Bloomberg Línea — La República de Molossia, quizá una de las más pintorescas autocracias, es considerada una de las micronaciones más famosas del mundo pese a que ni siquiera aparece en el mapa y cuenta con su propia forma de Gobierno, que incluye su propio presidente y primera dama, así como su gabinete de ministros. Uno de sus mayores atractivos son sus 25 días festivos en el año.
Esta micronación se fundó por el estadounidense Kevin Baugh en 1999, siguiendo un antiguo ideal de niño sobre constituir un país imaginario junto a su amigo James Spielman en los años 70, bajo el nombre de Gran República de Vuldstein. En la actualidad, Molossia dice tener su propio ferrocarril, servicio postal, agencia aérea y espacial, oficina de guerra y Policía.
En este territorio de apenas unos 5.260 m2 está prohibido el tabaco, las espinacas y el bagre. Su bandera está formada por tres barras horizontales de color azul, blanco y verde. Y su presidente, Kevin Baugh, viste unas ropas de militar que se asemejan a las de un dictador del siglo XX.
Para nombrarlo, Kevin Baugh se inspiró en una palabra del hawaiano, maluhia (relajado), aunque el nombre remite más a la antigua región del noreste de Grecia denominada como el reino de Molasia.
Los censos más recientes del territorio, situado cerca de Dayton, Nevada (EE.UU.), indican que Molossia cuenta con un par de perros acompañantes y apenas 35 habitantes, siendo la mayoría sus propios familiares.
Molossia se erige sobre los territorios propiedad de Kevin Baugh, quien se autodenomina como presidente del microestado, protector de la Nación y guardián del pueblo. A este le acompaña Adrianne Marie Baugh, primera dama de Molossia y jefa de Estado adjunta y jefa de Gobierno.
El territorio, que no cuenta con ningún tipo de reconocimiento, es considerado más como un pintoresco atractivo turístico de la región más que un proyecto serio de nación.
No obstante, Molossia cuenta con su propia Constitución, “que faculta a una Asamblea Nacional para que actúe como poder Legislativo, a un presidente para que actúe como poder Ejecutivo y a una Corte Suprema que es responsable de la supervisión judicial”, según se lee en la web de Molossia.
Esta micronación también cuenta con su propio Banco Central, encargado de emitir la moneda del microestado, que es denominada Volora (que se adquiere en dólares).
Asimismo, mantiene relación con otros territorios de las mismas características e incluso tiene consignados varios tratados con algunos de estos.
En el marco de estas relaciones, Kevin Baugh promovió la denominada MicroCon, que es una convención de micronaciones y cuya primera edición se celebró el 11 de abril de 2015, basada en un tipo de Asamblea General de las Naciones Unidas.
En su última edición, en 2023, las micronaciones anfitrionas fueron Ladonia y el Gran Ducado de Flandrensis, con dos eventos separados en Joliet, Illinois (EE.UU.) y Ypres (Bélgica).
Las micronaciones en el mundo
Bien sea por fines ideológicos, políticos o simplemente como protesta, en el mundo se han creado múltiples micronaciones, algunas con varias décadas de existencia, a pesar de no gozar con el reconocimiento de los Estados globales y, por tanto, de los demás organismos como Naciones Unidas.
Las micronaciones son porciones de tierra, muchas veces olvidadas y sin dolientes, que se autoproclaman como países independientes, conformando una identidad alrededor de un himno, una bandera y una forma de Gobierno, llegando a negociar incluso con Estados que sí gozan con reconocimiento.
En Colombia, fue célebre en 2022 el memorando de cooperación que firmó la ciudad de Manizales con Liberland, un proyecto de micronación que no cuenta con reconocimiento de ningún Estado y cuyo territorio no está habitado, por lo que ha llegado a ser denominado como “tierra de nadie”.
Liberland, que solo es avalado por otros microestados sin reconocimiento, como la República de Somalilandia, tiene su propia bandera e incluso promocionan su propia criptomoneda, el merits.
¿Qué otras micronaciones existen?
Así como Liberland, que está situado a orillas del río Danubio, en la frontera entre Croacia y Serbia, y fue que fundado en 2015 por el político y activista checo Vít Jedlička, en el mundo se contabilizan hasta 400 microestados.
Algunos de los más célebres son la República de las Islas Dumpling del Norte, que se constituyó como tal luego de que el empresario estadounidense Dean Kamen adquiriera ese territorio de Norteamérica en la década de los 80 por unos US$2,5 millones.
También existe la República de la Concha, situada en Key West, Florida (EE.UU.), la cual se fundó como una forma de protesta en favor de la separación de los Cayos de Florida del país norteamericano.
En Europa, además de Liberland están la Ciudad libre de Christiania (en Dinamarca), que es considerado un barrio parcialmente autogobernado con apenas 1.000 habitantes, así como la República Libre de Saugeais (Francia), con un poco más de 4.300 habitantes.