Bloomberg Línea — Fitch Ratings elevó la calificación de crédito de “B-” a “B”, con perspectiva estable, informó este jueves.
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El cambio se aplicó en las calificaciones de incumplimiento emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera y local del país centroamericano.
De acuerdo con la agencia, la mejora de las calificaciones de Nicaragua refleja una política monetaria prudente que ha dado lugar a superávits gemelos y a la acumulación de colchones financieros.
Esto ha colocado al soberano en una posición más fuerte para gestionar las consecuencias económicas adversas de las sanciones y las tensiones políticas más amplias.
Un superávit en cuenta corriente ha permitido una acumulación significativa de reservas internacionales, y un superávit fiscal está impulsando una reducción de la deuda/PIB y la acumulación de reservas de efectivo.
Estos acontecimientos deberían ayudar a la deuda soberana a gestionar mejor los desafíos relacionados con la reducción de sus opciones de endeudamiento externo y el aumento de la dependencia de un único prestamista regional, que sigue siendo una restricción clave de la calificación, dijo Fitch.
Las calificaciones también se ven limitadas por el bajo PIB per cápita, la escasa flexibilidad de financiamiento en moneda local y la debilidad de los indicadores de gobernanza.
El panorama de la economía nicaragüense
El superávit del gobierno general de Nicaragua aumentó a 2,8% del PIB en 2023 desde 1,0% en 2022, su nivel más alto registrado.
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Esta posición fiscal reflejó los grandes aumentos de ingresos derivados de las reformas tributarias durante 2019-2022, y una mejora adicional en 2023 “gracias al estricto control del gasto y al menor costo de los subsidios a los combustibles”. Fitch prevé un superávit fiscal de 2.0% del PIB en los próximos años.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) sigue presentando un reto fiscal a medio plazo, desde que el apoyo del Gobierno central agotó sus reservas en 2018, y pese a que su déficit se ha mantenido manejable en el 0,5% del PIB tras cambios paramétricos parciales y una recuperación del mercado laboral.
La deuda de las administraciones públicas se redujo hasta el 44,5 % del PIB en 2023 y se mantendrá en una firme senda descendente. Los depósitos han aumentado considerablemente hasta el 13,1 por ciento del PIB.
El crecimiento económico en Nicaragua se aceleró a 4,6% en 2023, consolidando su recuperación de los problemas sociopolíticos de años anteriores y la pandemia.
El consumo privado ha sido el principal motor del crecimiento, impulsado por la expansión del crédito y un aumento significativo de las remesas familiares (45% en 2023).
La inversión pública se ha moderado desde niveles elevados, mientras que la inversión privada ha sido fuerte, pero sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis.
Fitch espera que el crecimiento económico se normalice a un ritmo tendencial de 3,2% en el mediano plazo. Las tensiones políticas persisten bajo la presidencia de Daniel Ortega, mientras continúa la represión contra los grupos de la sociedad civil. Esto ha llevado a nuevas sanciones por parte de Estados Unidos, pero dirigidas a personas y entidades específicas y, por lo tanto, sin efectos económicos importantes.
La agencia cree que los acontecimientos políticos han tenido mayores consecuencias económicas a través de sus efectos sobre la migración y el atractivo del país como lugar para invertir, en lugar de a través de sanciones.
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