Sunak llama a elecciones adelantadas en Reino Unido, mientras su aceptación es muy baja

Bloomberg — El Primer Ministro, Rishi Sunak, convocó elecciones generales en el Reino Unido para el 4 de julio, una importante apuesta por una votación antes de lo esperado, con su Partido Conservador muy por detrás del opositor Partido Laborista de Keir Starmer en los sondeos de opinión.

“No puedo afirmar y no afirmaré que lo hemos hecho todo bien; ningún gobierno debería hacerlo”, dijo Sunak en una declaración en Downing Street, que se apoyó más en su historial como canciller durante la pandemia del Covid-19 que en su trayectoria como primer ministro. “Ahora es el momento de que Gran Bretaña elija su futuro”.

En general, se esperaba que Sunak aguardara hasta el otoño -la fecha límite era enero- para dar más tiempo a que la crisis del coste de la vida remitiera antes de que los británicos depositaran su voto. Los laboristas han mantenido durante meses una ventaja en las encuestas de unos 20 puntos, lo que significa que pocos esperan que los conservadores prolonguen sus 14 años en el poder. Una encuesta de YouGov del miércoles mostró que el 71% de los votantes tiene una opinión negativa de Sunak.

Las especulaciones sobre el calendario electoral han dominado Westminster en las últimas semanas. Es posible que Sunak vea con buenos ojos una votación en verano porque puede esgrimir datos económicos positivos recientes -como el descenso de la inflación al 2,3% este miércoles-, además de su plan de deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo, y el Gobierno promete el primer vuelo en julio. Los estrategas tories ven la economía y su dura postura sobre la inmigración como líneas de batalla favorables frente a los laboristas.

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Los funcionarios tories han estado insistiendo en la idea de que la ventaja de los laboristas en las encuestas es escasa y que el partido gobernante aún tiene un estrecho camino hacia la victoria. Tras las elecciones locales y municipales de este mes, en las que el partido de Starmer obtuvo una serie de victorias clave, Sunak afirmó que los resultados apuntaban a un Parlamento indeciso en unas elecciones generales, más que a una mayoría absoluta para los laboristas.

Sin embargo, existe una interpretación alternativa, según la cual la convocatoria de una votación anticipada tiene menos que ver con una victoria por sorpresa que con entrar antes de que la popularidad del Partido Conservador se hunda aún más. La mejora de los datos económicos no ha cambiado el panorama de las encuestas, mientras que se acumulan otros riesgos. Los recortes fiscales del Gobierno, por ejemplo, han permitido a los laboristas argumentar que los tories están tratando de marcar el comienzo de una nueva era de austeridad que la nueva administración se vería obligada a imponer.

El Fondo Monetario Internacional advirtió el martes de que el Tesoro británico necesita encontrar 30.000 millones de libras (US38.000 millones) de ahorro para estabilizar la carga de su deuda, lo que socava la ambición de Sunak de volver a reducir los impuestos. Si no puede hacer un gran anuncio antes de una votación, eso debilita el argumento para aplazarla.

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Hay otros peligros potenciales que los conservadores quieren evitar que se sumen a los desafíos, como más drama en torno a Thames Water, o vertidos de aguas residuales por parte de las debilitadas compañías de agua británicas. El plan para deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo podría enfrentarse a un desafío legal, socavando las líneas de Sunak sobre inmigración.

Sin embargo, al adelantarse, Sunak se arriesga a dejar de lado momentos clave para su legado político, como el segundo aniversario de su toma de posesión, a finales de octubre. El Primer Ministro, al que le gustan los actos diplomáticos de gran envergadura, también será el anfitrión de la reunión de la Comunidad Política Europea en el Palacio de Blenheim el 18 de julio.

Para los laboristas, el reto consiste en convertir un prolongado periodo de dominio en las urnas -que les ha proporcionado una serie de victorias en las elecciones locales, municipales y parlamentarias de los últimos años- en una victoria en las elecciones importantes. La derrota en las últimas elecciones generales de 2019 con el anterior líder, Jeremy Corbyn, significa que Starmer necesita el mayor vuelco de la era de la posguerra para volver al poder.

Aun así, la presión sobre Starmer es intensa, no sólo para que gane, sino para que emule al totémico ex líder Tony Blair construyendo un legado para los laboristas en el poder.

El partido lleva tiempo en campaña y la semana pasada presentó las seis promesas en torno a las que Starmer desarrollará su campaña: impulsar la economía, reducir las listas de espera del Servicio Nacional de Salud, contratar a más profesores, luchar contra la delincuencia e invertir en tecnología ecológica.

Se trata de una plataforma política que garantiza que la campaña electoral se centrará en la economía, donde los conservadores intentan tradicionalmente llevar la delantera. Pero el panorama ha cambiado radicalmente en la política británica, y ahora es el partido de Starmer en el que las encuestas sugieren que los votantes confían más para generar crecimiento.

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