Bloomberg — La actividad fabril estadounidense se contrajo a un ritmo más rápido en mayo, cuando la producción estuvo cerca de estancarse y un indicador de pedidos sufrió la mayor caída en casi dos años.
El índice de manufacturas del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) cayó 0,5 puntos a 48,7, el nivel más débil en tres meses, según datos publicados el lunes. Las lecturas inferiores a 50 indican contracción.
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El índice de nuevos pedidos del grupo de gerentes de compras descendió 3,7 puntos, la mayor caída desde junio de 2022, hasta situarse en 45,4 en mayo. El índice de reservas se encuentra en el nivel más bajo en un año, lo que sugiere que la demanda en toda la economía se está debilitando. En consecuencia, el índice de producción del ISM cayó a 50,2.
Las cifras indican que el sector manufacturo estadounidense tiene dificultades para ganar impulso debido a los altos costos de endeudamiento, la baja inversión empresarial en equipos y el menor gasto de los consumidores. Al mismo tiempo, los productores luchan contra los elevados costos de los insumos.
Si bien el índice ISM de precios pagados por materiales y otros insumos bajó a 57 el mes pasado, sigue siendo en el segundo nivel más alto en aproximadamente dos años.
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Una señal esperanzadora para los productores nacionales fue que el indicador de que la demanda de exportaciones creció por tercera vez en los últimos cuatro meses.
Otra fue un repunte del empleo en las fábricas. El indicador del grupo subió a 51,1 en mayo, la cifra más alta desde agosto de 2022, y sugiere que los productores están teniendo más éxito a la hora de contratar personal.
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