Bloomberg — Con su plataforma en línea, Tatyana Bakalchuk ha ganado miles de millones vendiendo desde escobas hasta trajes de novia.
En la actualidad, la mujer más acaudalada de Rusia está cambiando sorprendentemente de estrategia para contribuir a aislar la economía de las sanciones, desarrollando una alternativa al sistema mundial de pagos, del que fueron excluidos los más importantes bancos rusos.
La compañía de Bakalchuk, Wildberries, la alternativa rusa a Amazon, se ha asociado con Russ Group, el principal anunciante publicitario en exteriores de Rusia, para establecer un mercado digital que ayudará a las pequeñas y medianas empresas a promocionarse y exportar sus productos, según ha informado la compañía esta semana.
Lea más: El pacto de defensa de Putin con Kim Jong Un alarma a los aliados de Estados Unidos
Asimismo, pretenden crear una plataforma de pagos que sustituya a la red transfronteriza imperante, llamada Swift, según informaron dos allegados al Kremlin que no han querido ser identificados.
La iniciativa ha sido autorizada personalmente por el presidente Vladimir Putin, quien ha elegido a Maxim Oreshkin, jefe adjunto de la administración del Kremlin, como supervisor, explicaron estas fuentes, que pidieron no ser citadas.
No existen garantías de éxito para el sistema de pagos, indicó uno de ellos.
Dmitry Peskov, portavoz de Putin, dijo mediante un mensaje de texto que el presidente ha encomendado a funcionarios que estudien este proyecto de plataforma digital de Wildberries y Russ, aunque todavía no hay detalles concretos.
Swift constituye la principal red de mensajería a través de la que se realizan pagos internacionales. Se creó en los años 70 y conecta a cerca de 11.000 instituciones en más de 200 países y territorios.
EE.UU. y la UE han sancionado a los grandes prestamistas rusos a raíz de la invasión de Ucrania, impidiéndoles el acceso a Swift y forzando a Rusia a recurrir a otras formas de pago para sus importaciones y exportaciones.
Wildberries declinó hacer comentarios sobre su plan para un sistema de pagos.
Bakalchuk, a quien no se considera cercana al presidente ruso, habló en su emblemático foro económico en San Petersburgo a principios de este mes y dijo que creía que la empresa privada en Rusia tiene futuro y se está desarrollando, aunque se necesita el apoyo del Estado.
Lea más: ¿Cómo planean las naciones del G-7 contrarrestar el creciente peso de Rusia y China?
“Bakalchuk entiende muy bien que la crisis es el momento de las oportunidades”, dijo Alexandra Prokopenko, becaria del Centro Carnegie Rusia Eurasia. “Ella busca ampliar el negocio para protegerlo, para hacerse demasiado grande para fracasar y más visible para el Kremlin”.
Su propia riqueza ha crecido a raíz de la invasión de Ucrania, aumentando alrededor de un 40% hasta los US$8.100 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, a medida que el estímulo fiscal impulsaba el gasto de los consumidores.
El valor de los productos vendidos en Wildberries aumentó un 50% hasta los 2,5 billones de rublos (US$28.000) el año pasado, con una proporción creciente de productos nacionales. En comentarios enviados por correo electrónico, la oficina de prensa de Wildberries atribuyó el mérito a la popularidad de las compras en línea, así como al desarrollo de su plataforma, incluida la ampliación de su infraestructura y los descuentos.
Éxodo occidental
El éxodo de minoristas occidentales como Ikea, H&M y Levi’s también ayudó.
Mientras los productores rusos intervenían, Wildberries y su rival Ozon también ayudaron a los compradores a acceder a las marcas estadounidenses y europeas que se habían marchado oficialmente.
Moscú introdujo una legislación que permitía importar productos a Rusia sin el acuerdo del titular de la marca, lo que permitió a Wildberries y Ozon vender casi todo lo que podían antes de la guerra.
“A menudo no tengo ni idea de si una marca ha abandonado Rusia o no”, dijo Elena, de 35 años, una diseñadora de interiores afincada en la región de Moscú que pidió que no se utilizara su apellido para proteger su identidad. “Si necesito algo, simplemente lo busco en Wildberries y lo compro”.
Todavía puede encontrar artículos de Ikea en Wildberries, a pesar de que la empresa abandonó el mercado y sus plantas en 2022. Incluso su abuela de 79 años utiliza el servicio, dijo.
La guerra también ha ayudado a impulsar el gasto de los consumidores.
Los gastos presupuestarios anuales del gobierno ruso, incluidos los militares y sociales, aumentaron un tercio el año pasado en comparación con 2021, mientras que la movilización, la huida de muchos rusos al extranjero y la caída de los trabajadores extranjeros han creado una escasez masiva de mano de obra.
Eso ha estimulado el crecimiento de los salarios a un ritmo que no se veía antes de la crisis financiera de 2008, y ha aumentado la capacidad de compra de los consumidores, dijo Sofya Donets, economista de T-Investments. “Esto ha llevado a grupos enteros de personas a una categoría superior de riqueza y consumo”.
Las compras en línea han prolongado su expansión de la era Covid-19, creciendo un 45% el año pasado hasta los 8,3 billones de rublos (US$92.960 millones), según la investigación de INFOLine. Controlando más de la mitad del mercado, Wildberries y Ozon han sido los ganadores.
“Wildberries fue uno de los pioneros del mercado ruso del comercio electrónico”, afirmó Marat Ibragimov, analista de Gazprombank, y añadió que su fuerza residía en ofrecer buenas condiciones a los proveedores y una amplia gama de productos a precios bajos a los clientes.
Bakalchuk puso en marcha la empresa en 2004 como un lugar para personas con un presupuesto limitado y poco tiempo para ir de compras. Encargó ropa al por mayor de un catálogo alemán de venta por correo, escaneó las fotos y las colgó en su página web. Ella misma entregaba los productos en lugar de utilizar el servicio postal, que no era fiable.
Le más: EE.UU. presenta su mayor paquete de sanciones contra Rusia en un solo día
Sancionada por Ucrania
A diferencia de los multimillonarios que amasaron sus fortunas en las caóticas privatizaciones de los noventa o florecieron a principios de la década de 2000 bajo el mandato de Putin, Bakalchuk nunca ha tenido una reunión cara a cara con el presidente ruso y no ha sido sancionada por Washington o Bruselas.
Sin embargo, fue sancionada por Ucrania, antes de la invasión del Kremlin en 2022, porque Wildberries vendía una serie de productos de temática nacionalista rusa, como uniformes militares y camisetas que alababan a Putin. Eso la obligó a cerrar el negocio ucraniano.
Según el comunicado de Wildberries, el proyecto de Bakalchuk con Russ Group pretende ampliar su alcance a los vecinos de Rusia y a los países del llamado Sur Global, entre ellos China e India. Puede ayudar a impulsar el PIB ruso en un 1,5% al año, informó el medio RBC, citando a personas no identificadas familiarizadas con el plan.
Aun así, la creación de un sistema de pagos puede aumentar el riesgo de que Bakalchuk sea objeto de sanciones estadounidenses o europeas, ya que los aliados occidentales de Ucrania han puesto en su punto de mira otros servicios financieros rusos, como el sistema de pagos Mir y el equivalente Swift del banco central, llamado SPFS.
Lea más en Bloomberg.com