:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/FE4D36ED7VBPVGW27GRSNS36UE.jpg "Pré-sal brasileiro ainda apresenta potencial, mas incertezas sobre novas campanhas exploratórias são risco para produção no futuro")
Bloomberg Línea — Las principales petroleras mundiales buscan nuevas reservas en América Latina con un volumen récord de inversiones. Las oportunidades se extienden desde el presal brasileño a yacimientos de petróleo no convencional – gas de esquisto – en Argentina y aguas profundas en Guyana. El objetivo es garantizar una producción sostenible a medio y largo plazo.
Las siete “oil majors” – como se denomina al grupo de superpetroleras formado por ExxonMobil (XOM), Chevron (CVX), Total (TTE), Shell (SHEL), BP (BP), Equinor (EQNR) y Eni (E) – tienen previsto invertir en la región alrededor de US$127.000 millones entre 2015 y 2029, según un estudio de la consultora especializada Wood Mackenzie.
Según Luiz Hayum, analista de upstream de la consultora, se trata de un récord histórico en América Latina.
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“Las inversiones de las grandes petroleras en la región se duplicarán. La industria pasará de un nivel de US$5 mil millones a US$6.000 millones al año entre 2015 y 2021 a US$10.000 millones a US$12.000 millones al año entre 2024 y 2029″, dijo.
Guyana ha ido ganando protagonismo en América Latina, aunque Brasil sigue siendo fundamental en el volumen estimado para el periodo, añadió. De los US$10.000 millones previstos para la región en 2024, cerca de US$4.200 millones se destinarán a proyectos en el país.
También según la consultora, la estadounidense Exxon lidera las inversiones en la región, seguida de la anglo-holandesa Shell, que tiene amplias operaciones en el presal brasileño. La noruega Equinor apuesta por Argentina y los proyectos de aguas ultraprofundas en Brasil.
Otros gigantes como la británica BP y la francesa Total también están creciendo en la región, con proyectos en Trinidad y Tobago y Surinam.
En opinión de Hayum, de los nuevos proyectos de exploración previstos en la región, Guyana y Surinam tienen las oportunidades más claras.
Paralelamente, existe una frontera de exploración considerada prometedora en el sur del continente: la Cuenca de Pelotas, en el estado brasileño decRio Grande do Sul. Con características geológicas similares a las de una gran reserva de petróleo descubierta recientemente en Namibia, la región también incluye zonas de Argentina y Uruguay.
“Existe la creencia de que el Margen Sur de Brasil, Uruguay y Argentina es en cierto modo análogo a la gran reserva descubierta en Namibia. Es probable que perforen pozos en la región”, afirma el analista.
“Argentina fue la primera en avanzar en esta dirección y el éxito del país debería desbloquear las inversiones en Uruguay y Brasil”, añadió.
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El presal lidera las inversiones
En los próximos cinco años, las inversiones en América Latina se destinarán principalmente al presal brasileño, según Wood Mackenzie.
Hayum dijo que los recursos extraídos son fácilmente comercializables, en pozos “ultra-productivos”, lo que proporciona niveles reducidos de emisiones de carbono en comparación con los petróleos extraídos en otros lugares. “Las grandes petroleras buscan proyectos más sostenibles”.
El experto dijo que, en general, las reservas de la región son grandes, resistentes y tienen un punto de equilibrio cuando el barril está por debajo de los US$30.
Uno de los proyectos más prometedores que se están desarrollando actualmente en Latinoamérica es el de Argerich, que explorará por primera vez las reservas offshore de Argentina. “Es la mayor promesa actual de la región”, subrayó.
Equinor, YPF y Shell poseen los derechos de exploración de Argerich, a unos 300 kilómetros del Puerto de Mar del Plata. En este pozo predomina el petróleo – a diferencia del gas de esquisto que predomina en el megayacimiento de Vaca Muerta – pero la cuenca también tiene zonas con gas natural, dijo Hayum.
En Surinam, el desarrollo del proyecto del Bloque 58 por Total en asociación con APA Corporation se prevé muy prometedor. Las estimaciones apuntan a un volumen de unos 700 millones de barriles en los yacimientos de Sapakara Sur y Krabdagu.
Trinidad y Tobago es uno de los mayores exportadores mundiales de gas natural licuado (GNL). El país está recibiendo actualmente importantes inversiones para sostener el suministro del insumo a las plantas locales, incluidos dos proyectos greenfield con participación de las majors: Calypso y Manatee.
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Incertidumbres sobre los proyectos
A pesar de la promesa de grandes reservas, Brasil aún enfrenta el desafío de viabilizar la producción en nuevos yacimientos. “Los proyectos existentes en el presal comienzan a declinar después de 2030″, dijo Hayum.
Las dificultades en las nuevas campañas de exploración, como en el Margen Ecuatorial, por ejemplo, traen incertidumbre al sector de petróleo y gas en Brasil a medio y largo plazo. En este contexto, las majors han estado buscando alternativas como el área post-sal.
La recién nombrada CEO de Petrobras (PETR3, PETR4), Magda Chambriard, defendió en una rueda de prensa a finales de mayo la aceleración de las prospecciones frente a la costa brasileña, que incluye la Cuenca de Pelotas. También criticó el retraso en la concesión de licencias de perforación en el Margen Ecuatorial.
En Argentina, donde las expectativas son altas, especialmente en Vaca Muerta, viejos problemas siguen poniendo en peligro el flujo de producción: los atascos en las infraestructuras.
“En Argentina se están tomando medidas importantes para superar los cuellos de botella en las infraestructuras del sector. No empezaron con el gobierno actual, pero se están materializando ahora”, señaló Hayum.
En Guyana y Surinam, mientras tanto, las incertidumbres se concentran en el corto plazo, dijo. “Los recursos [petrolíferos] están probados, y la infraestructura está contratada, pero hay dudas sobre la ejecución y la entrega dentro de los plazos y los costes estimados”, afirmó.
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