Bloomberg — El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró que no habrá un alto el fuego permanente en la guerra contra Hamás en Gaza hasta que se cumplan las condiciones del país, que incluyen la destrucción del grupo militante.
Israel está dispuesto a hacer una pausa en las hostilidades con el fin de devolver a los rehenes, pero lo que ocurra después estará sujeto a nuevas conversaciones, dijo Netanyahu en una reunión con la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del parlamento el lunes, según su oficina. La propuesta presentada por el presidente Joe Biden el viernes para un alto el fuego permanente era sólo una parte del paquete y había detalles que no hizo públicos, dijo Netanyahu, sin ser más específico.
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Israel está trabajando en “innumerables formas” de traer de vuelta a los rehenes retenidos por Hamás desde el comienzo de la guerra de casi ocho meses, dijo el Primer Ministro en una declaración separada. Garantizar su regreso seguro desde Gaza sería posible al tiempo que se elimina al grupo respaldado por Irán, dijo.
Sus comentarios plantean más dudas sobre el plan de paz en tres fases expuesto por Biden, que según él había sido presentado por Israel. Esa propuesta detallaba una tregua de seis semanas que implicaba un intercambio de rehenes por prisioneros palestinos, seguido de centrarse en una retirada israelí de las tropas y un alto el fuego permanente.
Netanyahu se apresuró a rechazar los aspectos claves de ese plan durante el fin de semana, afirmando que la destrucción de las capacidades de gobierno y militares de Hamás sigue siendo un objetivo no negociable, pero que no se menciona específicamente en los esbozos del plan difundidos por la Casa Blanca.
El Primer Ministro israelí se encuentra bajo la presión de aliados de derechas que han amenazado con abandonar su coalición gobernante y derribar el gobierno si acepta poner fin a la guerra sin desmantelar a Hamás. Al mismo tiempo, más de 100.000 personas se manifestaron en Israel durante el fin de semana pidiendo el fin de la guerra.
Aunque la Casa Blanca ha intentado destacar que Hamás es ahora incapaz de repetir un ataque similar al del 7 de octubre -cuando los militantes mataron a unos 1.200 israelíes y tomaron 250 rehenes-, el gobierno de Netanyahu insiste en que hay que privar a Hamás de cualquier capacidad agresiva. Más de 35.000 palestinos han muerto en la campaña posterior de Israel, según las autoridades sanitarias de Gaza, gobernada por Hamás.
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Las diferencias entre Biden y Netanyahu sobre cómo alcanzar un alto el fuego se esclarecerán en los próximos días, ya que el líder israelí tiene previsto dirigirse al Congreso estadounidense el 13 de junio, según una fuente familiarizada con la situación.
El lunes, funcionarios estadounidenses, entre ellos el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, pidieron a Hamás que aceptara la propuesta, al igual que el G-7.
Sullivan, hablando en un acto en Washington, dijo que Israel había mostrado “voluntad de dar un paso adelante y llegar a un acuerdo”, y que Hamás debe ahora “venir a la mesa”. El grupo, designado como organización terrorista por EE.UU. y la Unión Europea, ha dicho que está dispuesto a “tratar de forma positiva y constructiva cualquier propuesta” basada en un cese indefinido del conflicto.
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