Bloomberg — Spotify Technology SA (SPOT) utilizó un cambio de términos legales para justificar el recorte de los derechos de autor a músicos y editores, reduciendo los ingresos en los que se basan los derechos de autor en casi un 50%, según la demanda presentada por el grupo que recauda sus pagos.
El cambio se produjo en marzo, cuando Spotify añadió la palabra “empaquetado” a la descripción de su servicio de streaming de música de US$10,99 al mes, según afirma el colectivo Mechanical Licensing Collective en su demanda. Nada más “sobre el servicio Premium ha cambiado realmente”, según la demanda presentada este jueves en un tribunal federal de Manhattan.
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El colectivo tiene prohibido legalmente revelar cuánto han disminuido los derechos de autor de Spotify desde marzo, pero citó un artículo de Billboard que estimaba que la pérdida ascendería a unos US$150 millones el próximo año.
Spotify dijo que espera una “rápida resolución” de la demanda, que, según dijo, se refiere a términos que los editores y los servicios de streaming “acordaron y celebraron hace años”.
“Los paquetes fueron un componente crítico de ese acuerdo, y múltiples DSPs incluyen paquetes como parte de su combinación de ofertas de suscripción”, dijo un portavoz de Spotify en un comunicado. “Spotify pagó una cantidad récord a los editores y sociedades en 2023 y está en camino de pagar una cantidad aún mayor en 2024″.
Otros conflictos
La lucha por el “servicio de empaquetado” (bundling) entre el servicio de streaming y los editores ha salpicado una disputa sobre otros temas.
La Asociación Nacional de Editores de Música (NMPA por su siglas en inglés) envió el miércoles una carta de cese y desistimiento a Spotify por los productos que, según afirma, infringen los derechos de autor de los compositores. La NMPA alega que los vídeos musicales, las letras de canciones y los podcasts de la plataforma utilizan música protegida por derechos de autor sin los permisos pertinentes.
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“Antes de la traición de Spotify al ‘bundling’, habríamos podido trabajar juntos para solucionar este problema, pero han elegido el camino más difícil al perseguir a los compositores una vez más”, dijo David Israelite, director ejecutivo de la NMPA, en un comunicado.
En respuesta, un portavoz de Spotify calificó la carta de “maniobra de prensa llena de afirmaciones falsas y engañosas”.
Las compañías de streaming de música y audiolibros, como Spotify, pagan a los músicos y editores de música bajo un complejo sistema establecido en 2018 por la Ley de Modernización de la Música de 2018. Según el sistema, los servicios de streaming pagan menos por transmisión -en otras palabras, menos a los creadores y editores- cuando sus servicios se clasifican como paquetes.
El servicio Premium de Spotify, que no estaba clasificado como paquete antes del 1 de marzo, incluye descargas ilimitadas de música y 15 horas de audiolibros. Añadió la oferta de audiolibros en noviembre en EE.UU. sin cambiar el precio de US$10,99.
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El colectivo de licenciatarios pide al tribunal que ordene a Spotify que deje de clasificar Premium como servicio empaquetado y que le pague por los ingresos perdidos.
Israelite elogió al Mechanical Licensing Collective por “no dejar que Spotify se salga con la suya con su última intención de pagar mal a los creadores”.
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