Bloomberg — Los activos brasileños cayeron el miércoles luego que el repentino despido del máximo ejecutivo de la estatal Petróleo Brasileiro SA (PETR4) generó nuevas preocupaciones sobre la interferencia del Gobierno en el gigante petrolero.
El real brasileño se debilitó hasta un 0,8% en São Paulo, el peor desempeño entre las divisas de mercados emergentes. Los bonos soberanos en dólares redujeron las pérdidas, mientras que los contratos de tasas swap locales aumentaron ante el renovado episodio de aversión al riesgo.
“Desde una perspectiva interna, las noticias de Petrobras pueden aumentar la incertidumbre sobre las políticas de precios de los combustibles, lo que generará una percepción negativa de los inversionistas”, dijo Marcelo Assalin, director de deuda de mercados emergentes de William Blair Investment Management.
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Las acciones preferentes de Petrobras cayeron hasta un 8,3% en São Paulo tras la noticia, la mayor pérdida intradiaria desde el 8 de marzo, cuando el anuncio de un pago de dividendos inferior al esperado decepcionó a los mercados y provocó el desplome de los activos brasileños.
El Gobierno destituyó al director ejecutivo, Jean Paul Prates, después de una controversia de meses sobre el pago de dividendos. Una vez que el directorio de la empresa haya aprobado el despido, Prates presentará su renuncia, según un comunicado emitido el martes por la noche. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva planea nominar a Magda Chambriard, exdirectora de la agencia nacional de petróleo de Brasil, para reemplazar a Prates.
La percepción de riesgo sobre los activos brasileños debería profundizarse con la noticia en medio de la incertidumbre sobre la transparencia de la empresa en lo que respecta a su política de inversión y futuros pagos de dividendos, dijo Patricia Urbano, gestora de fondos de Edmond de Rothschild.
“Obviamente hay ruido político detrás de los titulares de Petrobras, y algunos inversionistas también podrían preguntarse sobre el impacto económico real de la inundación”, dijo William Snead, analista del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria en Nueva York.
La destitución de Prates “parece ser una escalada de la presión para intervenir en la empresa”, lo que probablemente generará dudas entre los inversionistas sobre la gestión de la compañía, dijo el analista de Jefferies Alejandro Anibal Demichelis. La noticia llevó a la empresa a rebajar la calificación de las acciones desde “comprar” a “mantener” y a reducir el precio objetivo de sus ADR desde US$21,20 a US$17,70.
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