Desinflación en la zona euro tendrá altibajos, según Lagarde del BCE

La presidente del organismo aseguró que la senda desinflacionista hacia la que se dirigen tendrá sus pequeños contratiempos

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Bloomberg — El Banco Central Europeo confía en estar en el buen camino para devolver la inflación al 2%, aunque los avances en los próximos meses tendrán altibajos, según su presidenta Christine Lagarde.

Ese optimismo permitió a los responsables políticos bajar las tasas de interés la semana pasada, dijo a los periodistas en Dubrovnik, Croacia; aunque se negó a comentar las turbulencias del mercado financiero originadas en su Francia natal, donde las acciones y los bonos se desplomaron en medio de la incertidumbre política.

"Tenemos muchos retos, pero realmente creo que ahora nos dirigimos hacia una senda desinflacionista que tendrá sus pequeños contratiempos aquí y allá, lo que llamamos baches en el camino", dijo Lagarde el viernes. "Pero está definitivamente en una senda descendente".

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A pesar de esa confianza, los funcionarios se muestran cautelosos a la hora de trazar un rumbo para los tipos de interés tras el recorte inicial de la semana pasada. La incertidumbre sobre la inflación derivada del crecimiento salarial, las tensiones geopolíticas y los planes de otros grandes bancos centrales sigue siendo elevada, y los precios al consumo, así como los recientes indicadores de la remuneración de los trabajadores, se han desbordado.

El BCE prevé que la inflación vuelva al 2% en el último trimestre del próximo año, y Lagarde dijo que “a menos que tengamos un choque importante, o a menos que tengamos riesgos a la baja que se materialicen en los próximos meses, esta es la dirección a seguir”.

De cara al futuro, Lagarde afirmó que la inflación se verá impulsada por factores ajenos al ciclo económico.

"También se verá impulsada por un par de fuerzas estructurales importantes de las que apenas tenemos experiencia: la fragmentación geopolítica y el cambio climático", dijo más tarde el viernes en un discurso. "Las pruebas que tenemos hasta ahora sugieren que es probable que los nuevos tipos de perturbaciones a los que nos enfrentamos presionen al alza los precios, al menos inicialmente".

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Más temprano ese mismo día, en Dubrovnik, el portugués Mario Centeno -habitualmente una de las voces más moderadas del Consejo de Gobierno del BCE- pidió prudencia a la hora de reducir aún más los costes de endeudamiento. Su homólogo esloveno, Bostjan Vasle, dijo que los tipos no se bajarán al mismo ritmo acelerado con que se subieron.

Los mercados han tomado nota. Las apuestas por la relajación monetaria se han reducido, y sólo se prevé un recorte más este año. El jefe del banco central letón, Martins Kazaks, ha calificado de “razonables” las apuestas de los inversores.

Cuando se le preguntó sobre las preocupaciones en los mercados financieros de que unas elecciones anticipadas en Francia puedan dar lugar a un gobierno favorable a una política fiscal más laxa, Lagarde dijo que no quería hacer comentarios sobre la situación política interna.

"Simplemente diré que el deber del Banco Central Europeo es cumplir su mandato y mantener la inflación bajo control y de vuelta al objetivo, que es lo que haremos", afirmó.

Los responsables del BCE no ven motivos de alarma en las turbulencias del mercado que han envuelto a Francia en los últimos días, según personas con conocimiento del asunto.

--Con la colaboración de Jan Bratanic.

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