Bloomberg — A los inversores extranjeros se les asignará alrededor del 60% de las acciones en oferta en la venta de acciones de Saudi Aramco por US$11.200 millones, dijeron personas familiarizadas con el asunto, marcando un giro respecto a la salida a bolsa del gigante petrolero en 2019 que terminó siendo un asunto mayoritariamente local.
La operación generó una fuerte demanda de EE.UU. y Europa, según las personas, que declinaron ser identificadas ya que la información es privada. Fondos del Reino Unido, Hong Kong y Japón también respaldaron la venta de acciones que atrajo órdenes por valor de más de US$65.000 millones en total, dijeron las personas.
Durante la cotización del gigante petrolero, los inversores extranjeros habían rechazado en gran medida las expectativas de valoración y dejaron al gobierno dependiendo de los compradores locales. La OPV de US$29.400 millones atrajo pedidos por valor de 106.000 millones, y sólo el 23% de las acciones se asignaron a compradores extranjeros.
Los representantes de Aramco no estuvieron inmediatamente disponibles para hacer comentarios.
Un atractivo clave esta vez es el dividendo de la empresa, que es uno de los mayores del mundo. Los inversores dispuestos a mirar más allá de una fuerte valoración y de la falta de recompras cobrarían un desembolso anual de US$124.000 millones que Bloomberg Intelligence calcula que dará a la empresa una rentabilidad del 6,6%.
Arabia Saudí atrajo suficientes ofertas para cubrir todas las acciones pocas horas después de poner en marcha la operación. La oferta se cerró el jueves y el reino obtendrá unos ingresos netos de al menos US$11.200 millones, excluyendo las sobreasignaciones, un efectivo que ayudará a financiar un impulso multimillonario para transformar la economía.
El precio final se situó hacia la mitad inferior de un rango propuesto de 26,70 riyales a 29 riyales, aunque las acciones de Aramco han cotizado por debajo del extremo superior desde que se anunció el acuerdo y cerraron a 28,30 riyales el jueves.
El alcance de la participación extranjera fue seguido de cerca, y los principales ejecutivos de Aramco celebraron una serie de actos en Londres y Estados Unidos para suscitar la demanda.
El gobierno saudí posee alrededor del 82% de Aramco, mientras que el Fondo de Inversión Pública posee otra participación del 16%. El reino seguirá siendo el principal accionista tras la oferta.
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