Bloomberg — Las empresas están hablando menos sobre “inteligencia artificial”, una palabra de moda central para las ganancias meteóricas en las acciones tecnológicas, lo que plantea preguntas sobre cuántos de los beneficios de la tecnología ya se han incorporado en los precios.
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Las menciones del término en las llamadas de ganancias de esta última temporada han caído en comparación con los cuatro períodos de informes anteriores, según un análisis de Bloomberg de las transcripciones de ganancias del S&P 500, Nasdaq 100 y Stoxx Europe 600. Más del 80% de las empresas ya han informado sus números.
El menor uso puede señalar que las empresas se han vuelto más conservadoras, aunque algunos analistas dicen que todavía es demasiado pronto para esperar un auge generalizado de la productividad impulsado por la IA. Las acciones orientadas a la inteligencia artificial han seguido liderando el rally de acciones estadounidenses este año, pero esta temporada de ganancias ha demostrado que los inversores están más difíciles de impresionar.
"Todavía no veo el gran milagro de productividad proveniente de la IA", dijo Bhanu Baweja, estratega jefe de UBS. "Cuando le pregunto a nuestros analistas fuera del sector tecnológico si han cambiado significativamente sus proyecciones de costos o ingresos como resultado de la IA, veo muchas encogimientos de hombros, lo que me dice que esto es evolución, no revolución".
Los estrategas del Bank of America Corp. (BAC), liderados por Sebastian Raedler, también se encuentran entre los escépticos. Señalaron al inicio de la temporada que ya habían incorporado grandes ganancias de productividad a las acciones estadounidenses, con el riesgo de capital de patrimonio —el rendimiento excedente que pueden esperar los inversores de acciones en comparación con activos libres de riesgo como los bonos del Tesoro de los Estados Unidos— en su nivel más bajo en 20 años.
"El mercado ha decidido interpretarlo no como un rebote cíclico, sino como una mejora estructural", escribió Raedler. "La adopción generalizada de avances tecnológicos y los beneficios económicos que estos traen suelen llevar tiempo, y esperar que los beneficios se vean incluso a tan solo dos años después de la entrada de la IA en la conciencia general sería inusualmente rápido".
La pregunta clave es si el mercado se encuentra actualmente al comienzo de un aumento de la productividad impulsado por la IA que podría reducir aún más el riesgo de capital —similar a cuando el boom de las empresas punto com entre 1999 y 2000 aumentó el crecimiento de la productividad en Estados Unidos, según dijeron.
No obstante, la operación de inteligencia artificial ha tenido una influencia desproporcionada en los mercados de valores, con una cesta de beneficiarios de la IA de Goldman Sachs Inc. (GS) que ha aumentado un 22% este año, superando al Índice SOX de Semiconductores de Filadelfia y al Nasdaq 100.
Sin embargo, ha habido momentos de alarma entre los inversores. Meta Platforms Inc. (META) provocó una disminución de US$400 mil millones en las acciones tecnológicas después de no convencer al mercado de que puede monetizar la IA, lo que recordó a los inversores lo costoso que será ingresar a este espacio para muchas grandes empresas tecnológicas de gran capitalización. El diseñador de chips Arm Holdings Plc (ARM) cayó después de dar un pronóstico de ingresos poco entusiasta para el año fiscal, lo que plantea preocupaciones por una desaceleración del gasto en IA.
La gran prueba serán los resultados de Nvidia Corp. (NVDA), que se publicarán el 22 de mayo. Para el ejemplo emblemático del furor de la IA, las expectativas son altas y están aumentando. Las acciones, que subieron más del 80% este año, no tienen recomendaciones de venta y 61 equivalencias de compra, con un 12% de potencial alcista según el precio objetivo promedio.
--Con la colaboración de Sagarika Jaisinghani.
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