Bloomberg — Actualmente, el mayor conjunto de satélites en órbita alrededor de la Tierra está en manos de un personaje imprevisible que no precisa presentación. Es Elon Musk, y su compañía de satélites está cambiando las comunicaciones en todo el planeta.
La unidad Starlink de SpaceX, la compañía de cohetes que dirige Musk, gestiona más de cinco mil satélites que facilitan internet de alta velocidad a aproximadamente 2,5 millones de usuarios en zonas en las que, hasta ahora, no resultaba fácil acceder a la red.
Musk lo ha logrado en un plazo bastante breve, si se tiene en cuenta el tiempo que normalmente se tarda en poner en órbita el hardware.
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Sin embargo, la rapidez del éxito de Starlink y la imprevisibilidad de su dueño han creado controversias. En el minidocumental de Bloomberg Originals “Cómo Starlink inició una carrera espacial de consumidores” (How Starlink Kickstarted a Consumer Space Race), se explica por qué rivales con grandes recursos, como el también multimillonario Jeff Bezos, ven esta oportunidad y la están aprovechando.
La utilización de Starlink en zonas de conflicto ha sido motivo de especial preocupación para EE.UU. y otros países.
Por ejemplo, en Ucrania, donde ha resultado esencial para la defensa de Kiev contra la invasión de Rusia, que ha provocado decenas de miles de muertos, Musk amenazó con suspender el servicio y, en una ocasión, rechazó una solicitud para ampliar su cobertura a las proximidades de Crimea, la península ocupada en Ucrania.
En «Cómo Starlink inició una carrera espacial de consumo», explicamos por qué el éxito de Starlink, así como su importancia geopolítica y la comercialización de la órbita baja de la Tierra en general, pueden ser muy pronto mucho más de lo que Musk había previsto.
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