La desaceleración de los autos eléctricos aleja al mundo de la descarbonización; ¿por qué?

Algunos países nórdicos y el estado de California son los únicos lugares que están a punto de eliminar las emisiones del parque automotor para 2050

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Bloomberg — Los vehículos eléctricos han pasado rápidamente de ser un punto brillante en la lucha mundial contra el cambio climático a ser motivo de preocupación, lo que ha llevado a BloombergNEF (BNEF) a recortar las estimaciones de ventas y advertir que la industria automovilística se está alejando aún más del camino hacia la descarbonización.

En su informe anual Perspectivas del Vehículo Eléctrico, BNEF redujo sus previsiones de ventas de vehículos eléctricos de batería en 6,7 millones de vehículos hasta 2026. Aunque la desaceleración de la demanda no es universal en todos los países y los vehículos eléctricos se verán favorecidos en cierta medida por el resurgimiento de los híbridos enchufables, algunos países nórdicos y el estado de California son los únicos lugares que están a punto de eliminar las emisiones del parque automotor para 2050.

“Algunos mercados están experimentando una desaceleración significativa y muchos fabricantes de automóviles han retrasado sus objetivos de vehículos eléctricos”, escriben los analistas de BNEF dirigidos por Colin McKerracher en el informe publicado el miércoles. “La ventana para lograr emisiones netas cero en el transporte por carretera se está cerrando rápidamente y no queda espacio para la complacencia”.

Las perspectivas de los vehículos totalmente eléctricos se han deteriorado notablemente en el último año. BNEF comenzó la edición de 2023 de su informe EV Outlook destacando la profunda transformación que está sufriendo el sector del automóvil y la rápida expansión de la electrificación en casi todos los tipos de vehículos. Este año, el investigador recapitula cómo varios de los mayores fabricantes del mundo -incluidos Ford Motor Co (F), General Motors Co (GM), Volkswagen AG e incluso Tesla Inc (TSLA)- han reducido sus ambiciones en los últimos meses.

BNEF considera que China seguirá dominando los vehículos eléctricos, las baterías y las cadenas mundiales de suministro de materias primas y componentes, lo que provocará la reacción de Washington y Bruselas en forma de mayores aranceles. De hecho, la Unión Europea anunció el miércoles que impondrá gravámenes adicionales a las importaciones de vehículos eléctricos de fabricantes como el fabricante de MG SAIC Motor Corp. y BYD Co.

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Las peticiones de igualdad de condiciones han caído en saco roto en Pekín. China advirtió el mes pasado de que podría tomar represalias imponiendo a algunos automóviles importados aranceles del 25% que afectarían a fabricantes alemanes como Mercedes-Benz Group AG y BMW AG.

Según BNEF, China ha repartido incentivos por valor de decenas de miles de millones de dólares y ahora puede fabricar muchas más baterías de las que necesita, lo que está provocando una drástica caída de los precios. La capacidad de fabricación de baterías del país ya triplicaba la demanda nacional el año pasado y aumentará a más de seis veces en 2025, si todas las fábricas previstas en el país entran en funcionamiento.

Esto ha contribuido a reducir los precios de las baterías de litio-hierro-fosfato de China -una química más barata que está ganando adeptos- a US$53 por kilovatio-hora, aproximadamente la mitad de la media mundial. Como resultado, el país es “el único gran mercado automovilístico que ha alcanzado el punto de despegue de las ventas de vehículos eléctricos impulsadas por los consumidores”, afirma BNEF.

El descenso de los precios de las baterías no ha sido tan pronunciado en otros mercados importantes, lo que ha contribuido a que BNEF haya recortado sus previsiones de ventas de vehículos eléctricos (que incluyen los híbridos enchufables) para este año y los próximos cuatro en Estados Unidos, Alemania, Japón, Italia y Reino Unido.

¿Por qué BNEF reduce las previsiones de ventas de autos eléctricos?

Las razones que cita BNEF para las reducciones en sus previsiones de ventas en los cinco miembros del Grupo de los Siete varían según el país y son:

- Los “mediocres” resultados de Ford y GM, el envejecimiento de la gama de Tesla y la incertidumbre sobre las elecciones presidenciales en EE.UU.

- El abrupto fin de las subvenciones en Alemania en diciembre y las difíciles condiciones económicas del país.

- Falta de compromiso con los vehículos eléctricos por parte de los principales fabricantes japoneses y escasez de nuevos modelos eléctricos en el segmento de los minicoches.

- Apoyo normativo incoherente en Italia y el Reino Unido.

“La transformación puede llevar más tiempo del previsto”, declaró Ola Källenius, CEO de Mercedes, en la reunión anual del fabricante de automóviles celebrada el mes pasado. El fabricante de las berlinas Clase S y los SUV G-Wagon espera seguir fabricando vehículos híbridos y con motor de combustión hasta bien entrada la década de 2030.

Antes de que Mercedes modificara sus objetivos, Volkswagen desechó sus planes de construir una fábrica de vehículos eléctricos en Alemania por valor de 2.000 millones de euros (US$2.150 millones); Ford, GM y Tesla frenaron sus inversiones en plantas de producción; y Jaguar Land Rover (JLR), de Tata Motors Ltd., anunció una ralentización del lanzamiento de modelos eléctricos de batería, aludiendo a su sorpresa por el nivel de demanda de sus híbridos enchufables.

JLR no es el único. Uno de los temas más optimistas del informe de BNEF es el auge de la demanda de vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV).

En respuesta al aumento de las ventas de PHEV a un ritmo más rápido que los vehículos eléctricos de batería o híbridos convencionales desde 2019, BNEF aumentó drásticamente sus estimaciones de ventas hasta mediados de la próxima década. El año pasado, el investigador esperaba que las ventas alcanzaran un máximo de 6,5 millones de vehículos en 2026, y que luego se redujeran a unos 325.000 en 2035. Ahora, BNEF prevé un pico de casi 9,2 millones en 2030 y más de 4,7 millones en 2035.

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China se convirtió en el primer mercado mundial de PHEV en 2022, gracias a la introducción de modelos asequibles de BYD y Li Auto Inc. Los PHEV se venden ahora prácticamente al mismo precio promedio en China que los vehículos que funcionan exclusivamente con motores de combustión interna.

“Es un movimiento bien concebido por los fabricantes de automóviles chinos para utilizar esta tecnología para tratar de tentar a los consumidores más resistentes en esas partes aún no saturadas de China”, dijo Aleksandra O’Donovan, que dirige el equipo de investigación de Transporte Electrificado de BNEF. “Es un país muy grande”.

Una advertencia

Pero el positivismo de BNEF sobre los PHEV viene con una advertencia.

Los estudios realizados por la organización sin ánimo de lucro International Council on Clean Transportation y el grupo de defensa Transport & Environment han revelado que los PHEV emiten más en condiciones reales de conducción que en las pruebas utilizadas para cumplir la normativa y las clasificaciones anunciadas a los consumidores. Esto se debe, en gran medida, a que los procedimientos suponen que los propietarios de los vehículos conducirán en modo eléctrico más de lo que realmente lo hacen.

“Es un poco arriesgado confiar demasiado en los PHEV”, afirma O’Donovan. “Lo favorables que sean a la descarbonización dependerá de cuánto se carguen, y hasta ahora las pruebas en ese sentido no son muy buenas”.

Aunque el repunte de la demanda de PHEV ayuda a mantener la previsión de BNEF para las ventas de vehículos eléctricos en 2024 prácticamente en línea con lo que se esperaba en años anteriores, se espera que la tasa de crecimiento en los próximos cuatro años sea de una media anual del 21%, frente al 61% entre 2020 y 2023.

Se prevé que el parque mundial de vehículos con motor de combustión interna alcance su punto máximo el año que viene, pero las ventas tendrían que cesar por completo en torno a 2038 para que el mundo llegue a tener un parque completamente libre de emisiones en 2050.

Según el BNEF, sólo los países nórdicos, entre ellos Noruega, van camino de eliminar por completo las ventas de vehículos con motor de combustión interna en el plazo necesario.

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