miembros, utilizando su peso como mayor economía de la UE.
El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó este lunes su deseo de una solución negociada. Aún hay tiempo para ello antes de que se introduzcan aranceles provisionales a partir del 4 de julio, dijo Scholz en un discurso ante un congreso de lobbies empresariales en Berlín.
“Sin embargo, está claro que también necesitaremos movimientos y progresos serios por parte de China”, dijo Scholz.
La Comisión Europea y el Ministerio de Comercio chino no respondieron a las solicitudes de comentarios. El Ministerio de Economía alemán declinó confirmar los comentarios de Wang.
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Según Deborah Elms, responsable de política comercial de la Fundación Hinrich, a los funcionarios de Pekín aún les queda margen para negociar: “La UE siempre podría optar por aplazar la imposición de aranceles, a la espera del resultado de las negociaciones”, añadió. “Mientras las dos partes avancen lo suficiente hacia una respuesta, es posible detener el reloj”.
El jefe de comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, mantuvo una videollamada “sincera y constructiva” con su homólogo chino durante el fin de semana. Los altos funcionarios de ambas partes apenas se habían dirigido la palabra durante la preparación del estudio.
“Las dos partes acordaron comprometerse sobre la base de los hechos y respetando plenamente las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio)”, declaró Olof Gill, portavoz de la Comisión Europea. “La UE hizo hincapié en que cualquier resultado negociado de su investigación debe abordar las perjudiciales subvenciones”.
Para China, detener los aranceles enviaría una señal importante a otras economías relevantes. Canadá también está estudiando posibles aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos para alinearse con las medidas adoptadas por la UE y EE.UU., donde el presidente Joe Biden ha anunciado un gravamen del 100% sobre este tipo de productos.
Brandy y jamón
En los últimos meses, entidades del gobierno chino, los medios de comunicación controlados por el partido y otros grupos afiliados al Estado han desplegado una campaña creciente de amenazas contra el brandy francés, el jamón español, los vehículos alemanes de gran cilindraje y otros sectores como la aviación.
China busca transformar las discusiones en una negociación mercantil y ha intentado dividir a los Estados miembros por medio de conversaciones bilaterales, dijeron algunas de las personas. Aunque la UE está abierta a soluciones que consigan los mismos efectos que los aranceles compensatorios, éstas tendrían que respetar plenamente las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Es poco probable que ideas como que China se autoimponga cuotas de exportación en lugar de aranceles cumplan esos criterios, dijo una de las personas familiarizadas.
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La UE notificó anteriormente este mes a los fabricantes de VE que introducirá nuevos aranceles provisionales en julio. Los aranceles se introducirán inicialmente mediante una garantía, y solo se cobrarán si se imponen aranceles definitivos en noviembre.
Algunas empresas se enfrentan a tasas a medida. SAIC Motor Corp. se enfrenta a un arancel del 38,1% además de la tasa existente del 10%, BYD a un 17,4% adicional y Geely —propietaria de Volvo Car AB— a un cargo extra del 20%. Otros productores de vehículos eléctricos de China que cooperaron con la investigación pero que no han sido incluidos en la muestra estarán sujetos a un arancel medio ponderado del 21%, mientras que otros sufrirán un gravamen del 38,1%.
China ha descrito la medida como proteccionista y que no se basa en criterios objetivos. Ha amenazado con tomar represalias y ya ha iniciado investigaciones antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo y brandy.
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