Bloomberg — La compañía Ferrari NV está cada vez más cerca de su primer superdeportivo completamente eléctrico, al presentar una nueva fábrica en Italia donde se producirá la próxima generación de sus codiciados automóviles.
La planta de Maranello, construida durante los últimos dos años y oculta a la vista del público, fabricará el primer VE de Ferrari a partir de finales del 2025 además de modelos híbridos y vehículos propulsados por motores de combustión.
Brillantes robots blancos que asisten a los trabajadores vestidos con monos rojos, la planta de €200 millones (US$214 millones) representa otro capítulo para la empresa cuya producción regularmente se agota por años, lo que genera márgenes líderes en este sector.
La inauguración de esta fábrica por parte de Ferrari ocurre en un contexto difícil para el sector de la fabricación de automóviles de alta gama, que busca reducir las emisiones al tiempo que se desacelera la demanda de VE.
Vigna se ha propuesto avanzar en la electrificación y al mismo tiempo continuar con la fabricación de automóviles con motores de combustión en los años venideros.
Se trata de un equilibrio de cuidado para Ferrari, ya que los clientes más jóvenes se decantan por los vehículos eléctricos, aunque muchos de los más veteranos se resisten a renunciar al rugido característico de la marca.
“Creemos que no existe una solución única para los futuros sistemas de propulsión de los automóviles”, declaró el viernes a la prensa en Maranello el CEO Benedetto Vigna. “Nuestra estrategia es seguir invirtiendo en los tres”.
La nueva fábrica no pretende aumentar la producción de Ferrari, sino hacerla más eficiente. Al poner todos los procesos de fabricación bajo un mismo techo, desde la construcción de los ejes eléctricos y el embalaje de las baterías hasta el montaje de los vehículos finales, Ferrari pretende proteger la exclusividad de sus coches al tiempo que exprime más beneficios de su fabricación. El año pasado, Ferrari vendió 13.663 vehículos, una fracción de los cerca de 320.000 que vendió Porsche AG.
Ex ejecutivo del fabricante de chips STMicroelectronics NV, Vigna empezó a dar forma a la transición eléctrica de Ferrari poco después de incorporarse hace casi tres años.
Se consideró que la empresa llegaba tarde a la transición, Porsche lleva ofreciendo su Taycan EV desde 2019, pero el enfoque cauteloso puede dar sus frutos: a medida que las ventas de VE se ralentizan en Europa, empresas como Stellantis NV y Volkswagen AG están reduciendo o reorientando sus proyectos de baterías, mientras que Mercedes-Benz Group AG se ha comprometido a vender coches tradicionales durante más tiempo del previsto.
En una entrevista concedida a Bloomberg Television, Vigna se negó a comentar cuánto costará el nuevo supercoche totalmente eléctrico, afirmando que la empresa sólo revelará información sobre precios aproximadamente un mes antes de que el coche salga a la venta.
Ocupando una superficie de unos seis campos de fútbol justo al norte de su sede histórica, las nuevas instalaciones cuentan con puestos de trabajo ergonómicos, zonas de descanso y un tejado engalanado con más de 3.000 paneles solares. Ferrari ha formado a sus trabajadores durante los dos últimos años para las nuevas líneas, enseñándoles conocimientos de química y montaje de baterías.
El espacio principal de producción reluce en blanco, con toques del rojo característico de la marca en escaleras y pilones. Por la noche, las luces de la fachada hacen que la planta brille como una linterna.
La nueva fábrica "nos garantizará una mayor flexibilidad en toda nuestra línea de producción", afirma Vigna. "Nuestra ética seguirá siendo la misma: calidad de los ingresos por encima de la cantidad".
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