Bloomberg — El Gobierno de Biden está estudiando nuevas restricciones al acceso de China a la tecnología de chips utilizada para la inteligencia artificial, centrándose en los nuevos hardware que se están abriendo camino en el mercado, según personas familiarizadas con el asunto.
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Las medidas que se están discutiendo limitarían la capacidad de China para utilizar una arquitectura de chip de vanguardia conocida como gate all-around, o GAA, según las personas, que hablaron bajo condición de anonimato porque las deliberaciones son privadas. La GAA, que promete aumentar la potencia de los semiconductores, está siendo introducida por los fabricantes de chips.
No está claro cuándo las autoridades tomarán una decisión definitiva, señalaron las personas, que insistieron en que aún están determinando el alcance de una posible norma. El objetivo de Estados Unidos es dificultar a China el ensamblaje de los sofisticados sistemas informáticos necesarios para construir y hacer funcionar modelos de inteligencia artificial y acotar una tecnología aún incipiente antes de que se comercialice.
Empresas como Nvidia Corp (NVDA), Intel Corp (INTC) y Advanced Micro Devices Inc (AMD), junto con sus socios fabricantes Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSM) y Samsung Electronics Co, pretenden empezar el próximo año a producir en masa semiconductores con el diseño GAA.
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Las acciones de Nvidia cayeron el martes hasta un 2,5% a US$118,74 en Nueva York, después de que Bloomberg diera a conocer la noticia. AMD cayó un 1,9%, mientras que Intel bajó menos de un 1%.
EE.UU. ya ha impuesto numerosas restricciones a la venta de semiconductores avanzados y herramientas de fabricación de chips a China. La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ha afirmado en repetidas ocasiones que EE.UU. ampliará esas medidas cuando sea necesario para mantener la tecnología de inteligencia artificial más avanzada fuera del alcance de Pekín, por temor a que pueda dar ventaja al Ejército chino.
Aun así, el Gobierno de Biden corre contrarreloj para promulgar nuevas normas antes de las elecciones presidenciales de noviembre y para decidir qué tecnologías priorizar.
Un portavoz de la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio, que supervisa los controles de exportación, declinó hacer comentarios. Un representante del Consejo de Seguridad Nacional no respondió a una solicitud de comentarios.
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El BIS envió recientemente un borrador de la norma GAA a lo que se conoce como un comité de asesoramiento técnico, dijeron algunas de las personas. Este comité está compuesto por expertos del sector y ofrece asesoramiento sobre parámetros técnicos específicos, un paso final en el proceso normativo.
Pero la norma aún no está terminada, según estas personas, después de que funcionarios del sector criticaran la primera versión por ser excesivamente amplia. No está claro si la prohibición restringirá la capacidad de China para desarrollar sus propios chips GAA o si irá más allá e intentará bloquear a las empresas extranjeras, en particular a los fabricantes de chips estadounidenses, para que no vendan sus productos a los fabricantes chinos de productos electrónicos.
También hay conversaciones en fase inicial sobre la limitación de las exportaciones de chips de memoria de gran ancho de banda, dijeron algunas de las personas. Estos semiconductores, fabricados por SK Hynix Inc. y Micron Technology Inc. (MU) entre otros, aceleran el acceso a la memoria y ayudan a potenciar los aceleradores de IA. Se utilizan para entrenar el software de IA, un proceso que consiste en bombardear los modelos con información. No está claro si una norma sobre chips de memoria de gran ancho de banda podría unirse, dijeron las personas, haciendo hincapié en que la conversación sobre GAA está más avanzada.
Algunos aliados de EE.UU. están aplicando sus propias medidas de control de las exportaciones de tecnología GAA como parte de un acuerdo que se produjo durante las recientes conversaciones comerciales, según algunas de las personas. EE.UU. ya impone restricciones al software de diseño de tecnología GAA, impuestas en 2022 tras un acuerdo alcanzado el año anterior.
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