Bloomberg — Los Froot Loops conservarán sus divertidos colores artificiales. Sin embargo, algunos Pop-Tarts los perderán. Sean bienvenidos a este experimento en curso que es el desayuno estadounidense.
Las dos empresas formadas tras la separación de Kellogg Co. durante el 2023 se enfrentan ahora a nuevas normativas sobre el uso de tintes artificiales para alimentos, dejándoles trazar sus propios caminos en un ámbito polémico para los alimentos altamente procesados, en especial para los que son destinados a los niños.
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La empresa de aperitivos Kellanova (K), que fabrica Pop-Tarts y Rice Krispies Treats, está trabajando para sustituir los aditivos artificiales de algunos de sus productos por alternativas naturales después de que el colorante que contienen fuera prohibido por un estado.
Pero el fabricante de cereales para desayunar WK Kellogg Co. (KLG) mantiene sus colorantes porque todavía no ha infringido las nuevas restricciones legales, a pesar de que la compañía encontró la forma de prescindir de estos tintes para prácticamente los mismos productos que se venden en Canadá.
El proceder de Kellanova puede presagiar lo que se avecina cuando las compañías alimentarias se enfrenten a la legislación sobre el uso de tintes en sus productos.
En el 2023, California prohibió el uso de ciertas sustancias químicas en alimentos y dulces por considerarlos perjudiciales para la salud. Entre ellos se encontraba el colorante alimenticio rojo nº 3, que ya se ha prohibido para la mayoría de usos en Europa.
Este año, un proyecto de ley en California prohibiría en sus colegios públicos otros 7 colorantes, entre ellos el rojo 40, el amarillo 5 y los azules 1 y 2, por haber sido vinculados al cáncer, los trastornos neuroconductuales y la hiperactividad. Actualmente, otros estados están considerando prohibiciones similares.
Ahora Kellanova está tratando de encontrar sustitutos para el rojo nº 3, que se encuentra en el bacon vegetal de MorningStar Farms, en algunos Pop-Tarts Bites y en los gofres Eggo (wallfe) de la variedad unicornio-algodón-dulce. “Nuestro equipo de I+D está trabajando para encontrar ingredientes alternativos apropiados”, dijo una portavoz en un correo electrónico.
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La empresa también está estudiando opciones para el rojo nº 40, presente en algunos Pop-Tarts y Rice Krispies Treats, para poder cumplir la normativa si llegara el momento.
Los cereales de WK Kellogg, Froot Loops y Apple Jacks utilizan el rojo nº 40, no el rojo nº 3, por lo que los cereales no se ven afectados (todavía) por la legislación. Y se resiste al cambio porque a los estadounidenses simplemente no les gustan las opciones más sosas.
La empresa ha dedicado “importantes recursos” a estudiar qué tipo de colores quieren los consumidores de todo el mundo en sus cereales, según un documento de posición de abril de 2024 consultado por Bloomberg News. “Nuestras recetas de cereales que utilizan alternativas de colorantes naturales tienen mejor acogida en el mercado canadiense que en el estadounidense”, afirma el documento.
Aún así, si en algún momento una ley estatal afecta a su cartera de cereales, la empresa tendrá que encontrar alternativas. “Ante cualquier cambio normativo que se nos apliquen, federal o estatal, WK Kellogg Co realizaría, por supuesto, los cambios necesarios para garantizar su cumplimiento”, declaró la empresa a Bloomberg.
Todos los grandes fabricantes de alimentos tendrán que averiguar qué significan estas prohibiciones para ellos, dijo Sarah Gallo, vicepresidenta de política de productos de la Consumer Brands Association (Asosciación de Marcas de Consumo), un grupo comercial de la industria.
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La industria se opone a un enfoque de “mosaico” en el que cada estado haga sus propias leyes, dijo Gallo, y prefiere que todos operen bajo las regulaciones federales de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), que dice que los colorantes “son seguros cuando se usan adecuadamente.”
El grupo está en contacto con los legisladores de California para compartir esa perspectiva, dijo. “La seguridad alimentaria es la prioridad número 1 para nuestras empresas miembros”, afirmó.
WK Kellogg mantiene que más del 80% de sus ventas de cereales proceden de productos que no contienen los colorantes en cuestión. Pero ha seguido utilizándolos en alimentos para el desayuno dirigidos a los niños, incluidas opciones de edición limitada como los cereales Caticorn cubiertos de purpurina y Baby Shark de colores brillantes, y el cereal ICEE azul y rojo, aún disponible.
“Una cosa es poner a prueba las preferencias con cereales ya existentes, pero otra muy distinta es crear cereales totalmente nuevos con colorantes desde el principio”, afirma Vani Hari, activista y autora conocida como Food Babe, que trabaja con una coalición para presionar a WK Kellogg para que elimine los colorantes.
Las prohibiciones no surgieron de la nada: las dudas sobre la seguridad de los colorantes alimentarios han rondado la industria durante años. Hace casi 10 años, las empresas dijeron que los retirarían, no por cuestiones de seguridad, sino para alinearse con las preferencias de los consumidores.
En 2015, Kellogg dijo que esperaba eliminar los colorantes artificiales de sus recetas, Kraft dijo que los retiraría de sus icónicos macarrones con queso y General Mills (GIS) dijo que los eliminaría de los cereales. Al año siguiente, Mars dijo que eliminaría “todos los colorantes artificiales de sus productos de alimentación humana”.
Los macarrones con queso fueron la única historia de éxito: Kraft Heinz (KHC) anunció en 2016 que llevaba meses sin utilizar los colorantes, sustituyéndolos por especias como la cúrcuma y el pimentón, y los consumidores no se enteraron.
Pero Kellogg, General Mills y Mars no tuvieron tanta suerte. Los colorantes volvieron a los cereales Trix en 2017. Para 2021, el fabricante de Skittles, Mars, también había tirado la toalla, diciendo que los consumidores querían “la vibrante paleta actual” que sólo los colorantes artificiales podían ofrecer.
Mars descubrió que las expectativas de los consumidores "difieren mucho de un mercado a otro", por lo que estaba utilizando enfoques "adaptados localmente", dijo un portavoz a Bloomberg. General Mills no respondió a una solicitud de comentarios.
Calley Means, cofundador del grupo de asesoramiento sobre costes médicos Truemed y otro miembro de la coalición que presiona a WK Kellogg para que retire los colorantes, dijo que la lucha no terminaría ahí. “Estamos centrados en Kellogg”, dijo, “y luego pasaremos al siguiente”.
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